sábado, 04 de mayo de 2024

Los obispos frenan el discurso de odio contra la inmigración y recuerdan el pasado emigrante de España

Francisco García Magán durante una rueda de prensa en la Conferencia Episcopal.

"No se puede hacer una ecuación que lleve a deducir que inmigrante es igual a delincuente. Es una injusticia hacerlo. ¿Hay inmigrantes que delinquen? Sí, igual que hay españoles que delinquen". La afirmación del secretario general de los obispos y obispo auxiliar de Toledo, Francisco García Magán, deja a las claras, no solo una obviedad, sino que la iglesia no traga con el discurso de odio que relaciona migración y delincuencia. 

La afirmación de Magán se produjo tras la votación de una exhortación pastoral por parte del plenario  los obispos españoles, en el que se eligió presidente y vicepresidente, y que contiene 42 propuestas para promover la integración de las personas migrantes y su diversidad cultural. "Las personas tienen un derecho fundamental de buscar una vida mejor, desafiando la idea de que las fronteras son barreras insuperables impuestas por Dios", añadió, recordando el pasado emigrante de España. 

El secretario de los obispos recordó el compromiso que la Iglesia española tiene en la atención a los migrantes, con 119 centros de atención repartidos por todo el país que atienden a más de 90.000 personas al año.

No es, ni mucho menos, la primera vez que la iglesia española censura el discurso de odio de la extrema derecha contra la inmigración y muestran su preocupación por la situación en la que se encuentran los migrantes que llegan a las costas de Canarias. El presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, se ha mostrado contrario a ellos, y ha reclamado una respuesta compasiva y solidaria hacia quienes sufren del desarraigo de la inmigración y buscan una vida mejor en nuestro país.