Juan José Dorado

Medio centenar de personas se dieron cita en el cementerio de Villetaneuse, a las afueras de París, el pasado martes 24 de octubre, para rendir un último homenaje a Antonio Aliaga, Hernández, fallecido el 18 de este mes a los 87 años. Histórico responsable asociativo en Francia con más de 60 años de luchas sociales, políticas, sindicales y asociativas, Antonio Aliaga nos dejaba tras una larga enfermedad.

Desfilaban en las pantallas del crematorio algunas de las fotos que ilustran una vida de dedicada a los demás. Junto a su familia: esposa, hijos, nietos, estaban los amigos y compañeros que han compartido con Antonio Aliaga batallas a lo largo de las últimas décadas. Gabriel Gasó, que fue director de la Federación de Asociaciones y Centros Emigrantes en Francia (Faceef), recordó algunas de las muchas luchas que Aliaga encabezó desde las distintas presidencias que asumió a lo largo de su vida: la Coordinadora Europea de Asociaciones de Emigrantes Españoles (CEAEE), la Faceef, la Casa de España de la Región Parisina (Cerp), etc. pero también el semblante conciliador de un hombre que mostró siempre empatía hacia los demás, al que le gustaba trabajar desde el anonimato, como uno más, y de lo mucho que había que insistir para que asumiera cargos de representación.

Mundo asociativo

No faltaron los compañeros que en el seno de la Faceef compartieron las reivindicaciones en favor de los emigrantes españoles. Manuel Calvín, o Paquita Candelas, recordaban algunas de esas luchas, como también lo hacía Ramón Díaz, que conoció a Antonio Aliaga en los años 60. “Compartimos luchas políticas y luego asociativas aún que estuviésemos en federaciones diferentes” comenta Ramón que fue uno de los fundadores, junto a Antonio Aliaga, de la CERP y que hoy sigue, a pesar de sus 83 años, siendo miembro del consejo de administración que gestiona el Centro Social para Mayores Cristino García. Otros representantes de las federaciones Capferf y Generación España estaban presentes en reconocimiento “a una vida de compromiso con la emigración”.

Reconocimiento de la Administración

Daniel Solana, consejero de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social de la Embajada de España asistió en nombre del Embajador de España, Victorio Redondo. Solana, en unas palabras a la viuda e hijos de Antonio Aliaga trasmitió el pésame del embajador, así como “el agradecimiento de la administración española por la labor de Antonio Aliaga”, insistió el consejero que, tanto desde el ministerio de Trabajo como desde el propio Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior, del que fue miembro Antonio Aliaga, se reconoce la inmensa labor desarrollada y su aportación a los avances logrados por la emigración.

Antonio Aliaga nació en La Alberca, una pedanía de apenas diez mil habitantes en las cercanías de Murcia. Emigró a Francia a inicios de los años 60 y después de más de seis décadas de ingente trabajo vuelve a casa.