Una familia de emigrantes granadinos a punto de tomar el tren. Con esta escultura de bronce, obra del artista Balbino Montiano, Granada quiere rendir un homenaje a sus miles de hijos que tuvieron que hacer de la emigración su modo de vida. El alcalde de Granada, José Torres Hurtado; el presidente de la Diputación Provincial de Granada, Sebastián Pérez, y la presidenta de la Asociación Granadina de Emigrantes Retornados, AGER, María José Hueltes, firmaron  un protocolo de colaboración para impulsar una serie de iniciativas que acerquen el fenómeno de la emigración a los ciudadanos. Será el broche de oro a la inauguración del monumento a la emigración, en la estación de Renfe en Granada.

Se trata de un viejo proyecto, que nació en  el 2008 por iniciativa de Ager y que se había demorado, a pesar de que el 27 de febrero 2009 Ager presentaba una moción en el pleno del Ayuntamiento de Granada que era aprobada por unanimidad.

“Desde entonces hemos continuando trabajando con ilusión para conseguirlo, ya que este colectivo de Emigrantes que en los años 60 y 70 cruzaron fronteras buscando para ellos y los suyos mejores condiciones de vida, proporcionaron con su esfuerzo un cambio económico y social para España”, aseguró María José Hueltes.

El máximo responsable municipal ha destacado que Granada brinda con la colocación de esta escultura un merecido reconocimiento a los miles de granadinos que emigraron, sobre todo, a Europa, en un momento muy difícil y que “mostraron una gran solidaridad porque, sin duda, ayudaron y colaboraron en el enriquecimiento de su país”.

 Por su parte, el presidente de la Diputación de Granada, Sebastián Pérez, ha recordado a los miles de mujeres y hombres de la provincia que un día hicieron la maleta, “dejando a tras su juventud, y no dudaron en enviar las divisas necesarias para sacar hacia delante a su tierra”. “Por eso” –ha recalcado- “tenemos la obligación de de forma generosa contribuir a este homenaje”.

El conjunto escultórico se compone de tres obras en bronce de carácter figurativo, las cuales corresponden a una familia emigrante todos ataviados con vestiduras propias de la época y una maleta.  La escultura ha sido posible gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Granada,  la Diputación de Granada, la labor de los asociados de Ager y el Escultor Balbino Montanos.