sábado, 27 de abril de 2024

Emigrantes retornados a Ourense: diez años de lucha sin resultados

Luis Quintas
Luis Quintas, presidente de la Asociación Ourensana de Emigrantes Retornados

Xiana Cid - La Región

En 2013, miles de emigrantes retornados a la provincia comenzaron a recibir notificaciones de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) en las que se les reclamaba las liquidaciones correspondientes al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) del año 2008 en adelante. El origen de los requerimientos era la Ley 35/2006, que obliga a hacer la declaración de la Renta a los pensionistas con dos pagadores (en su caso, España y el país en el que trabajaron) a partir de los 11.200 euros anuales, mientras que con un solo pagador el límite se sitúa en los 22.000 euros. Ahí arrancó el calvario de los retornados ourensanos. Primero, en los gabinetes de abogados, buscando información, y después, ya como plataforma, en las calles.

El colectivo comenzó a concentrarse ese mismo año frente a la delegación de Hacienda para exigir el cambio de la normativa, por considerarla discriminatoria. “Pero dende entón non cambiou nada, ninguén fixo nada por nós, os nosos problemas non importan”, reclama Luis Quintas, presidente de la asociación ourensana de emigrantes retornados. Casi cada mes, desde 2013 hasta que estalló la pandemia en 2020, los afectados salieron a la calle para recordar el trato desigual que reciben por parte de la Administración estatal. “Pero agora estamos desesperanzados, como durmidos. É lóxico, a xente xa non ten ganas de manifestarse porque non vimos ningún resultado, pese ás boas palabras dos políticos nestes anos”, reconoce Quintas.

Desde el inicio de la pandemia, la plataforma apenas volvió a concentrarse en la ciudad. En 2020 probaron con la marcha en una caravana de coches, para reducir las posibilidades de contagio -los afectados son mayores de 70 años en su gran mayoría-. En la última manifestación, en noviembre de 2021, apenas eran una veintena de personas frente a Hacienda. “Somos todos maiores, había quen non quería baixar xa a cidade porque era unha molestia, quen xa non quere ir se é a pé… A xente xa non era moita ao principio nas concentracións, e cada vez somos menos”, asegura el presidente. 

Quintas también habla de la falta de unión a nivel estatal entre las plataformas de afectados por la Ley 35/2006. “Algunha vez intentei contactar con asociacións doutras comunidades, pero non houbo moito interese pola súa parte. Se cada quen vai ao seu tampouco é sinxelo lograr cambios”, señala. 

Invalidez

El colectivo también reclama el reconocimiento de la invalidez extranjera. “Temos moitos compañeiros que teñen invalidez recoñecida nos países nos que traballaron durante anos, pero aquí non lla recoñecen, non lles serve”, apunta Quintas. 

En cuanto a la dependencia, Luis Gulín, secretario provincial de emigración del PSOE, recuerda que es posible solicitarla, aunque se reciba una pensión del extranjero. “Hai moita xente que ten a falsa crenza de que se tes a pensión de fóra non podes pedir a valoración da dependencia. Así que hai moita xente encamada que non conta con prestacións de ningún tipo, porque cre que non ten dereito”, apunta.