El español Santiago Sánchez, liberado en Irán hace apenas un par de días, ya está de regreso a España. Sus familiares y amigos le esperaban en el aeropuerto, donde le hicieron un caluroso y emocionado recibimiento. "No sabemos lo afortunados que somos por haber nacido en este país", afirmó el madrileño de 42 años, que agradeció efusivamente al embajador español en la república islámica, Ángel Losada, su capacidad negociadora e intermediación, dado que sobre él pesaba una condena de pena de muerte por espionaje. 

Su detención coincidió con las protestas en Irán por la muerte de Jina Mahsa Amini - la joven iraní de origen kurdo que fue arrestada y torturada​​ por la policía religiosa islámica por no usar su hiyab correctamente - y cuya tumba decidió visitar. Ana Baneira, también arrestada en ese momento, fue liberada en febrero. El ministro había prometido trabajar discretamente por la liberación de Santiago.

El ministro Albares, también, manifestaba su "alegría" por la liberación de Santiago, y porque por fin haya podido reunirse con su familia y amigos en España. Al mismo tiempo, agradeció a la Embajada española en Irán y al Ministerio las gestiones llevabas a cabo en estos meses. 

Santiago estuvo detenido un año en Irán, acusado de delitos que en ningún momento fueron revelados. De hecho fue arrestado cuando se dirigía a Qatar para ver el Mundial de Fútbol. De ahí que su liberación se enmarca dentro de las relaciones diplomáticas amistosas que existen entre ambos países. De hecho, el pasado mes de octubre, José Manuel Albares, había pedido su liberación, coincidiendo con el aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos.