viernes, 03 de mayo de 2024

La inmigración, la asignatura pendiente de los medios digitales españoles

La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí.
La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, presidió el pasado 26 de enero en la Casa de América de Madrid la presentación del libro 'Periodismo digital en tiempos de crisis. Un caso de estudio: el tratamiento de la inmigración en los medios'. Junto a Consuelo Rumí también participaron en este acto Javier Nadal, vicepresidente ejecutivo de Fundación Telefónica; María Pilar Diezhandino, catedrática de Periodismo de la Universidad Carlos III de Madrid; Patricia Villaruel, directora de la revista Raíz y Antonio San José, director del programa 'Cara a cara' de CNN+. El estudio revela que la inmigración es la asignatura pendiente de los medios digitales españoles, que por otro lado han de obligarse a un planteamiento serio de su futuro en el vasto campo de la información y afinar sus métodos de trabajo, ya que muchos empiezan a resultar más portales de entretenimiento que verdaderos medios de comunicación.

Para los autores, al margen de las decisiones políticas (decisiones del Gobierno, acuerdos de ayuntamientos, proclamas, acciones policiales y manifestaciones) que suscitan interés noticioso, la inmigración es motivo periodístico sólo cuando se ha producido un suceso destacable o un drama humano: es decir, cuando tenga la consideración de �??sin precedentes�?�

Según recoge el informe, al presentar como noticiable hechos fuera de lo normal se falsea la realidad: incluso con el uso de las TIC y la Red, los medios digitales mantienen una tendencia natural a la simplificación, el caso aislado y la ausencia de contextualización comprensiva. España es, según el Informe Mundial de Población de la ONU, el décimo país del mundo por número de inmigrantes y el primer destino de la emigración en Europa y los medios digitales españoles no han creado nuevos perfiles profesionales para atender esta realidad. Los medios digitales en España reforzarán su papel como creadores de opinión en la medida en que afinen sus métodos, reformulen su función en la sociedad y atiendan las necesidades de los lectores, puesto que ya no es suficiente la actualización de la información, sino la búsqueda de la participación ciudadana




En general, el estudio indica que estamos asistiendo en los medios digitales �??a la cultura de la atomización informativa, basada en el concepto frágil de noticia entendida como novedad, sujeta casi siempre a intereses espurios (mercantiles, propagandísticos, electoralistas, etc.), convirtiéndose en el producto básico del gran mercado de la comunicación donde imperan los más fuertes. Se incorporan así los titulares fáciles, propios de temas ligeros, de ocio y un punto sensacionalistas.�?�

Evitar errores

Por su parte, la secretaria de Estado de Emigración e Inmigración aseguró que España carece de una �??cultura migratoria consolidada�?�, lo que concede oportunidades para evitar errores que se han cometido en otros lugares pero que también otorga �??responsabilidades�?� a quienes detentan la representación de los poderes públicos y a los propios medios de comunicación como protagonistas en los procesos de creación de la opinión pública. �??Si algo perjudica la visión general de las migraciones es su simplificación, algo que no es sencillo cuando la imagen, generalmente dramática, impacta sobre lo habitual transformándolo radicalmente�?� señaló Rumí para quien el fenómeno de la inmigración marcará los perfiles de convivencia es España durante las próximas décadas.

Consuelo Rumí cerró su intervención criticando las polémicas �??estériles y artificiales�?� tanto de los medios de comunicación como de los políticos, y reclamó seriedad y responsabilidad al abordar un tema de tanta complejidad como la cultura migratoria. �??Sé muy bien que, por resumirlo, una llegada legal no puede competir con un cayuco en cuanto a la tensión informativa, de igual modo que la normalidad de una carretera no lo hace con un accidente de tráfico�?�, dijo la secretaria de Estado, pero aseguró que esperaba que la cultura de la inmigración no generase polémicas ni falsos debates, sino que la sociedad se acostumbrara a aceptarlo como algo normal en las sociedades modernas.