sábado, 27 de abril de 2024

El Centro Lalín, Agolada y Silleda de Buenos Aires celebró el "Día de la mujer"

Centro Lalín de Buenos Aires Mª Rosa Iglesias con Celia Otero web

Día de la Mujer 

“Nacer mujer era, hasta hace poco, una desgracia para las familias de muchas regiones del mundo, entre ellas Galicia. Hacían falta brazos fuertes para arrancar a la tierra el sustento.

En  esta visión de que las mujeres son de menor valor, que no cuentan en las cosas de hombres, es que transcurrió la vida  de millones de españolas a lo largo de los siglos.

En los últimos años y gracias a los numerosos movimientos por los derechos de las mujeres, se han plantado banderas que son indiscutibles.

Su papel  en la sociedad ya no debiera discutirse, aunque continúa siendo un camino inconcluso, transitado por  mujeres de uno y otro continente: hermanadas por las desigualdades, por la falta de paridad, por la discriminación, en mayor o menor escala.

Por eso les debemos un homenaje no solo a  las que se destacaron en las actividades más visibles, sino a las que no fueron visibles en la  historia. A las anónimas, a las que cultivaron sobre la piedra, lavaron en agua helada de las fuentes y mantuvieron el fuego de la “lareira” cuando los hombres emigraron.   

A las viudas de los vivos, a las que enterraron a sus muertos, o a las que no supieron más de ellos. A las que se subieron a un barco sin más equipaje que lágrimas y esperanzas. 

A mi madre, y a la tuya”.

Con estas palabras el Centro Lalín Agolada y Silleda se hizo presente y convocó a un acto de reconocimiento de “mujeres destacadas”, un grupo que reuniera diversidad de edades, notoriedad, lugares de nacimiento y roles. 

Concepción Arenal, Débora Campos Vázquez, Susana Carbia Espiño, Gloria Gayoso Rodríguez, Florentina Gómez Miranda, Mirta Gosende Faraldo, María Rosa Iglesias López, Maísa Ouzande, Ana Peleteiro Brion, Mariela Paula Sánchez, Tanxugueiras, y Marta Villar Ramiro fueron las seleccionadas para este año 2023. Diversidad de perfiles, épocas y ocupaciones, pero en todas primaba la tarea realizada manteniendo los valores de la mujer gallega, en el pasado, el presente y para trascender. 

Una condición se impuso: las elegidas no pertenecerían, en ningún caso, a la Comisión Directiva del Centro convocante. Era una premisa indiscutible abrir el espacio y “mirar afuera”. 

Centro Lalín de Buenos Aires Día de la mujer web

En una tarde inusualmente calurosa de este verano porteño que recalienta la ciudad a casi 40º grados, se llevó a cabo el  evento en la sede de la calle Moreno 1949.  La  amplia convocatoria y la presencia de un numeroso grupo de asistentes de ambos géneros puso de relieve que abordar ese tema, al interior de las instituciones de la colectividad, era necesario y así lo percibieron los hombres y mujeres que se agolparon en la sala. 

La apertura estuvo a cargo de su presidente José Luis Seoane, quien reafirmó su valoración del papel de la mujer y la inconclusa tarea de incluirla en los lugares de preeminencia, marcando así una  línea para la institución.

José Luis Seoane presidente del Centro Lalín web
José Luis Seoane presidente del Centro Lalín, Agolada y Silleda

La lectura de un texto: “Mujeres de siempre” marcó una idea eje: Porque parimos, queremos la paridad. 

Centro Lalín de Buenos Aires Mujeres 2023 web

Se entregaron diplomas y un objeto de arte, personalizado y simbólico, a cada una de las presentes. Algunas, solo cuatro,  no podían asistir por estar lejos, en el tiempo o el espacio. 

Centro Lalín Buenos Aires obsequio ACTO MUJER web

La emoción fue creciendo al ritmo de las palabras de agradecimiento y los recuerdos. Sobre el final, un taller acerca del tema mujer y violencias, liderado por una especialista, facilitó que las compuertas se abrieran y mujeres y hombres reflexionaran sobre la temática. 

Cntro Lalín de Buenos Aures ACTO MUJER MELINA web

Había que cerrar la jornada con optimismo, porque así nos lo han enseñado las que abrieron camino. Un brindis y unas tapas, al mejor estilo gallego, dieron lugar a que se tejieran relaciones, se debatieran temas y, sobre todo, quedara flotando en el ambiente la idea de que juntos, hombres y mujeres, centros e instituciones, podemos hacer una sociedad mejor. 

Centro Lalín de Buenos Aires ACTO MUJER PUBLICO web

Celia Otero Ledo

Mujeres de siempre

Mujeres africanas, asiáticas, americanas, europeas. Mujeres, por sobre la religión, el color y las costumbres nos igualan lo fundamental de la vida. 

Parimos amor, solidaridad, compañerismo, trabajo, lucha, principios, empatía, valores y a veces hijos. 

Somos parte de un colectivo que ha tomado conciencia de que por encima de las diferentes visiones y concepciones está la integración de género. Nos hermanan los siglos de estigmatización, persecuciones y muerte. Desde que la Inquisición tuvo que bajar sus banderas de brujería y pactos con el diablo, bajo las cuáles masacró a decenas de miles, otras consignas más solapadas, menos explícitas sonaron en todos los continentes.

Se nos adjudicó, como algo propio del género, la envidia, la frivolidad, la superficialidad, la falta de aptitud para las tareas importantes, la liviandad y la histeria. Discursos descalificatorios, misoginia, desvalorización, en eso se han aglutinado las izquierdas, las derechas, los centros, y las avenidas del medio. Liberales, comunistas, y todas las ideologías se cohesionan para hacerse fuertes en el colectivo masculino, que olvida todas sus diferencias cuando de esto se trata. Toman café y ríen del último chiste machista desde un arco hasta el otro de la política. 

¿Las agrupaciones sindicales? Millones de trabajadoras y dos o tres dirigentes masculinos, aún en las labores especialmente ocupadas por nosotras. ¿Empresas? Mujeres hasta los cargos de segunda línea, para que alguien se ocupe de gestionar, en las alturas, en las grandes decisiones, los hombres.

Por eso hoy levantamos las banderas que nos unen como colectivo de género: acá estamos hace millones de años mantenemos el fuego en las cavernas, criamos las generaciones que nos seguirán y producimos bienes y servicios. 

Pero además, cuidamos de los más pequeños y de los mayores. Estamos, donde haya que estar. Aunque duela ver al amigo sufrir, aunque nos destroce el alma acompañar los últimos instantes del ser querido, aunque quisiéramos, en muchas ocasiones,  huir de tanto dolor. 

Estamos, escuchamos, contenemos, nos preocupamos y ocupamos. Corremos a la primera señal de necesidad. 

Mujeres, parimos lo que hay que parir. La lucha contra la violencia que nos ha matado desde el principio de la historia, y sigue. 

En África como en América, en Asia como en Europa. Seguimos muriendo, asesinadas, de las peores maneras. 

Y ahora vamos por la paridad, en todo. Porque parimos, queremos la paridad.

Celia Otero Ledo