martes, 30 de abril de 2024

Más de un siglo haciendo galleguidad en el mundo

Cantaba Carlos Gardel que “veinte años no es nada”, tampoco lo son los 100 o incluso más que ya han cumplido más de 20 entidades entidades de la diáspora gallega, de las que a día de hoy 19 forman parte del Pleno del Consello de Comunidades Galegas, (la mayoría arraigadas en Argentina), y a las que la Xunta de Galicia rendía un sentido y cálido homenaje mediante la entrega de unas placas, durante la XIII edición del Consello de Comunidades Galegas que se celebró en Ourense. 

Y aunque todas aspiran a cumplir tantas décadas o incluso más que el Centro Gallego de Montevideo, el más antiguo del mundo, con 140 años de vida, cada una de ellas custodia un gran legado: la historia de la emigración gallega en el mundo.

ASOCIACIÓN CENTRO PARTIDO DE CARBALLIÑO

La institución se constituyó en el año 1918 con el nombre  de “Hijos del Partido de Carballiño”, pero no fue legalmente reconocida hasta 1956

“Galicia no va a desaparecer, siempre va a haber gallegos, pero necesita aumentar su población”

Silvana Reynoso posa con la placa de reconocimiento de la entidad que preside
Silvana Reynoso posa con la placa de reconocimiento de la entidad que preside

La celebración de este XIII pleno del Consello de Comunidades Gallegas es para la presidenta de una de la casi veintena de asociaciones centenarias reconocidas, María Silvana Reynoso, una oportunidad para el aprendizaje. “Siempre se aprende y la vivencia te ayuda para poder contar. Estos encuentros nos dejan mucha riqueza que nos llena de cultura, permite que puedas hablar desde otro punto de vista sobre la galleguidad, sobre aspectos sociales y sobre por qué es necesario potenciar el retorno”.

Y es en la vuelta a la Galicia territorial en la que está enfrascada la Xunta sobre la que esta bisnieta de emigrante de Carballiño, que no ha podido optar a la nacionalidad española, lo tiene muy claro: “Galicia no va a desaparecer, siempre va a haber gallegos, pero necesita aumentar su población”. Cada año Silvana acompaña a compatriotas gallegos a conocer distintos lugares de España, la comunidad gallega y por supuesto Cea, el pueblo de sus ancestros, en cuya salea y procesión participa.

Como “sumamente importante” califica la disposición adicional 8ª de la Ley de Memoria Democrática que está permitiendo a hijos y nietos de emigrantes tener pasaporte español. “Eso es oro, la leche”, afirma para confesar a renglón seguido que “está enamorada de Galicia”. Un amor que transmite a su nieto que sueña con conocer y recorrerla. 

El próximo mes de noviembre el centro carballinense de Buenos cumplirá 105 años de vida. El reto para Reynoso es “fomentar la unidad de las entidades”, tal y como ocurrió durante la celebración del Día das Letras Galegas y atraer a los gallegos y no gallegos a él. Un trabajo al que dedica todas las horas de su día, que le produce algunas pérdidas – incluso económicas – pero como ella misma dice: “la ganancia es otra”

ASOCIACIÓN GALEGA RESIDENTES DE MOS DE MUTUALIDAD CULTURAL Y RECREO

Fundada en 1918 en Buenos Aires, su misión es mantener vivas las raíces y el folklore de los emigrantes mosenses.

“Es triste que en las familias vuelva a haber emigrantes. La situación que vive Argentina es muy incierta, y los jóvenes vuelven a repetir la historia de sus padres”

María Josefa Rial Otero, durante el desarrollo del Pleno en el que se reconoce la labor de la Asociacion de Residentes de Mos de la que es secretaria
María Josefa Rial Otero, durante el desarrollo del Pleno en el que se reconoce la labor de la Asociación de Residentes de Mos de la que es secretaria

Emocionada y orgullosa se sintió la secretaria de la Asociación Galega de Residentes de Mos, María Josefa Rial Otero, otra de las entidades centenarias reconocidas en el XIII Pleno del Consello de Comunidades Galegas, mientras recibía su placa. “He pensado en todo el trabajo que hicieron nuestros fundadores desde los orígenes hasta hoy y me he dado cuenta de que todo ha tenido sentido”. En un primer momento la Asociación se centraba en la atención y acogida a los miles de gallegos que llegaban a Argentina en busca de una vida mejor. Sin embargo, todo eso ha cambiado “ahora nos dedicamos a una labor, también, muy importante como es la difusión de la cultura gallega: baile, cantareiras, gaita y percusión”, explica.

La posible fusión de centros gallegos de la que se lleva hablando varias décadas no convence a esta mosense, la única junto con el tesorero de la asociación, nacida en Mos “los gallegos somos muy territoriales, de nuestro kilómetro cuadrado y hace años surgió la idea de empezar a trabajar en la fusión y fue rechazada de plano”, asegura con rotundidad. Este entidad gallego-bonaerense la frecuentan y mantienen gallegos procedentes de todas las provincias: grandes ciudades e incluso  pequeñas aldeas, “y por supuesto los no gallegos que adoptan nuestra cultura”, aclara.

Al llamamiento de Alfonso Rueda durante el XIII Pleno para que los gallegos del exterior retornen y “ayuden a construir Galicia”,  Rial opina que “muchísimas familias emigrantes tienen ya a sus hijos viviendo en España y es triste que en las familias vuelva a haber emigrantes. La situación que vive Argentina es muy incierta, y los jóvenes vuelven a repetir la historia de sus padres, no por necesidad, sino por incertidumbre”, lamenta. “Lo que ven los jóvenes que emigran es que en España pueden construir una proyecto de vida y tener una tranquilidad económica y social que allí no tienen, porque en el país que acogió a tantos miles de emigrantes y fue una potencia, existe una gran inseguridad y pobreza cultural”, concluye.

CENTRO GALLEGO DE AVELLANEDA

Desde el año 1899 esta institución mantiene el firme y decidido compromiso de divulgar el origen e identidad gallegas

El Centro Gallego de Avellaneda, el más longevo de Argentina, apuesta por la juventud

Fidel Lema Roget, preside el Centro Gallego de Avellaneda posa ante el cartel del Pleno
Fidel Lema Roget, que preside el Centro Gallego de Avellaneda, ante el cartel del Pleno

Fidel Lema Roget, es presidente del Centro Gallego de Avellaneda. Con apenas 16 años  emigró a Suiza, pero unas vacaciones a los 33 años a Argentina cambiaron para siempre su historia. Allí conoció a la que hoy es su esposa. Juntos se establecieron en la localidad de Avellaneda, en la provincia de Buenos Aires y formaron una familia.  

El deseo de que sus dos hijos conociesen de cerca la cultura gallega, le llevó a apuntarlos a clases de gaita y baile tradicional. Mientras ellos se empapaban de la cultura de sus ancestros, Fidel se integraba como vocal en la Comisión Directiva del centro. Más tarde fue vicepresidente, y recientemente, tras el fallecimiento de su presidenta, se convertía con 57 años en presidente interino, a la espera de serlo de pleno derecho en las próximas elecciones. Desde hace 20 años trabaja en Hospital Español de Buenos Aires.  

Pero también preside el Centro Gallego más antiguo de Argentina, con 124 años de historia. “Es un orgullo que siga funcionando después de tantos años, teniendo actividades y moviéndose”, afirma Fidel para quien la mayor dificultad es atraer a las nuevas generaciones “actualmente somos 500 socios, la mayoría “grandes” - mayores - a pesar de que permanentemente tenemos actividades gratuitas para la colectividad. Sin embargo, aunque nos hemos modernizado e intentado que  los jóvenes se integraran en la dirección del centro, nos cuesta, porque ni ellos mismos saben lo que quieren hacer”.

Entusiasmado por conocer a compañeros de otras instituciones y compartir experiencias, aprender de lo que hacen otros, Fidel considera que es muy importante que se pongan en marcha planes e iniciativas para fomentar el retorno. “Tengo un hijo que está estudiando y estoy esperando a que concluya para se venga a España. Argentina no tiene futuro, es muy triste, pero es real. Sin embargo, Galicia tiene muchas cosas que ofrecer. Yo no digo que les den nada gratis, pero sí que los ayuden”, asegura con emoción mientras reconoce la dureza de la emigración. “Si pudiera volvería a Galicia, porque el país que me acogió ya no responde a mis expectativas. Volveré, cuando me jubile estoy seguro de que lo haré”.

AGRUPACIÓN ARTÍSTICA GALLEGA DE CUBA

La Agrupación Artística Gallega, es la decana de las sociedades culturales gallegas en Cuba, fue fundada en 1919.

“Galicia tiene menos habitantes que la ciudad de La Habana, necesita que los gallegos de Cuba vengan a trabajar en el campo, aunque dudo quieran porque son licenciados”

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Julio Ramón Santamaría , presidente de la Agrupación Artística Gallega, recibió la placa de manos de Alfonso Rueda 

Julio Ramón Santamarina, que nació en Cuba, tardó muchos años en conocer la Galicia que su bisabuelo dejó un día y a la que nunca más volvió. Es presidente la Agrupación Artística Gallega de La Habana y de la Federación Gallega que aglutina a 96 sociedades. Apenas seis mantienen su local social en el antiguo Centro Gallego, hoy Teatro Alicia Alonso. “El futuro es difícil porque los jóvenes se nacionalizan con la intención de irse. No sé que jóvenes vamos a tener para dirigir las entidades que existen. La edad media de los presidentes es de 70 y 80 años”.

La endémica precariedad económica que vive el país, afecta y mucho a los gallegos y especialmente a sus descendientes, de aquí que los planes de retorno sean el oxígeno que muchos necesitan para garantizar su supervivencia. “Galicia tiene menos habitantes que la ciudad de La Habana, por eso necesitan que los gallegos de allá vengan a trabajar en el campo y en la construcción”, afirma Santamaría que acaba de cumplir 78 años, aunque ve complicado que este tipo de trabajos satisfagan sus aspiraciones ya que los jóvenes cubanos “son titulados universitarios, muchos de ellos informáticos y quieren desarrollar su profesión, dudo que quieran hacer eso”, dice.

Sobre la situación que vive el país el presidente de la decana de las sociedades cubanas es contundente: “La situación  en Cuba es muy difícil, gracias a las ayudas que recibimos de Galicia salimos adelante ” y culpa al bloqueo de Estados Unidos. No es la única queja de este recio gallego, “los boletos para votar no llegan”, a pesar de los esfuerzos y de los cientos de kilómetros que los españoles recorren para ir a votar en cada convocatoria electoral a las embajada tras la supresión del voto rogado. Por eso, explorar las nuevas tecnologías que permitan el voto electrónico podría ser una solución, “aunque no confío en ella”, sentencia.