domingo, 05 de mayo de 2024

La Junta de Castilla y León sitúa a la mujer en el centro de las políticas de Cooperación al Desarrollo e incrementa un 25% la financiación

Proyecto de salud materno-infantil en Tanzania financiado por la Junta.
Proyecto de salud materno-infantil en Tanzania financiado por la Junta.

"El apoyo a las mujeres está en el núcleo de todas las acciones de Cooperación Internacional para el Desarrollo impulsadas en 2023 por la Consejería de la Presidencia y cuya financiación aumentó en un 25 % respecto al año anterior", afirman desde el Gobierno de la Junta de Castilla y León y añaden que en sus intervenciones "tienen en cuenta las necesidades y reivindicaciones de la mujer".

La finalidad, aseguran, es controlar que las actuaciones que se llevan a cabo "promuevan siempre una transformación que garantice la igualdad de la mujer en cada uno de los escenarios, que son muy diferentes entre sí y que, por tanto, requieren de diferentes estrategias de acercamiento". De forma que aunque algunas intervenciones financiadas tienen como grupo beneficiario directo a las mujeres, todos los proyectos, incluso aquellos aparentemente no centrados en su apoyo directo, "generan cambios importantes en su situación en diferentes países".

Según Luis Miguel González Gago, consejero de la Presidencia,“este es, precisamente, el resultado de la cuidadosa planificación que esta Consejería realiza para establecer criterios, para financiar y para realizar el seguimiento de cada una de las acciones, que han de tener en cuenta a toda la sociedad en general, y a los colectivos más oprimidos y desfavorecidos en particular”.

En el ámbito del acceso al agua, aunque a primera vista parezca que los proyectos de Cooperación al Desarrollo poco tienen que ver con la promoción de la igualdad, la Consejería de la Presidencia establece como condición para su financiación que los 'comités de agua' estén mayoritariamente integrados por mujeres. Estos comités son responsables de la gestión del servicio, la supervisión de la calidad del agua y, en muchos casos, la educación sobre higiene en la comunidad.

González Gago destaca que estos proyectos no solo garantizan un acceso adecuado al agua potable y al saneamiento, sino que también provocan cambios estructurales "en los roles sociales y en las oportunidades de participación de las mujeres en la vida pública".

Por ejemplo, proyectos en Bolivia y Guatemala se enfocan en capacitar a las mujeres en la gestión de recursos hídricos y en mejorar sus habilidades productivas en sectores agrícolas. Estos no solo aseguran el acceso al agua y la seguridad alimentaria, sino que también fortalecen la presencia y liderazgo femenino en la sociedad.

Otras iniciativas se concentran en mejorar las habilidades productivas de las mujeres rurales, promoviendo su participación en la vida política y fortaleciendo su tejido asociativo. Proyectos en El Salvador, Guatemala, Senegal e India buscan empoderar a las mujeres en áreas como la agricultura, la formación profesional y el acceso a la vivienda.