Lola es un canto a Galicia, pero desde el condado de Ocean, en New Jersey (Estados Unidos), lugar al que tantos ourensanos emigraron en busca de una mejor vida. Apodada como la "Flores" al otro lado del charco -con guiño a la Faraona- cumple 100 años rodeada de los suyos, pero lejos de su pequeña aldea de Miranzo, en Celanova, a donde regresó los últimos 34 años. La pandemia le impide que este cumpleaños sople las velas, por primera vez, en su casa natal. "Pero estou encantada por saber que estou falando co meu país, coa miña terra natal. Levo 34 anos viaxando tódolos anos ao meu Miranzo, gozando daquilo, da miña Galicia, da miña familia... E agora non podo por esta cousa que anda por riba de nós", dice la centenaria al otro lado del teléfono.

Aunque nació el 10 de enero de 2021, ayer le tocó celebrar el cumpleaños rodeada de los suyos. "Eu o que quero é que os meus veciños de Miranzo se enteren de que estou viva, que estou contenta e estou ben. Aínda non quero morrer, aínda quero falar da miña Galicia, daquelas empanadas, daqueles cocidos...Iso si que era unha alegría!", dice Lola. 

Lola, con sus hijas Obdulia y Mariló.

Una auténtica matriarca

Y es que en su casa de New Jersey, a la que llegó con su marido Vicente -de Verea- en los setenta, nunca faltó la gastronomía ourensana. El esposo falleció en 1996, pero Lola disfruta ahora de dos hijas, cuatro nietos y dos bisnietos. "Ella sigue dirigiendo nuestras vidas, en todos los aspectos. Dice que si no está, no hay quien nos controle", cuenta su hija, Mariló Enríquez. 

Pulpo, solo gallego

Lola vuelve a la comida: "Aínda seguimos comendo pulpo. Cando vou por aí sempre pregunto: 'É pulpo de España?' Se me din que non, xa non o quero!". Lo único que ha perdido con cien años esta "morriñenta" es algo de oído. Conserva el humor y las ganas de vivir. Ese es el secreto. "Ao principio, houbo moitos anos malos polas miserias. Pero traballei moito e agora levo moi boa vida, coidanme moito. Estou coas fillas, cos netos, cos bisnetos... Pero boto de menos o meu Miranzo".

Deseos para el 2022

Cuando empieza el año, Lola ya se preocupa por los billetes de avión de vuelta a su Galicia natal para pasar el verano. Sabe que este año no podrá ser. "Pero para o ano que vén si que irei e celebrarei con tódolos meus veciños. Espero que todos se coiden. En Galicia somos todos iguales, sempre é unha festa chegar alí. A xente é boa, xenerosa, todos te coñecen e todos che falan", dice la centenaria.

Ayer no faltó el pulpo en una celebración adelantada, rodeada de los suyos, en su casa de Ocean. "Aínda non quero morrer!", insiste Lola, que espera a los 101 con ganas.