Desde su apertura al público en enero en el Centro de Cultura Contemporánea Condeduque, la exposición ‘Emigrantes invisibles. Españoles en EE.UU (1868-1945)’ ha recibido 21.636 visitantes, un balance muy positivo según la Fundación Consejo España - EE.UU., impulsora del proyecto.
“Los comisarios James Fernández y Luis Argeo nos hicieron partícipes de una valiosa historia que corría el peligro de desaparecer y que finalmente ha podido darse a conocer gracias a la generosa contribución de los descendientes de estos emigrantes. Tuvimos la intuición de estar ante una oportunidad única de liderar un gran proyecto expositivo y el éxito de la muestra es prueba de ello”, afirma Manuel Mª Lejarreta, secretario general de la Fundación Consejo España - EE.UU.
A principios de 2018, la escritora y madrina del proyecto María Dueñas puso a la Fundación sobre la pista de la investigación que Fernández y Argeo habían venido desarrollando durante más de una década. Tal era el valor documental y el interés del ingente archivo doméstico que habían logrado reunir, que la institución no dudó en comprometerse con el proyecto. “Con esta exposición, la Fundación alcanza de forma nítida su objetivo de estrechar lazos entre ambos países”, añade Lejarreta.
Todas aquellas historias de vida contenidas en fotografías familiares, archivos, objetos personales y documentos, pertenecientes a miles de españoles que lograron alcanzar el sueño americano, tomaron finalmente forma para el gran público en la exposición ‘Emigrantes invisibles. Españoles en EE.UU. (1868-1945)’. Este emocionante recorrido ha atraído a historiadores, medios de comunicación y visitantes interesados en el rastro de los asturianos en las minas de West Virginia y en las factorías del Rust Belt; andaluces en los campos de caña de azúcar de Hawái y en las envasadoras de conservas frutales en California; vascos en los pastos Idaho y Nevada; cántabros en las canteras de Vermont; gallegos y valencianos en los muelles neoyorquinos del Hudson y el East River; más asturianos y más gallegos liando tabaco en las fábricas de Tampa, Florida. “Ver la Sala Sur de Condeduque llena día tras día de gente no especialista ha sido para mí, como académico, la cumbre (¡hasta ahora!) de un largo proceso de investigación”, afirma James D. Fernández.
En estos meses, la exposición ha reunido también a los propios herederos de este legado, diáspora de bisnietos y tataranietos de esos emigrantes que son historia viva de la relación entre ambos países, familias que han viajado desde distintas partes de España y Estados Unidos a Madrid. Según Fernández, al comienzo del proceso los descendientes consideraban que sus materiales y sus relatos no tenían valor histórico: “Creían que sus archivos familiares pertenecían exclusivamente al ámbito de lo íntimo; ahora entienden que no es así”. “La exposición les ha confirmado que sus imágenes ilustran nada menos que una parte desconocida de la ‘Gran Historia’ del siglo XX”, añade Argeo. “Sentimos mucha satisfacción al comprobar que los visitantes se buscaban en las fotografías, aun sabiendo que lo que miraban no eran ellos mismos, sino gentes parecidas en situaciones reconocibles con las que empatizar”.
Fernando Rodríguez Olivares, jefe del Departamento de Exposiciones del centro cultural madrileño, concluye con una valoración muy positiva del paso de esta muestra por la Sala Sur de Condeduque: “Sin duda, ‘Emigrantes invisibles’ ha sido una de las exposiciones con más aceptación de los últimos años, tanto a nivel de visitantes como de críticas positivas recibidas”.
Siguiente reto: itinerancia
La Fundación Consejo España - EE.UU. ya está trabajando en la itinerancia del proyecto junto a los comisarios y al diseñador Paco Gómez y anunciará próximamente el siguiente destino de la exposición: “Queremos que la muestra recorra algunos de los lugares de origen desde los que partieron nuestros invisibles para más adelante cruzar el océano y recalar en los puntos de la geografía estadounidense en los que mayoritariamente se instalaron”, señala María Luque, responsable de asuntos culturales de la Fundación Consejo España - EE.UU. y directora del proyecto expositivo. “Sabemos que la pandemia ha truncado los viajes de muchas personas deseosas de ver cómo sus fotografías familiares forman parte de una gran exposición, pero confiamos en que la itinerancia pueda darles una nueva oportunidad”, asegura Luque.
El comisario Luis Argeo avanza que están trabajando en acercar esta historia a otras ciudades del territorio español porque “son muchos los lugares donde se ha estudiado el adiós de los suyos, pero lo han hecho dando más importancia a su procedencia. Nuestro siguiente reto es completar esa visión con el resto de aspectos que comparten los emigrantes económicos de todo lugar y época”.
La exposición ha contado con el apoyo de New York University y su fundación en España, la Fundación Rey Juan Carlos I, Técnicas Reunidas, la Secretaría de Estado de Asuntos Exteriores del Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, la Embajada de Estados Unidos en España, el Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá, Navantia y Cosentino. Además, personalidades como la escritora María Dueñas, la artista Cristina Pato, el cineasta Guillermo Fesser o el chef Jose Andrés, entre otros, han dado su respaldo a este proyecto.
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