Aragón Press
Condiciones climatológicas extremas, una zona de operaciones totalmente diferente a las que puedan conocer y convivir diariamente con científicos civiles. Estas son las características principales que hacen tan peculiar la Campaña Antártica que desarrolla el Ejército de Tierra. Este 2015, un total de trece efectivos del Ejército de Tierra viajarán, concretamente en noviembre, hasta Isla Decepción, lugar donde se ubica la Base Antártica Española Gabriel de Castilla y donde se desarrolla la Campaña Antártica. Esta será la edición número 29 y es la misión en activo más antigua que desarrollan las Fuerzas Armadas españolas. De esta manera, los militares que forman parte de esta edición ya han comenzado la formación específica y Zaragoza se ha convertido en el punto de encuentro para las dos primeras fases de preparación. Además, este domingo se desplazan hasta el Pirineo aragonés para comenzar la fase de montaña.
La Campaña Antártica del Ejército de Tierra es la operación militar en el exterior de las fronteras nacionales más antigua actualmente en vigor. Es una misión militar reducida en cuanto a efectivos humanos pero sin embargo, es única tanto por la lejanía y las dificultades climáticas, como por la importancia de la colaboración del Ejército en la investigación científica. Los objetivos que se persiguen con la misma son varios. En primer lugar, se busca mantener la presencia física de España en el territorio antártico en cumplimiento a los acuerdos suscritos en el marco del Tratado Antártico y sus Protocolos. En segundo lugar, se pretende colaborar con el Ministerio de Economía y Competitividad en las labores de investigación científica, por parte de civiles de origen internacional, realizadas en la Isla Decepción y en aquellos otros lugares del territorio antártico que se determinen.
Otra de las funciones es mantener en adecuadas condiciones de uso las instalaciones, material y equipo de la Base Antártica Española “Gabriel de Castilla” para el desarrollo de los trabajos de investigación y experimentación. Asimismo, se pretende desarrollar proyectos de investigación y experimentación para el Ejército de Tierra, como prueba de materiales o de herramientas. El último de estos objetivos es dar a conocer a la sociedad en general, al mundo científico y a la institución militar en particular, la presencia y actividades del Ejército de Tierra en la Antártida. La Base Antártica “Gabriel de Castilla” está ubicada en la Isla Decepción, en el archipiélago de las Shetland del Sur, a escasos cien kilómetros del continente antártico, a más de mil del lugar poblado más próximo y a 13.000 de España. La Isla Decepción es la parte superior del volcán más activo de la región de la Península antártica, cuyas últimas erupciones tuvieron lugar en 1967, 1969 y 1970. Aproximadamente el 60% de la isla está cubierto por glaciares, que en algunos casos han sido, a su vez, cubiertos por los materiales sólidos generados por las erupciones, dando lugar a los llamados “glaciares negros”. Pero la isla no sólo es excepcional, desde el punto de vista científico, por su actividad sísmica y volcánica, sino también por los procesos de colonización de flora, líquenes y musgos que han seguido a los depósitos variables de cenizas.
PRIMERA TOMA DE CONTACTO
Durante este mes de abril, del 13 al 17, en el Cuartel General de la Brigada Logística, situado en el paseo del Canal de Zaragoza, ha tenido lugar la primera toma de contacto entre los efectivos que han vuelto de la misión, salientes, y los que se marcharán el próximo mes de noviembre, entrantes. Así durante estos días, todos ellos han trabajado de manera conjunta compartiendo experiencias, dudas y realizando prácticas, como por ejemplo, de conducción de maquinaria industrial.
El jefe de la Base y comandante saliente, José Pablo Sánchez Lacalle, ha señalado que el balance es “muy positivo” tanto por el “extraordinario rendimiento del personal militar y científico” como por el ambiento de trabajo de “plena concentración y apoyo mutuo. En cuanto al entorno, uno va con unas expectativas pero la Antártida las supera”, añadió. Además, Sánchez Lacalle ha apuntado que aquello es “como un gran hermano” y que la clave del éxito reside en la convivencia. “Hice entrevistas entre más de 200 candidatos y la verdad es que acerté con mi elección”, ha destacado.
Otra de las experiencias que han compartido durante estos días ha venido de la mano de la comandante médico, María Dolores Muñoz Pérez, quien también ha señalado que el balance es “muy positivo” y ha explicado a los compañeros que partirán las experiencias vividas. Muñoz Pérez ha destacado que la mayoría de las atenciones son de patologías leves pero que tuvieron una que fue más grave. La comandante ha explicado que una de las científicas chilenas que estaba allí, tras regresar de unos días fuera de la base recogiendo muestras, salió una mañana y sufrió una hipotermia. “Aquel día –ha recordado- las condiciones climatológicas eran muy buenas, parecía un día de verano y en una hora cambiaron radicalmente, hubo una ventisca, bajó mucho la temperatura y se levantó mucho viento. Cuando llegaron a la base estaba en un estado de hipotermia moderado y había estado fuera de la base poco más de una hora. En la Antártida un día de verano espléndido se puede convertir en el peor día de tu vida”, ha aseverado la comandante.
Por otra parte, los efectivos que partirán en noviembre, han afirmado que se trata de un reto “muy importante por distintos motivos”. Por ejemplo, el subteniente Luis Miguel Lavilla Revuelto, quien se encargará de las instalaciones y mantenimiento de la Base, y natural de Zaragoza, ha indicado que su primer reto estará en dar agua a las instalaciones españolas. Lavilla Revuelto ha asegurado que conoce la base "a la perfección" ya que durante alrededor de seis años la ha estado siguiendo y estudiando y ha destacado que se llevará propuestas para mejorarla. Además, ha indicado que el primer reto importante que va a encontrar será nada más llegar, ya que es el responsable de dotar a las instalaciones de agua corriente. Esto es posible gracias a una tubería que suministra agua de un “pequeño laguito” que llaman Cráter Zapatilla y que se encuentra a unos 1.200 metros, pero que con el hielo y la nieve suele dar problemas por congelación.
APERTURA DE CONTENEDORES Y RELEVO DE INVENTARIO
Desde este lunes y hasta el viernes, se ha llevado a cabo la siguiente etapa. Así, se han celebrado las jornadas de apertura de contenedores y relevo de inventario. De esta forma, dos contenedores procedentes de la Base Gabriel de Castilla llegaron, a bordo del Buque de Investigación Oceanográfica “Hespérides”, el pasado 4 de mayo al puerto de Cartagena. En Cartagena, miembros de la Agrupación de Apoyo Logístico nº 41 los recogieron y transportaron hasta el Depósito de Material Antártico, ubicado en instalaciones de esta agrupación en Zaragoza. En los contenedores viene material, procedente de la Base, así como equipo personal y colectivo de los componentes Campaña que ya han regresado.
Dos son las fases en que se subdivide esta segunda etapa. En la primera, los integrantes de la dotación saliente abren los contenedores y proceden a completar el inventario que traen de la Base. Se realizan las peticiones de mantenimiento necesarias, se procede a adquirir nuevos elementos, se devuelve utillaje a las unidades de origen y se prepara el relevo de todo el material. Con ello, se logra actualizar y organizar ordenadamente el equipo necesario en la Base. Además, los nuevos componentes de la Campaña (la número 29) apoyan y van familiarizándose con los elementos que emplearán en el futuro. En la segunda fase, la de relevo de inventarios, los salientes responsables de cada área entran en el examen detallado y recuento de los materiales traídos y proceden a trasvasar sus conocimientos a los entrantes. Esta fase ha finalizado con la firma del inventario por parte de los dos jefes de Campaña.
PREPARACIÓN EN EL PIRINEO OSCENSE
La siguiente etapa de preparación para la Campaña Antártica se va a desarrollar en el Pirineo aragonés. Así, este domingo los militares han partido hacía Benasque. Allí trabajarán, hasta el próximo viernes, en el manejo del material que tendrán que utilizar en territorio antártico, ya que su formación es “esencial” para garantizar la seguridad de los científicos que, año tras año, estudian el continente helado, su flora y su fauna. Durante las jornadas recibirán formación teórica y práctica sobre normas de seguridad, primeros auxilios, conducción de quads, utilización del GPS, nudos, empleo de material específico de montaña, (raquetas, piolets, crampones), anclajes en nieve, recuperación en grietas, empleo del “traje viking”, (prenda de supervivencia en aguas heladas), y montaje de tiendas.