El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha recibido en su despacho de Suárez de la Riva 11, en Oviedo, al presidente de la asociación Compromiso Asturias XXI, Eduardo Sánchez Morrondo y a tres miembros de la junta directiva del colectivo, Carmen Alsina, Carlos Ranera y Reyes Ceñal.

Son varios los asuntos que la Asociación de profesionales asturianos de la diáspora y el Gobierno asturiano tienen sobre la mesa. A finales del año pasado, ambos anunciaban la creación del Observatorio de la Nueva Emigración Asturiana, en el que tendrá un gran protagonismo el ejecutivo, pero también la Universidad de Oviedo y el ámbito empresarial. 

La idea es que el Observatorio pueda funcionar como "una plataforma de oportunidades, con una visión panorámica de las necesidades de Asturias y las posibilidades que puede ofrecer a los asturianos del exterior, pero también hacia los inmigrantes que la región pueda recibir en un futuro, para traer y retener talento", adelantaba Morrondo. 

Pero no solo. La Asociación pretende que sea la fórmula para que, "desde el punto de multidisciplinar, todos aquellos organismos que tengan algo que aportar sobre la emigración trabajen conjuntamente", incluso para que pueda servir de "consejo asesor del Gobierno para guiarlo en sus políticas". 

Y es que Asturias se enfrenta a muchos retos en lo que Barbón, ha venido denominando como "la década del cambio", y uno de ellos es el demográfico. Curiosamente, mientras que en la Asturias territorial la población envejece, en la exterior ocurre lo contrario.

Si hasta ahora los casi 31.000 asturianos de primera generación censados en el extranjero superaban los 65 años, la previsión es que en los próximos la tendencia cambie y sean mayoría los de entre 16 y 65 años, una emigración de talento, "con un alto nivel de formación" y residencia en Europa, a donde se desplazan a estudiar, cursar los últimos años de carrera o de posdoctorado o para buscar de oportunidades laborales.