viernes, 26 de abril de 2024

El colectivo venezolano prevé una nueva ola de retornados a Celanova

 Participantes del taller de ejercicio físico impartido desde "Móvete Celanova" en Mourillós.
Participantes del taller de ejercicio físico impartido desde "Móvete Celanova" en Mourillós.

La asociación cultural Cantaclaro de Celanova, constituida hace ahora cinco años como punto de encuentro intercultural entre Venezuela y Galicia, se prepara para la llegada de una nueva oleada de emigrantes retornados a la comarca. El colectivo, que en los últimos años ha tenido que readaptar su actividad para centrarse en la acogida y atención de unas 300 familias procedentes del país latinoamericano, cree que la pandemia del coronavirus va a provocar un nuevo éxodo de compatriotas, muchos de los cuales llegarán a Terra de Celanova por los vínculos familiares. "Cuando se levante el confinamiento mucha gente va a salir de Venezuela. La situación allí es muy caótica", asegura Daysi Ramírez, portavoz del colectivo que tiene su sede en el local O Penedo de Mourillós (Celanova). 

En Venezuela, "no se guardan las distancias sociales, no se cumple con las medidas de aislamiento como aquí y, en los hospitales, puede fallar la luz tres o cuatro horas, y ya sabemos lo que eso significa para la gente que tiene que estar conectada a una máquina", relata Ramírez, quien cree que la nueva oleada de retornados "será igual o superior que la registrada en los últimos años porque la situación es insostenible. La mayoría de la gente joven ha tenido que emigrar, pero sus seres queridos están allá y están pensando en traérselos", asegura. A finales del año pasado, según los cálculos de la Oficina de Atención al Retornado de la provincia, el número de venezolanos en Ourense sobrepasaba las 10.000 personas.

Alimentos, trabajo o vivienda

La atención social se ha convertido en una prioridad para la asociación, que carece de financiación externa y basa su actividad en el tiempo, experiencia y conocimientos que aportan los voluntarios. "En el confinamiento no paramos, mucha gente se quedó sin trabajo", asegura enumerando las diferentes casuísticas a las que han tenido que hacer frente, desde pago de alquileres hasta donación de alimentos, sin olvidar el asesoramiento a la hora de tramitar la documentación, un proceso que -critican- se "demora" más de un año Galicia. "Montamos una operación kilo en casa, para que cada uno de nosotros guarde alimentos de los que poder tirar en caso de necesidad, porque no tenemos un almacén donde poder guardarlos. También hemos hablado con varias alcaldesas de la comarca para conseguir casas", relata Ramírez.

Sobre este último punto, el colectivo, que en 2018 participó en un estudio liderado por la Organización Internacional para las Migraciones que analizaba la situación social en Celanova, abre un paréntesis para reclamar mejoras en el transporte público, con unos horarios y líneas que faciliten vivir en el rural.

Activación con "Móvete Celanova"

La actividad cultural y social fue el germen de Cantaclaro, una faceta que tuvo que dejar a un lado para tratar de atender la llegada masiva de venezolanos a la comarca, algunos de los cuales lo hicieron "con lo puesto". Con una estructura y un plan de actuación más definido, la asociación ha decidido poner en marcha ahora "Móvete Celanova", una propuesta lúdica que arranca en agosto con actividades de ejercicio físico para todas las edades. "Llevamos tres meses sin movernos, necesitamos que la gente se active física y mentalmente", explica Daysi Ramírez, quien anima a compatriotas, pero también a vecinos de la villa de San Rosendo, a participar en el curso impartido por la entrenadora personal Flor Velásquez, con la colaboración de la Dirección General de Tráfico (DGT) que ha donado los chalecos reflectantes para las rutas. Hasta la fecha unas 40 de personas han participado en la actividad, que cuenta con varios grupos al limitarse el aforo por el coronavirus. A partir de la segunda quincena de agosto, la programación se completará con un taller de restauración de muebles y otro de maquillaje para adolescentes, "y tenemos en cartera impartir otro de iniciación a la apicultura", matiza Ramírez, quien destaca y agradece la implicación de los profesionales venezolanos que, de forma voluntaria, impartirán las sesiones.