viernes, 17 de mayo de 2024

¿Será decisivo el voto emigrante en las elecciones gallegas?

En las elecciones generales de julio de 2023, las primeras que se celebraron sin voto rogado, la participación experimentó un ligero incremento. Sin embargo, la movilización del voto no recuperó la participación anterior a la supresión de ese derecho. El voto rogado se introdujo en una reforma de la Ley Electoral apoyada por PP, PSOE, CiU y PNV en 2011, con la que se pretendía eliminar casos de fraude en el censo.

Las elecciones gallegas podrían ser un nuevo banco de pruebas. Los tres partidos con representación en el hemiciclo gallego: PPdeG, BNG y PSdeG trabajan duro, mientras esperan a si se produce una mayor movilización del voto emigrante también el 18 de febrero.

Los electores 476.544 gallegas y gallegos del exterior podrán votar por correo hasta el 15 de febrero o depositar su voto en las urnas habilitadas en los consulados entre el 10 y el 15 de ese mismo mes. En el caso de los que estén temporalmente en el extranjero deben darse de alta como no residentes, completar el formulario de solicitud de documentación electoral y enviarlo a través de la oficina consular. Posteriormente, recibirán la documentación electoral por correo postal y podrán votar por correo a la mesa electoral correspondiente en España.

Para los residentes en el extranjero que estén en el censo definitivo, la recepción de la documentación en su domicilio es automática y, una vez ratificadas las candidaturas, podrán descargar la papeleta para votar.

La importancia del voto emigrante es evidente en la historia electoral, y los partidos políticos gallegos que se presentan a las elecciones son muy conscientes de ello. Todos han intensificado su presencia en los países con mayor número de emigrantes, aunque es el partido en el Gobierno, quien mantiene de forma permanente mayores vínculos con la diáspora. Algo que los partidos nacionalistas han usado como arma arrojadiza contra el ejecutivo, al que acusan de crear una relación clientelar.

Los temores a una baja participación planean en la campaña gallega, dadas las dificultades para votar desde el exterior por los deficitarios servicios de correos en algunos países, especialmente en Iberoamérica o Caribe, y los escasos centros habilitados para votar, han motivado las críticas y elevado la voz del CGCEE y hace presagiar que la participación seguirá siendo baja, o al menos no tan alta como debería ser.