La iglesia María Hilf de Leimbach, en Suiza, se transformó en un escenario de ensueño donde la música y el arte se fusionaron en una experiencia inolvidable.

Organizado por la comisión cultural del Consulado General de España en Zúrich, con la colaboración de la Embajada de España en Berna y el Ateneo Popular, este concierto atrajo a una audiencia ávida de deleitarse con melodías extraordinarias.

El evento fue todo un éxito, con un aforo completo que demostró el interés y la apreciación del público por la cultura musical. La presencia del Cónsul General añadió un toque de distinción, quien, en sus palabras de apertura, expresó la importancia de estos encuentros culturales para fortalecer los lazos entre comunidades y enriquecer el panorama artístico local.

La velada estuvo marcada por la participación de destacados artistas que cautivaron al público con su talento y pasión por la música.

La organista Raquel Gorgojo deslumbró con su destreza y sensibilidad, transportando a todos los presentes a través de las notas del órgano, que resonaban majestuosamente en el recinto sagrado. Acompañando a Gorgojo, el trompetista Daniel Herrero elevó la atmósfera con su interpretación magistral, llenando el espacio con sonidos vibrantes y emotivos que tocaban el corazón de la audiencia.

Su virtuosismo y técnica impecable dejaron a todos boquiabiertos, recibiendo una ovación merecida al finalizar cada pieza. El coro Kantorei Leimbach, bajo la dirección de su talentoso director, demostró una vez más su excelencia musical al unirse a los demás artistas en este encuentro.

Con armonías exquisitas y una energía contagiosa, el coro llenó la iglesia con su cálido canto, creando momentos de belleza y emoción compartida. La diversidad de repertorio y cada nota que resonaba con una intensidad única, llevó a la audiencia en un viaje sonoro lleno de emociones y recuerdos.