martes, 21 de mayo de 2024

Macron aprueba el endurecimiento de la ley de inmigración francesa con el apoyo de la ultraderecha y el rechazo de 60 de sus diputados

Mientras que la derecha y ultraderecha francesa celebran su primera batalla ideológica, se abre una crisis en el gobierno de Macrón por el proyecto de Ley de Inmigración.

Las dos cámaras del Parlamento han aprobado este martes, casi al filo de la medianoche, por mayorías amplías la nueva ley de inmigración por 214 votos a favor y 114 en contra en el Senado. En la Asamblea Nacional, los síes fueron 349 frente a 186 noes.

Mientras que la derecha y ultraderecha francesa celebran el triunfo de su primera batalla ideológica, se abre una crisis sin precedentes en el gobierno de Emmanuel Macron por el nuevo marco normativo, después de que 60 de sus diputados votaran en contra del texto y que el ministro de Sanidad haya dimitido. Se espera que alguno más lo haga en las próximas horas. 

La derecha tradicional, representada por los Republicanos, se atribuyen esta victoria, fruto de la negociación con el partido de Macron, Renacimiento, el texto. "Hoy Los Republicanos, gracias a su trabajo, a sus ideas, imponen este texto”, ha dicho el presidente de LR, Éric Ciotti. Pero realmente se felicitó por el resultado fue Marine Le Pen, para quien el resultado"es una gran victoria ideológica del RN".

Desde la izquierda, lo ven de otro modo. Han acusado al Gobierno de haber sucumbido a las pretensiones de la derecha. El diputado, André Chassaigne habló de "texto de la vergüenza". El socialista Boris Vallaud de "un gran momento de deshonor para el Gobierno".

El proyecto de ley se aprueba después de que la Cámara Baja rechazara, siquiera, debatir el texto anterior porque no gustaba a la izquierda y ni siquiera a la derecha. Pero sí a la ultraderecha que votó a favor. "Vamos a votar a favor de este texto tal y como salga de la comisión mixta", dijo Le Pen. Pero no solo ella, el presidente de LR, Éric Ciotti ha dicho que "este es nuestro texto".

En un primer momento, el proyecto de ley que presentaba el gobierno trataba de controlar la inmigración y mejorar la integración. Sin embargo, el texto que se votaba anoche no tiene nada que ver con el primigenio. Ha ido modificándose y virando hacia el planteamiento de la derecha que maneja el Senado francés. Al igual que en la Comisión Mixta Paritaria, formado por 14 senadores y diputados, un órgano creado a doc para tratar de completar la tramitación parlamentaria de esta norma.

Recortes de derechos

La idea del texto era facilitar las expulsiones de los extranjeros que han cometido delitos, pero también facilitar a la inmigración que se integra, suma, aporta la integración en la sociedad francesa. Sin embargo, los partidos de derechas lo que querían conseguir es que Francia no fuera un país friendly para los extranjeros. Entre otras medidas “disuasorias”, estarían la obligatoriedad de permanecer más tiempo en territorio francés para recibir ayudas sociales, o acceder a sistema sanitario.

No se libran de este recorte de derechos los trabajadores extranjeros, entre ellos los españoles o los estudiantes, para quienes suben las tasas de la educación, y además se verán obligados a depositar una fianza cuando acaben sus estudios, que se les devolverá cuando dejen el país. La regularización de los trabajadores ilegales en sectores donde se reclama mucha mano de obra, no será automática, se analizará cada caso.

Pero incluso para los ciudadanos franceses tendrá consecuencias. Los hijos de extranjeros que hayan nacido en Francia ya no obtendrán la nacionalidad automáticamente al nacer. Tendrán que reclamarla cuando tengan 16 años. Del mismo modo que para pedir la nacionalidad habrá que esperar 10 años y no 5 como ocurre ahora.

 

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