viernes, 26 de abril de 2024

Jorge Martínez: “En lo más alto de Nueva York hay un trocito del castro de Castromao”

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Jorge Martínez

Emigración, sacrificio y éxito podrían resumir la historia de Jorge Martínez, el protagonista del Foro La Región que se desarrolló en el Auditorio Municipal Ilduara de Celanova.

El diseñador encargado de la reforma y del museo del Empire State Building y del Museo del 11-S, dos de los iconos de Nueva York (EEUU), volvió a sus raíces para dar a conocer a sus convecinos los entresijos de dos proyectos de fama mundial que llevan el sello de un joven hijo de la emigración -sus padres son de A Seara (Cartelle) y Hermide (Celanova)- que pasaba sus veranos a caballo entre Oseira y el espolón celanovés. 

Aunque jugaba en casa, el presidente de la delegación ourensana del Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG), Rafael Castro, fue el encargado de presentar al ponente, director de diseño de la empresa Thinc de Nueva York con quien ha desarrollado diferentes proyectos desde Estados Unidos a Abu Dhabi. “Sorprende su capacidad para transformar grandes espacios en espectaculares diseños arquitectónicos que cambian las perspectivas de quienes lo visitan, generando experiencias y recuerdos”, dijo el arquitecto ourensano. 

“Voy a hablar en castellano, pero falo galego”, comenzó el diseñador, para quien fue un orgullo poder compartir la tarde-noche de ayer con algunos familiares y amigos que se colaron entre el público citado en el Auditorio municipal. “Como hijo de emigrantes, vivo dos vidas. De pequeño siempre tenía un pie aquí y un pie allá. En mi casa se hablaba gallego, se celebraban las fiestas de aquí. Aún hay muchos que piensan que soy ingeniero de aviones, y aunque me metí en arquitectura, acabé en diseño. Llevo trabajando en museos desde entonces y me encanta. Y todo está influido en todo lo que aprendí y absorbí aquí, en Celanova”, desveló sobre su historia personal. 

Celanova. 21/10/2021. Foro La Región en Celanova con Jorge Martínez, y presentado por Rafael Castro.Foto: Xesús Fariñas

Tomando el hilo de la ponencia “Influencia galega no deseño de obras icónicas na Gran Mazá”, Martínez narró cómo fue el proceso constructivo y la experiencia que supone recorrer el Empire State, desde la nueva entrada hasta el mirador que llevan su sello. Una obra presupuestada en 165 millones de euros en la que se transformaron seis plantas, incluido un museo que relata cómo fuela construcción de un edificio de 100 pisos en un año (de 1930 a 1931), para hacer de las “largas colas de dos horas” una experiencia para el turista y una invitación para comunicarse, socializar, al más puro estilo celanovés. “Fue una oportunidad casi no merecida porque, sin ser arquitecto licenciado, pude influir en la transformación de un edificio que, antes de la pandemia, visitaban 4,5 millones de personas al año”, dijo.

La experiencia para desarrollar estos dos grandes proyectos, dijo sin poder evitar emocionarse, la cogió de su familia. “Igual que llegué a liderar el proyecto de reforma del Empire State y cambiar un ícono mundial sin ser arquitecto licenciado, ellos también llegaron a hacer grandes cosas sin educación formal o doctorados -dijo citando expresamente a dos de sus tíos-. Es una cosa gallega, una confianza de que no hay reto o proyecto que no se pueda hacer, solo los que no se intentan”. 

Precisamente ese orgullo gallego y ese amor por su tierra lo llevó, allá por 2019 en pleno proceso de la reforma de Empire State, “gracias a la idea de Antonio Piñeiro (técnico municipal de Cultura), a enterrar una teja del castro de Castromao en el centro de la planta 102. Se puede decir que en el centro del mundo, en lo más alto de Nueva York”, dijo para el regocijo y aplauso de los presentes. Pero esa no es la única conexión con Celanova, dijo Martínez tras recordar que en el diseño del Museo del 11-S, la localización de la columna que preside la sala más grande, está inspirada en la ubicación del pilón de la Praza Maior. “Y no serán las últimas”, dijo en una muestra más de su sentido del humor y, adelantando su plan de llevarse “algo” de la capilla de San Miguel para un jardín de Abu Dabhi en el que está trabajando.

Celanova. 21/10/2021. Foro La Región en Celanova con Jorge Martínez, y presentado por Rafael Castro.Foto: Xesús Fariñas

Con una amplia y consolidada trayectoria profesional, transformando dos grandes iconos de fama mundial que le han merecido varios premios de talla internacional, el deseo y anhelo de este humilde hijo de emigrantes está en poder trabajar algún día en su tierra. “Todavía no he tenido oportunidad, me encantaría. Sería volver al inicio, porque es donde tengo el corazón”, concluía antes de postularse para el diseño de un museo de Celanova.

El museo del 11-S: un gran logro del que no le gusta hablar

Los espectadores arroparon con aplausos la emotiva  ponencia de Martínez, quien no pudo evitar alguna lágrima al referirse a su familia. Sentimientos a flor de piel que también afloraron ante las preguntas del público sobre cómo fue participar en el museo del 11-S. “No me lo creía. Al empezar fue muy difícil por la presión, era un trabajo mundial. Nos ofrecieron ayuda psicológica…”, recordaba, antes de confesar que lloró dos veces en siete años, una tras saber que un amigo estaba entre los fallecidos que no pudieron ser identificados. “No hablo mucho de este proyecto”, dijo.