Agencia EFE

La ministra española de Transportes, Movilidad y Agenda urbana, Raquel Sánchez, ha expuesto a su homólogo estadounidense la fortaleza de la empresa española en el sector de las infraestructuras y la obra pública, insistiendo en su experiencia y su capacidad de innovación tecnológica.

Sánchez, que se encuentra en Nueva York para participar en una reunión de alto nivel sobre la agenda urbana, se entrevistó con el secretario de Transportes del gobierno estadounidense, Pete Buttigieg, ante los posibles proyectos que se abrirán en este país tras la aprobación del paquete de infraestructuras por 1,2 billones de dólares.

La ministra dijo a la prensa que su homólogo conoce perfectamente el nivel de las empresas españolas y su "valoración positiva" no solo en la realización de infraestructuras, sino también en la gestión posterior de estas obras (como por ejemplo los peajes), y que ella le insistió en que las empresas españolas crean empleo también entre la población local.

Pero, al mismo tiempo, quiso dejar claro que España dispone de mucho talento en el ámbito de la ingeniería y otros empleos técnicos que pueden ser muy útiles al sector y suplir la falta de mano de obra cualificada, una carencia que ha sido subrayada por las empresas españolas presentes en Estados Unidos.

Precisamente este miércoles la ministra se reunió con directivos de empresas españolas radicadas en el territorio americano, entre ellas algunas de las punteras, como Acciona, Elector, FCC, Ferrovial o Indra, entre otras.

Estas le pidieron que transmita al Gobierno estadounidense que sus proyectos en el país "están comprometidos con las economías locales" y que hagan esta idea extensible a todos los estados, pues en algunos hay mayores reticencias a la hora de aceptar la inversión extranjera.

Sánchez dijo al secretario de Transportes que en esta aportación de la empresa española a los grandes proyectos de infraestructura en Estados Unidos también puede ofrecer mucho el sector público español con empresas como Adif o Renfe, cuyo reconocimiento se plasma en el hecho de que España es, tras China, el segundo país con mayor red de trenes de alta velocidad.