martes, 07 de mayo de 2024

Sonia Rodríguez, el destape de las vergüenzas de la maestra de la costa este

Con una entrevista preparadísima, Sonia Rodríguez responde una a una la cuestiones que se le plantean en el recibidor de su Escuela de Idiomas. Galifornia English Academy abre sus puertas en 2020 con el objetivo de implantar una metodología que anime a los niños a hablar inglés aún con errores, en lugar de perseguir la precisión idiomática.

Sonia Rodríguez
Sonia Rodríguez

El estudio de mercado se basó en su propia experiencia. En su casa no se hablaba español, a pesar de que su padre es mexicano y toda la familia vive en San Diego, al lado de la frontera con Tijuana. No lo empezó a hablar hasta que llegó aquí. Cuenta Sonia que tanto ella como sus dos hermanas no conseguían arrancarse. “Tenía tanta vergüenza que por eso abrí mi propia academia, para enseñar a niños a superar ese miedo”, confiesa.

“Aún hoy hago un montón de errores pero me da igual, tengo la autoestima más alta”, añade, haciendo hincapié en que no tiene sentido estudiar un idioma durante mucho tiempo y luego no hablarlo. En su centro, juegos, videos y actuaciones están a la orden del día. 

“Me gusta Ourense porque es muy tranquilo y económico”, puntualiza. La razón por la que se aventuró a dejar la soleada California por este clima del “it’s raining cats and dogs”, -expresión en inglés que describe nuestro proverbio de los rayos y centellas-, se debe a un imperativo casi constelar. “Aquí no había muchos extranjeros y sabía que podría estudiar español”, aclara, se turba al decirlo y se sobreetiende que un torrente de emociones le sube al rostro al mencionar la lengua paterna.

Sonia Rodríguez
Sonia Rodríguez

Juventud y modernidad

El resto es historia local de adaptación y fortuna, pero en clave de modernidad. “Descargué Tinder y conocí a mi ahora marido”, comparte. Y describe una primera cita deportiva para correr alrededor del río. “Diez kilómetros”, especifica. Su perro se llama Zoe, y su hermane Ro, de género no binario, vive en Madrid. Si se le pregunta por un ourensano célebre dice “Ana Politan”, la instagramer nacida en Nueva York de padres gallegos y hoy afincada aquí, y demuestra una vez más que sus maneras son más del hoy que del ayer, tanto en la enseñanza como en la vida.

  Optimista y jovial comparte su ilusión por hacerse con una casa “prefabricada o algo”. No es falta de ambición lo que proyecta Sonia sino una prudencia del que ve que las cosas van bien e incrédulo teme estrellarse. “En España ser autónoma es súper difícil, muy caro…”, emana un discurso que denota ese miedo al fracaso que ella, perfeccionista donde las haya, anteriormente menciona. Reconoce que hizo su gran salto profesional gracias a “El poder de tu mente subconsciente”, un libro de autoayuda americano. Reniega aún hoy Sonia de tomar conciencia de sus talentos, a pesar de manejar una exitosa escuela con ciento ochenta alumnos y otros tantos agradecidos padres.

La maravilla del equívoco de hablar con personas con otro idioma surge cuando el subconsciente aflora y de nuevo brinda la oportunidad de conocer un poco más a quien está delante. “Cuando llegué me sorprendió que en los supermercados te digan buenos días, guapa”, explica Sonia fascinada, americana poco acostumbrada a tales proximidades. “En California no te dan complejos”, añade, creando una falsa traducción de la palabra piropo al estilo anglosajón. Piensa Sonia que estas confusiones son vergonzosas, cuando en realidad son la alegría de una conversación y la chispa de la charla.

Amante de las zamburiñas, las termas y de la seguridad ourensana, Sonia regala un sprint final de confusiones la mar de divertidas cuando se le interroga por sus nociones regionales. Si se le pregunta dónde ir a comer tentáculos en la provincia responde “A Casita do pulpo”, restaurante en la zona de los vinos, que de dónde es buena la patata contesta “de la casa de mi suegra”, y cuando se le canta el arranque de ‘A saia da Carolina’ y se le pide que traduzca, ella recita, ufana y simpática “Carolina tiene una falda y sus labios están pintados”.