El Parlamento danés aprobó una reforma legal para reducir a casi la mitad la ayuda económica que perciben los solicitantes de asilo, con en el objetivo de tratar de reducir el número de peticionarios que llegan a Dinamarca.

La propuesta, aprobada por 56 votos contra 50, contó con el apoyo del Partido Liberal, que gobierna en minoría, y de las otras fuerzas del bloque de derecha que ganó las elecciones legislativas en junio pasado: el ultraderechista Partido Popular Danés, la Alianza Liberal y el Partido Conservador.

El nuevo sistema, que elimina las mejoras introducidas por el anterior gobierno de centroizquierda y que entrará en vigor el 1 de septiembre próximo, fija la ayuda en unos 800 euros brutos mensuales, al nivel de la que reciben los estudiantes mayores de edad.

El recorte afectará también a las parejas con hijos, que podrán obtener un máximo de unos 2.100 euros, un 40 % menos que ahora.

El acceso a otras ayudas suplementarias o subsidios exigirá haber residido en Dinamarca siete de los últimos ocho años.

Con los recortes aprobados, el Gobierno pretende ahorrarse unos 400 millones de coronas (54 millones de euros), que destinará a una reforma laboral.

"Se pueden tener distintas opiniones políticas a las soluciones que el Gobierno ha presentado, pero no se puede estar ciego ante los retos. Tenemos que frenar la llegada masiva de solicitantes de asilo", dijo hoy la ministra de Integración, Inger Støjberg.

Varios grupos de izquierda como la rojiverde Lista Unitaria, cuarta fuerza parlamentaria, calificaron la aprobación de la nueva ley de "día triste para Dinamarca" y denunciaron que dificultará la integración al colocar en dificultades económicas a los refugiados.

Organizaciones como la Cruz Roja danesa o la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) también han criticado las nuevas reglas en política de asilo, que fueron asunto central en la reciente campaña electoral en un país que tiene una de las líneas más duras de la UE en inmigración.

El aumento de desplazados por los conflictos bélicos en Siria e Irak hizo que Dinamarca fuera en 2014 el quinto país de la UE en número de solicitantes de asilo (unos 14.000), aunque lejos de los 81.300 recibidos por la vecina Suecia (la mayor cifra relativa), que tiene una política de inmigración mucho más abierta.