Gastronomía gallega y vasca hermanada, incluso la participación de uno de los chefs más famosos del momento en España, fue la nota más dulce de un fin de semana de intensa fiesta en Vitoria, con motivo de la celebración del Día de Galicia en Euskadi, organizado por la Irmandade de Centros Galegos. Música tradicional, pulpo, empanada, queimada y muchas ganas de divertirse y dar a conocer la fiesta en Galicia, fueron los principales atractivos para las miles de personas que se acercaron a la Plaza de los Fueros.

Cuatro días de fiesta sin par. Así vivió la colectividad gallega de Euskadi el Día de Galicia que la Hermandad de Centros Gallegos festejó entre los días 27 y 29 de junio en la Plaza de los Fueros de Vitoria. Cientos de personas se acercaron hasta la plaza, a pesar del fuerte calor y de la incomodidad de subir y bajar escaleras,  atraídas por la magia de la cultura y la gastronomía gallega. Así, al menos lo vivió Pilar Rodríguez, presidenta de la Irmandade de Centros Galegos en Euskadi, que señaló que “aunque no tenemos cifras, cientos de personas se agolparon para disfrutar de nuestras actividades”.

Y es que el público le tenían ganado desde primera hora, cuando el viernes por la mañana abrían los puestos de gastronomía y las casetas de artesanía, que no desmerecieron en absoluto de la caseta oficial con la que la Xunta de Galicia  presentaba su proyecto Galicia Pórtico  Universal. A las siete de la tarde tenía lugar la inauguración oficial, que contó con la presencia de autoridades locales y con un aurresku de honor durante el corte de cinta, a cargo del grupo de la entidad anfitriona. Ni los adoquines ni las escaleras asustaron a los visitantes, que disfrutaron de la actuación del grupo “Parradust” y fueron despedidos hasta el día siguiente con una queimada.

El sábado

El sábado tuvo lugar la exposición de los tintos gallegos que participaron en esta edición de la cata oficial, a cargo de reconocidos sumilleres de Euskadi.  A las 12,00 horas los niños comenzaron su particular fiesta con un taller de manualidades y juegos malabares. Media hora más tarde hubo una exhibición de “aizkolari bihurri”, corte tradicional de troncos.

La música gallega corrió a cargo de los grupos Masustegui, el grupo del Centro Gallego de Vitoria, el de Santurce y el de Llodio. Tras el festival hubo un concurso gastronómico de empanadas y filloas. La entrega de premios coincidió con la entrega del galardón “Anduriña voandeira”, el máximo galardón que entregan las entidades gallegas de Euskadi, y que este año recayó en .

Por la noche hubo un guiño a los más jóvenes, con la actuación del grupo “ÇeÇ”. De nuevo se despidió a los participantes con una queimada, que puso la nota dulce al folión con el que los jóvenes de los grupos de las entidades realizaron antes de irse a la cama.

Domingo, día de los discursos oficiales

El domingo fue el día de las intervenciones oficiales, ya que el protagonismo fue compartido entre los socios y los representantes de la Xunta de Galicia y de las instituciones vascas. El chef Senín González, ganador del concurso de pintxos 2014 y cocinero del año, “invitó”  a los participantes a conocer sus creaciones, que están siendo comercializadas por una importante multinacional española.

Un aurresku de honor recibió a los invitados bajo un sol de justicia. El pregonero de la fiesta fue Isaac Xubin,  quien destacó la integración de los gallegos en Euskadi. La colectividad entregó su anduriña de plata a la Diputación Foral de Álava, “en reconocimiento al continuo apoyo que ha recibido este colectivo por parte de la institución”. Se reconocía así el apoyo de la institución provincial a la hora de poder abrir en Vitoria los locales más grandes de la colectividad gallega en Europa.

La "anduriña de plata" la recibió la teniente de diputado general, Marta Alaña, que aseguró que este galardón supone un "orgullo" para la institución y para todos los alaveses.

La entidad aprovechó para entregar su máxima distinción, su Medalla de Oro a Xosé Ramón Rilo, un gaitero coruñés que en 1952 emigró al País Vasco y que en 1969 fundó el centro de Llodio, uno de los dos que hay en Álava.