viernes, 03 de mayo de 2024

La fe como único combustible

Ae Chantal entra en A Guarda acompañada por Luis do Freixo, valedor del Camiño Portugués da Costa, y su mujer, Cristina Lorenzo. Ella, Anne Chantal, es survietnamita, residente en Lübeck, (Alemania), ya en el Báltico, y hace el Camiño acompañada por Uwe Johann, alemán, secretario de la asociación 'Verein de Rollstualfahrer Und Gehbehinderten', declarada de Utilidad Pública, y de la que Anne Chantal es presidenta. Se trata de una asociación de personas con discapacidades que realizará este mismo Camino en breve. Para ello, esta peregrina se acompaña de una cinta métrica, además de recoger las dificultades que encuentra en los accesos. En este sentido no siempre puede acudir a los albergues para compartir experiencias con otros peregrinos, al no estar adaptados a las necesidades de las personas con algún tipo de deficiencia motora.

Anne Chantal se desplaza en una silla de ruedas sobre la que ondea una bandera tribarrada: la de su país de origen, aunque especifica 'soy survietnamita'.

Una enfermedad degenerativa la condenó a la inmovilidad. En enero perdió la visión, y los médicos le aseguraron que no volvería a ver. A pesar de su presente, y un temeroso futuro, mantiene una sonrisa contagiosa, optimista, y observa la vida en positivo. Uno se da cuenta viendo simplemente sus zapatillas rojas con dos iconos que son dos caras sonrientes.


EL MILAGRO DE LA LUZ

En febrero consiguió recuperar, a pesar de la diagnosis de los médicos, 'un poco de visión'. Lo cuenta como un milagro, causa de que esté ahora en el Camino. 'Le pedí a la Virgen que me ayudara a encontrar el punto de la acupuntura que me permitiera ver'.

Ella es médico, practica la medicina tradicional pero desconocía dónde estaba ese punto en el que su recuperación fuera posible. Lo logró, y prometió hacer el Camino de Santiago. Cree que el avión que la trajo fue también un milagro. Por sus limitaciones, no podía hacer transbordos utilizando trenes y autobuses, pero cuando decidió el día, surgió un avión directo desde Lübeck a Porto.

Se expresa en francés, en alemán y algo en español. Anne Chantal es tenaz, decidida; si puede valerse, rechaza la ayuda amablemente incluso, dice Luis do Freixo, 'cuando las piedras frenan las pequeñas ruedas delanteras de la silla, entonces ella saca esa fuerza increíble para superar todos los obstáculos que encuentra'.

Anne Chantal cuenta también que su madre es budista, 'y yo también era budista, pero hace diez años conocí a la virgen de Lisieux', y aprendió a rezar el Avemaría en latín. Y hubo entonces una transformación en su vida, aunque, confiesa, 'no soy católica; soy creyente: creo en la Virgen, en Dios; pero no en los curas, ni en la Iglesia'.