En ocasiones, la realidad supera a la ficción. Es el caso de la siguiente historia que tiene como protagonistas a los herederos de una española en Suiza. La Corte Singular en Materias de Sucesión de Suiza busca a los familiares de Esperanza Josefa Alonso Suárez, una ovetense fallecida en Zúrich, para entregarles su herencia. La institución ha publicado un anuncio en España en el que detalla el orden de los herederos que tienen derecho a reclamar y los pasos que estos deben seguir.
El anuncio, publicado en varias cabeceras de prensa, detalla que el 13 de abril de 2019 murió Esperanza Josefa Suárez, nacida el 7 de junio de 1926 en Oviedo e hija de Andrés Alonso y Esther Suárez. A raíz de su fallecimiento las autoridades comenzaron los trámites legales para localizar a sus herederos. Al no reclamar nadie su legado, la Corte de Suiza ha decidido buscar en España.
En primer lugar, las personas que tienen derecho a su herencia, según se explica en el propio anuncio, son los «posibles» descendientes de la fallecida. Si faltan estos, se convoca en segundo lugar a sus hermanos y, si no se personan, a sus tíos. Por orden, y si no aparece ninguno de ellos, Suiza reclama la presencia de Laura Ester, su ahijada, de quien se desconoce su apellido y que «supuestamente» también vivía en Oviedo.
Según publica el diario LNE, la mujer, a la que se le buscan herederos tiene 5 hermanos y 14 sobrinos. De hecho la familia, que siempre tuvo contacto con la fallecida, está «sorprendida» por el requerimiento del juzgado de Zurich porque su esposo también está vivo. De hecho, todavía este verano visitó Gijón, como solía hacer con su mujer, y estuvo con algunos de los familiares de María Mercedes. Además de estos parientes directos, la mujer por la que pregunta el juzgado de Zurich tiene nada más y nada menos que 14 sobrinos (otros tres ya fallecieron), repartidos entre Alemania, Francia y Asturias (Gijón y Siero, principalmente).
María Mercedes Muñoz Iglesias disfrutó de una muy buena salud hasta apenas un mes antes de morir, el 2 de octubre de 2011. El verano antes de su fallecimiento, como era sus costumbre, pasó las vacaciones estivales en Asturias, con su esposo, y aprovechó para verse con buena parte de sus familiares. Y es que, tal y como señalan, la relación de la mujer con la gente de su familia era muy buena. Tras su fallecimiento, nadie se preocupó en ningún momento de la herencia, porque su esposo sigue vivo.