sábado, 27 de abril de 2024

EMIGRACIÓN EN REINO UNIDO

Reino Unido quiere blindar sus fronteras "salvo a ciudanos de la UE con una oferta de trabajo"

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La ministra británica del Interior, Theresa May.

La ministra británica de Interior, Theresa May, considera que sólo los ciudadanos de la Unión Europea (UE) que tengan una oferta de trabajo deberían entrar en el Reino Unido, como manera de controlar la inmigración. La ministra afirma en un artículo publicado en el dominical "The Sunday Times" que la ausencia de fronteras en la UE es la causa de la actual crisis migratoria en el bloque europeo.

Añade que el principio de libre movimiento en la UE ha permitido que los comunitarios desocupados puedan pasar de un país a otro en busca de empleo y de subsidios estatales, lo que supone una fuerte presión para los servicios sociales del país.

Según la ministra, la crisis migratoria por la llegada este verano a las costas del sur de Europa de miles de inmigrantes que arriesgan la vida por conseguir una vida mejor debería ser una llamada de atención para los líderes europeos.

Cuando fue establecido, "el libre movimiento significaba la libertad de pasar (a otro país) para hacer un trabajo, no libertad de movimiento para cruzar fronteras en busca de trabajo o solicitar un beneficio (estatal)", subraya May.

"Sin embargo, el año pasado, cuatro de cada 10 inmigrantes comunitarios (...) vinieron aquí sin trabajo", agrega.

Este artículo sale publicado después de que unas cifras oficiales indicasen que la inmigración neta al Reino Unido aumentó hasta 330.000 personas en los doce meses hasta finales del pasado marzo, un aumento del 39,8 % respecto al mismo periodo del año anterior.

La inmigración neta -la diferencia entre los ciudadanos que llegan y los que se marchan- se coloca muy por encima del objetivo del Gobierno de situarla en 100.000 personas al año.

Poco después de su victoria en las elecciones generales del pasado 7 de mayo, el primer ministro británico, David Cameron, prometió aplicar fuertes medidas para reducir la inmigración.

El Gobierno tiene previsto presentar en el Parlamento antes de que termine el año un proyecto de ley para combatir la inmigración ilegal, con medidas como la confiscación de los salarios de los inmigrantes que estén en situación irregular.

Estos extranjeros sin papeles en regla afrontan también la posibilidad de ser condenados a penas de hasta seis meses de cárcel, mientras que se obligará a los dueños de restaurantes, bares y hoteles a verificar la situación legal de las personas que contratan a fin de asegurar que están legalmente en el Reino Unido.

La cuestión migratoria es uno de los asuntos que Cameron quiere abordar con sus socios comunitarios a fin de conseguir reformas antes de convocar el prometido referéndum sobre la permanencia o salida del Reino Unido de la UE antes de que termine 2017.

Los problemas de la inmigración acaparan la atención del país por el importante flujo de inmigrantes que intentan llegar a Europa desde el norte de África y desde Turquía.

Además, en el último mes, las autoridades francesas tuvieron que controlar el túnel bajo el Canal de la Mancha en la localidad francesa de Calais por la gran cantidad de inmigrantes que intentan llegar al Reino Unido.