La Asociación de Empresa Familiar Asturiana (AEFAS) y la Asociación Cántabra de Empresa Familiar (ACEFAM) celebraron la jornada titulada Asturias y Cantabria, tierra de indianos en la sede de la Fundación Archivo de Indianos de Colombres (Ribadedeva, Asturias).

El acto contó con la presencia de empresarios de ambos lados del Atlántico, entre ellos Omar González Pardo, colombiano de ascendencia española, fundador y presidente del Grupo Trinity; Antonio Suárez, astur-mexicano que preside Grupomar y Francisco Rodríguez, presidente de ILAS-Reny Picot.

Durante los coloquios que tuvieron lugar en Colombres, Antonio Suárez habló de la importancia que Europa y, en concreto España, tiene en México como segundo socio comercial solo después de Estados Unidos, así como del peso de la empresa familiar entre los emigrados españoles a Latinoamérica. Al igual que en nuestro país, su funcionamiento depende de una sucesión ordenada. Por eso, recordó, “esta tiene que mantener unida a su familia y dejar todo muy bien estructurado”.

Omar González Pardo preside un grupo que aglomera una docena de compañías en cuatro países y que genera más de 12.000 empleos. Su acería es la más grande de Colombia, con el 23% de la producción de aquel país. González Pardo señaló que “lo más importante de mi empresa no es el acero ni el carbón, sino el ser humano con su conocimiento”.

En los últimos años, explicó el empresario, la admiración e influencia que genera Estados Unidos en Latinoamérica ha empezado a girar hacia Europa, y en concreto hacia España. Es, por tanto, en su opinión, un momento de incertidumbre, pero también una gran oportunidad de potenciar las relaciones económicas.

Francisco Rodríguez, presidente de ILAS-Reny Picot, participó en un coloquio junto a Omar González Pardo. Rodríguez habló, refiriéndose al sector agroalimentario y la Política Agraria Común (PAC), de la necesidad de que “desde Bruselas tengan en cuenta que la economía europea no es homogénea, y que esto supone en algunos casos barreras infranqueables en cuanto a la competencia”. En su opinión, es fundamental que desde las instituciones se evite a toda costa el abandono del campo, uno de los pilares también de la economía y sociedad asturianas.

El presidente de AEFAS, Íñigo Cabal, manifestó su admiración y agradecimiento a todos aquellos hombres y mujeres que emigraron a América en busca de un futuro mejor, a menudo pasando penalidades.

Por su parte, el presidente de la ACEFAM, Vicente Alciturri, también afirmó que “en estos tiempos tan duros, hay que hacer una reflexión y ver lo que hicieron esas personas en aquellos tiempos”, en referencia también a los emigrados. “Son una inspiración para las empresas familiares actuales”.

La jornada concluyó con una visita de los asistentes a la Quinta Guadalupe, sede de la Fundación y Museo de la Emigración.