17/12/2010
10:04 h.
La directora de la Agencia Madrileña para la Emigración (AME), Victoria Cristóbal, prepara las vacaciones con la sensación del trabajo cumplido. En las últimas semanas ha celebrado el I Consejo de los Madrileños en el Exterior, y poco después presentaba el I Plan de Ayuda a la Emigración de la Comunidad de Madrid 2010-2011. Pese a todo, continúa conectada al ordenador programando el mes de septiembre con cuatro viajes pendientes y la inauguración de las primeras casas regionales en Venezuela, Nueva York y Sao Paulo. En el último mes ha celebrado el pleno del Consejo de Madrileños en el Exterior y ha presentado el Plan de Ayuda a la Emigración. ¿Significa esto que la AME ha alcanzado ya la mayoría de edad?
Definitivamente sí. Teníamos que cumplir con un calendario marcado, aunque hemos sufrido algunas demoras porque a la administración le cuesta cumplir los plazos y porque abrir caminos siempre es difícil. Creo que una de las cosas importantes es que nos hemos puesto en valor dentro de nuestra Comunidad Autónoma, pero también como interlocutores con otras comunidades y con la administración central. Nuestra mayoría de edad la da el hecho de haber encontrado nuestro hueco, haber adquirido personalidad propia y disponer de recursos suficientes para realizar nuestro trabajo.
¿Se ha propuesto objetivos igualmente ambiciosos para el futuro?
El trabajo de la Agencia no termina ni tras la celebración del Consejo, ni después de presentar el Plan de Ayudas. El proyecto de la AME es mucho más ambicioso, y eso a pesar de la crisis y de que los presupuestos sean muy austeros. La expansión de la Agencia es muy buena, pero tenemos que seguir nuestro trabajo en otros países y llegar a nuevas colectividades. Tenemos un reto muy importante con los madrileños que están dispersos por el mundo y es cumplir el Plan de Ayudas, un documento que recoge nuestras prioridades en materia social, sanitaria y cultural.
¿Se puede ser ambicioso a pesar de los recortes económicos o habrá que priorizar unos proyectos sobre otros?
Es verdad que estamos sufriendo un recorte económico y no nos podemos plantear objetivos más ambiciosos. Pero también es cierto que a día de hoy nuestra labor tiene que ser más micro que macro. Para construir una casa hay que empezar por los cimientos, y para nuestro trabajo lo importante es ir desde lo pequeño a lo grande, como puede ser el impulso de asociaciones, buscar las colectividades de madrileños e implicarlos con la Comunidad. A día de hoy ese trabajo es más importante que, por ejemplo, hacer una macro-inversión en nuevas tecnologías. Soy partidaria de comenzar desde abajo. Me parece mucho más sólido el resultado.
¿Cómo surge la idea de la creación de la AME en una Comunidad con uno de los porcentajes más altos de inmigración?
En la primera legislatura yo estaba trabajando con la presidenta. Nos llegaban muchas cartas de madrileños en el exterior que pedían información, ayudas, querían retornar o simplemente querían una foto de la presidenta para un centro. Nos dimos cuenta de que había un vacío y que este colectivo no tenía un interlocutor en la administración. Vimos que otras comunidades este problema ya lo tenían resuelto y apostamos entonces por la Agencia Madrileña para la Emigración. Es verdad que nosotros recibimos muchos inmigrantes y a la hora de valorar las necesidades, apostamos por una Consejería para atender la inmigración y una Agencia para la emigración. Creo que son modelos compatibles y que atienden perfectamente las necesidades de cada colectivo.
¿Cómo está dividida la población emigrante madrileña en el exterior?
Hablar de cifras es uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos. Los datos del INE que sacamos por Internet indican que son 220.000 madrileños los que viven en el exterior. Pero no sabemos dónde están exactamente. Por eso trabajar así es tremendamente difícil, es un reto muy complicado. Sin la ayuda del Gobierno central es muy complicado conocer cifras. Nosotros hemos solicitado el PERE de forma reiterada en todos los ámbitos a donde hemos acudido y hemos presentado una Proposición no de Ley en la Comunidad de Madrid, para que el Gobierno regional inste al Gobierno central a que nos ayude a conocer esos datos. Es muy frustrante saber que tienes gente a la que quieres ayudar y no puedes llegar a ella.
¿Qué reclaman los madrileños en el exterior?
Por decirlo a grandes rasgos, en los países de Latinoamérica hay una mayor necesidad asistencial por parte de nuestra colonia. En el caso de Europa reclama atención cultural, quieren que lleguen hasta allí exposiciones y que en general la cultura madrileña pueda ser accesible para ellos. En Latinoamérica lo que hemos recibido son solicitudes de seguros médicos y plazas en residencias para mayores. También les interesa la cultura, pero claro cuando las necesidades son otra, eso queda en un segundo plano.
En los dos últimos años han impulsado la creación de trece centros madrileños. ¿Mantendrán este mismo ritmo de aperturas en el futuro?
De estos trece centros lo cierto es que hemos impulsado nueve, porque ya había cuatro constituidos: Rosario, Santiago de Chile, Melbourne y Cuba. Respecto a los centros que ya existían hemos procurado potenciarlos, ampliar su oferta y dotarlos de nuevos recursos. En los centros nuevos hemos querido potenciar colonias de madrileños que sean significativas, pero que además quieran trabajar. Yo siempre les digo que esto es algo voluntario que se tienen que creer, porque mi despacho está en Madrid y no puedo estar con ellos todos los días. Ha sido un trabajo duro e ilusionante, a veces con gente más joven, otras con gente mayor, pero con ganas de trabajar. Tenemos centros que pueden ser un referente no sólo para los madrileños, sino para todas las regiones españolas, como es el caso de México con unas instalaciones modélicas, o por ejemplo el de Miami, con una web dinámica en la que caben todos. Esta carencia que tenía Madrid en centros regionales se han convertido en una oportunidad, potenciando un asociacionismo diferente. La Comunidad no va a comprar casas, ni alquilar oficinas. Hay que reinventarse llegando a acuerdos con universidades o ayuntamientos en los que poder estar. A veces como sabemos que la gente no va a acudir a un edificio es más importante tener una página web potente en la que dar respuesta a este colectivo. Creo que estamos innovando respecto a las casas regionales tradicionales y que cuyo grado de atracción, sobre todo en las nuevas generaciones, ha ido descendiendo mucho.
¿Cuáles serán las próximas aperturas?
El 12 de octubre esperamos poder inaugurar la Casa de Madrid en Nueva York. Contamos con muchos madrileños residiendo allí y creo que será un acierto su apertura. Son madrileños que, en general, tienen muy buena preparación, que a veces van por unos años y luego se instalan definitivamente, pero que son muy activos y están muy interesados en mantener los vínculos con Madrid. También tenemos constituida la Casa de Madrid en Venezuela y en Sao Paulo. No sé si podremos mantener este ritmo de aperturas en el futuro. De no ser así nos volcaremos en desarrollar actividades con las ya abiertas.
Se están abriendo centros justo en un momento en el que el mundo asociativo tiene serias dificultades para mantener abiertos los ya existentes. ¿Es necesario que se mantengan con ayudas de la administración o apuestan por la autofinanciación?
Si hay algo que he aprendido desde que constituimos la Agencia es que las casas tienen que autofinanciarse y, sobre todo, no pueden recibir subvenciones que les cubran absolutamente todo. Ellos también tienen que poner sus medios y demostrar su iniciativa. La administración les va a apoyar, pero primero necesitamos saber que se van a implicar.
¿Cómo afrontan el relevo generacional?
El tema de los jóvenes es complicado, porque las casas regionales tienen poco atractivo para ellos. Muchos están por cariño y recuerdo a sus padres o sus antepasados, y un poco por obligación. La Comunidad de Madrid tiene una gran ventaja y es que el relevo generacional nos queda lejos. Son gente joven que acaba de poner en marcha esta iniciativa y que tienen muchas ganas de hacer cosas. Somos capaces de innovar más que el resto. Podemos hacer una casa virtual aprovechando las nuevas tecnologías, como sucede en el caso de Miami. Ahí la gran mayoría son jóvenes. En todo caso, nuestro problema sería que la emigración tradicional se quede descolgada de estas casas.
Madrid es una de las regiones con más retornados. ¿Cómo afrontan esta situación?
En el retorno nos sucede lo mismo que con los datos de los madrileños en el exterior. No tenemos ninguna ayuda del Ministerio para saber el número de retornados, ni los que se quedan en Madrid, ni los que se van a otras provincias. Lo único que tenemos es una Oficina del Retorno con la asociación Apoyar que está solucionando más dudas que el propio Ministerio. Nosotros los atendemos a todos, dándoles atención que puede ser social, psicológica o económica. Sin embargo, tenemos que afrontar todos estos gastos sin ningún tipo de colaboración desde el Ministerio.
La Comisión Constitucional del Congreso ha aprobado la reforma de la LOREG con consecuencias inmediatas para la colonia emigrante. ¿Cómo valora medidas como la supresión del voto en las municipales a los no empadronados o el voto rogado?
Yo he mantenido desde el primer momento que no podemos hacer españoles de primera y de segunda categoría. Es una incongruencia poner en vigor el Estatuto de la Ciudadanía Española en el Exterior y aprobar la Ley de Memoria Histórica para garantizar los derechos y la nacionalidad a muchos ciudadanos, y por otro lado legislar para recortar esos mismos derechos. Yo creo que la máxima �??un español, un voto�?� resume, aunque sea de forma simple, la opinión que muchos tenemos de este tema. No estoy a favor de que se restrinja el derecho al voto en ninguna convocatoria electoral, porque me parece un derecho fundamental. Creo que tendríamos que hacer más esfuerzos en garantizar que los españoles en el exterior voten con transparencia y en igualdad de condiciones que los que residen en España y perder menos tiempo recortando sus derechos. En cuanto al voto rogado, creo que va a provocar un descenso en el voto de los emigrantes. Ya estamos llegando tarde porque en las próximas elecciones no tendremos tiempo de explicarles con tiempo suficiente las novedades que quiere intr
Definitivamente sí. Teníamos que cumplir con un calendario marcado, aunque hemos sufrido algunas demoras porque a la administración le cuesta cumplir los plazos y porque abrir caminos siempre es difícil. Creo que una de las cosas importantes es que nos hemos puesto en valor dentro de nuestra Comunidad Autónoma, pero también como interlocutores con otras comunidades y con la administración central. Nuestra mayoría de edad la da el hecho de haber encontrado nuestro hueco, haber adquirido personalidad propia y disponer de recursos suficientes para realizar nuestro trabajo.
¿Se ha propuesto objetivos igualmente ambiciosos para el futuro?
El trabajo de la Agencia no termina ni tras la celebración del Consejo, ni después de presentar el Plan de Ayudas. El proyecto de la AME es mucho más ambicioso, y eso a pesar de la crisis y de que los presupuestos sean muy austeros. La expansión de la Agencia es muy buena, pero tenemos que seguir nuestro trabajo en otros países y llegar a nuevas colectividades. Tenemos un reto muy importante con los madrileños que están dispersos por el mundo y es cumplir el Plan de Ayudas, un documento que recoge nuestras prioridades en materia social, sanitaria y cultural.
¿Se puede ser ambicioso a pesar de los recortes económicos o habrá que priorizar unos proyectos sobre otros?
Es verdad que estamos sufriendo un recorte económico y no nos podemos plantear objetivos más ambiciosos. Pero también es cierto que a día de hoy nuestra labor tiene que ser más micro que macro. Para construir una casa hay que empezar por los cimientos, y para nuestro trabajo lo importante es ir desde lo pequeño a lo grande, como puede ser el impulso de asociaciones, buscar las colectividades de madrileños e implicarlos con la Comunidad. A día de hoy ese trabajo es más importante que, por ejemplo, hacer una macro-inversión en nuevas tecnologías. Soy partidaria de comenzar desde abajo. Me parece mucho más sólido el resultado.
¿Cómo surge la idea de la creación de la AME en una Comunidad con uno de los porcentajes más altos de inmigración?
En la primera legislatura yo estaba trabajando con la presidenta. Nos llegaban muchas cartas de madrileños en el exterior que pedían información, ayudas, querían retornar o simplemente querían una foto de la presidenta para un centro. Nos dimos cuenta de que había un vacío y que este colectivo no tenía un interlocutor en la administración. Vimos que otras comunidades este problema ya lo tenían resuelto y apostamos entonces por la Agencia Madrileña para la Emigración. Es verdad que nosotros recibimos muchos inmigrantes y a la hora de valorar las necesidades, apostamos por una Consejería para atender la inmigración y una Agencia para la emigración. Creo que son modelos compatibles y que atienden perfectamente las necesidades de cada colectivo.
¿Cómo está dividida la población emigrante madrileña en el exterior?
Hablar de cifras es uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos. Los datos del INE que sacamos por Internet indican que son 220.000 madrileños los que viven en el exterior. Pero no sabemos dónde están exactamente. Por eso trabajar así es tremendamente difícil, es un reto muy complicado. Sin la ayuda del Gobierno central es muy complicado conocer cifras. Nosotros hemos solicitado el PERE de forma reiterada en todos los ámbitos a donde hemos acudido y hemos presentado una Proposición no de Ley en la Comunidad de Madrid, para que el Gobierno regional inste al Gobierno central a que nos ayude a conocer esos datos. Es muy frustrante saber que tienes gente a la que quieres ayudar y no puedes llegar a ella.
¿Qué reclaman los madrileños en el exterior?
Por decirlo a grandes rasgos, en los países de Latinoamérica hay una mayor necesidad asistencial por parte de nuestra colonia. En el caso de Europa reclama atención cultural, quieren que lleguen hasta allí exposiciones y que en general la cultura madrileña pueda ser accesible para ellos. En Latinoamérica lo que hemos recibido son solicitudes de seguros médicos y plazas en residencias para mayores. También les interesa la cultura, pero claro cuando las necesidades son otra, eso queda en un segundo plano.
En los dos últimos años han impulsado la creación de trece centros madrileños. ¿Mantendrán este mismo ritmo de aperturas en el futuro?
De estos trece centros lo cierto es que hemos impulsado nueve, porque ya había cuatro constituidos: Rosario, Santiago de Chile, Melbourne y Cuba. Respecto a los centros que ya existían hemos procurado potenciarlos, ampliar su oferta y dotarlos de nuevos recursos. En los centros nuevos hemos querido potenciar colonias de madrileños que sean significativas, pero que además quieran trabajar. Yo siempre les digo que esto es algo voluntario que se tienen que creer, porque mi despacho está en Madrid y no puedo estar con ellos todos los días. Ha sido un trabajo duro e ilusionante, a veces con gente más joven, otras con gente mayor, pero con ganas de trabajar. Tenemos centros que pueden ser un referente no sólo para los madrileños, sino para todas las regiones españolas, como es el caso de México con unas instalaciones modélicas, o por ejemplo el de Miami, con una web dinámica en la que caben todos. Esta carencia que tenía Madrid en centros regionales se han convertido en una oportunidad, potenciando un asociacionismo diferente. La Comunidad no va a comprar casas, ni alquilar oficinas. Hay que reinventarse llegando a acuerdos con universidades o ayuntamientos en los que poder estar. A veces como sabemos que la gente no va a acudir a un edificio es más importante tener una página web potente en la que dar respuesta a este colectivo. Creo que estamos innovando respecto a las casas regionales tradicionales y que cuyo grado de atracción, sobre todo en las nuevas generaciones, ha ido descendiendo mucho.
¿Cuáles serán las próximas aperturas?
El 12 de octubre esperamos poder inaugurar la Casa de Madrid en Nueva York. Contamos con muchos madrileños residiendo allí y creo que será un acierto su apertura. Son madrileños que, en general, tienen muy buena preparación, que a veces van por unos años y luego se instalan definitivamente, pero que son muy activos y están muy interesados en mantener los vínculos con Madrid. También tenemos constituida la Casa de Madrid en Venezuela y en Sao Paulo. No sé si podremos mantener este ritmo de aperturas en el futuro. De no ser así nos volcaremos en desarrollar actividades con las ya abiertas.
Se están abriendo centros justo en un momento en el que el mundo asociativo tiene serias dificultades para mantener abiertos los ya existentes. ¿Es necesario que se mantengan con ayudas de la administración o apuestan por la autofinanciación?
Si hay algo que he aprendido desde que constituimos la Agencia es que las casas tienen que autofinanciarse y, sobre todo, no pueden recibir subvenciones que les cubran absolutamente todo. Ellos también tienen que poner sus medios y demostrar su iniciativa. La administración les va a apoyar, pero primero necesitamos saber que se van a implicar.
¿Cómo afrontan el relevo generacional?
El tema de los jóvenes es complicado, porque las casas regionales tienen poco atractivo para ellos. Muchos están por cariño y recuerdo a sus padres o sus antepasados, y un poco por obligación. La Comunidad de Madrid tiene una gran ventaja y es que el relevo generacional nos queda lejos. Son gente joven que acaba de poner en marcha esta iniciativa y que tienen muchas ganas de hacer cosas. Somos capaces de innovar más que el resto. Podemos hacer una casa virtual aprovechando las nuevas tecnologías, como sucede en el caso de Miami. Ahí la gran mayoría son jóvenes. En todo caso, nuestro problema sería que la emigración tradicional se quede descolgada de estas casas.
Madrid es una de las regiones con más retornados. ¿Cómo afrontan esta situación?
En el retorno nos sucede lo mismo que con los datos de los madrileños en el exterior. No tenemos ninguna ayuda del Ministerio para saber el número de retornados, ni los que se quedan en Madrid, ni los que se van a otras provincias. Lo único que tenemos es una Oficina del Retorno con la asociación Apoyar que está solucionando más dudas que el propio Ministerio. Nosotros los atendemos a todos, dándoles atención que puede ser social, psicológica o económica. Sin embargo, tenemos que afrontar todos estos gastos sin ningún tipo de colaboración desde el Ministerio.
La Comisión Constitucional del Congreso ha aprobado la reforma de la LOREG con consecuencias inmediatas para la colonia emigrante. ¿Cómo valora medidas como la supresión del voto en las municipales a los no empadronados o el voto rogado?
Yo he mantenido desde el primer momento que no podemos hacer españoles de primera y de segunda categoría. Es una incongruencia poner en vigor el Estatuto de la Ciudadanía Española en el Exterior y aprobar la Ley de Memoria Histórica para garantizar los derechos y la nacionalidad a muchos ciudadanos, y por otro lado legislar para recortar esos mismos derechos. Yo creo que la máxima �??un español, un voto�?� resume, aunque sea de forma simple, la opinión que muchos tenemos de este tema. No estoy a favor de que se restrinja el derecho al voto en ninguna convocatoria electoral, porque me parece un derecho fundamental. Creo que tendríamos que hacer más esfuerzos en garantizar que los españoles en el exterior voten con transparencia y en igualdad de condiciones que los que residen en España y perder menos tiempo recortando sus derechos. En cuanto al voto rogado, creo que va a provocar un descenso en el voto de los emigrantes. Ya estamos llegando tarde porque en las próximas elecciones no tendremos tiempo de explicarles con tiempo suficiente las novedades que quiere intr