viernes, 26 de abril de 2024

Nuevos retos en la Peña Andaluza de Vilvoorde: cambio de local y actividades para asegurar el relevo generacional

Un grupo de niños disfruta de la programación de Halloween.
Desde hace unos meses la Peña Andaluza de Vilvoorde ha cambiado su sede social en la ciudad belga trasladándose a un edificio histórico cedido por el Ayuntamiento. Las condiciones económicas son bastante favorables para la entidad andaluza, aunque, según un portavoz, durante los primeros años tendrán que realizar 'un gran esfuerzo para afrontar los muchos gastos' que tienen por delante. Para ello la dirección ha pedido la colaboración de los socios que no han dudado un momento en responder favorablemente a la llamada, poniendo cada uno su granito de arena según sus posibilidades económicas. Se trata de un pequeño préstamo que les será devuelto según vaya evolucionando en sentido favorable la situación económica. Un gran ejemplo para muchos.

A pesar de las dificultades económicas, la dirección no olvida a sus miembros y mantiene sus muchas actividades socioculturales. A lo largo de los últimos meses destacan diversas actividades infantiles, con la intención de convertir a los pequeños en el relevo generacional para que la Peña Andaluza pueda mantenerse durante los 27 años que durará el contrato firmado con el Ayuntamiento de la ciudad: tardes de cine, juegos infantiles y una fantástica tarde de Halloween con todos sus alicientes hicieron que los pequeños disfrutaran de lo lindo.

Los más mayores han contado con veladas de bingo, karaoke, una comida en honor de los miembros pensionados y ejercicios de baile para los más mayores. Los cursos de baile flamenco han estado dirigidos por Antonio Cantón, El Chico, como profesor especializado. Juegos para mayores y chicos, parodias de los programas televisivos españoles... y más actividades que han contado con la colaboración culinaria de los reposteros Trini y Maxi.

El Mundial tampoco ha faltado a su cita con los socios, que pudieron seguir con gran pasión y emoción todos los partidos de la selección española en una gran pantalla. La entidad también recibió este año a la representante de la Junta de Andalucía, Rosario Ayala. Pero sin lugar a dudas, la actividad estelar del año fue la Gran Feria Andaluza celebrada en una gran carpa y que contó con la asistencia de más de 10.000 personas que pasaron durante los cuatro días de programación para disfrutar de los espectáculos de danzas flamencas ofrecidos por grupos de jóvenes nacidos en el mundo de la emigración.

La gastronomía española tuvo un lugar preeminente en esta cita, ya que no faltaron ni la paella ni los churros. Cerca de un centenar de colaboradores trabajaron desinteresadamente para que la Feria de Abril resultase todo un éxito. Sólo se llegó a lamentar la ausencia de la Administración española en la mayoría de las actividades. Se trata de una ausencia que no cubre el apoyo moral que reivindican las directivas de las entidades españolas, que afirman sentirse cada vez más olvidados en su lucha por evitar su desaparición después de tantos años dedicados a mantener y difundir la cultura española en el exterior.