viernes, 26 de abril de 2024

LA MANIFESTACIÓN DE RETORNADOS GALLEGOS, QUE SIRVE DE CALENTAMIENTO A LA MARCHA SOBRE MADRID EL 10 DE DICIEMBRE, REUNIÓ A UNAS 3.000 PERSONAS

"Queremos justicia. Nos sentimos defraudados", los emigrantes gallegos hacen oir sus problemas

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Multitud de mensajes poblaban los carteles de los emigrantes retornados llegados desde toda Galicia a Ourense.

Maruxa se levantó a las cinco de la mañana. “No es un esfuerzo, hay muchas noches que no duermo. Ahora aún menos”, afirma. Está indignada y se le nota en la voz, y en que habla muy deprisa. No es la única. En madrugar… en estar enfadada. Ourense está a unas buenas dos horas de la Costa da Morte… y de Ferrol. Casi dos horas de autobús, con los ojos llenos de sueño y con ganas de despertar de “esta pesadilla”. Dos horas y 198 kilómetros para acudir a la manifestación que el colectivo de retornados gallegos convocó en Ourense a las once de la mañana. Levantarse temprano, dejar las cosas hechas y la comida para la vuelta, “más allá de las cuatro”. Le gusta tener las cosas así “bien ordenaditas”, como al resto. Es lo que tiene la fuerza de la costumbre, años y años de esa “educación europea” forjada en la emigración. De esa forma de comportarse casi germana que hace que “lo que más nos duele es que nos hayan tratado como si fuéramos defraudadores, cuando todos los años hemos preguntado en Hacienda qué es lo que nos toca de pagar”.

Es la frase más habitual entre los retornados que llegaron hoy a Ourense para manifestarse pidiendo una reforma de la Ley 35/2006,  que les exige el pago retroactivo de las pensiones recibidas fuera de España desde el año 2010. “Una fortuna, un dineral para muchas familias que sólo viven de esto”. No lo dice Maruxa. Lo dicen todos. Los cerca de 3.000 emigrantes retornados que llegaron desde Coruña, Muros, Ortegal, Eume, A Barbanza,  O Condado, Baixo Miño, Lugo, Compostela, Valdeorras, Ferrolterra  o Cariño, que a pesar de lo dulce de su nombre supone un madrugón mayor. No en vano son 236 kilómetros y hay que llegar a Ourense antes de las diez y media.  

A quien madruga Dios le ayuda. O por lo menos el tiempo les acompaña y la helada de la noche deja paso a un día soleado de reivindicaciones. Son 21 los autobuses que llegan a la ciudad termal. Pero hoy, lo que están calientes son los ánimos no las aguas. “Calculamos que hemos venido unas 3.000 personas”, asegura José Antonio Ríos, de la Plataforma de Emigrantes y Retornados de O Salnés, para quien el día comenzaba a las 6,30 horas y que no para, de la cabeza a la cola de la manifestación. Otros datos eran los que manejaba la Policía Local, que  calculaba en unos 600 los participantes. Una cifra incluso por debajo del número de asientos de los autobuses y que dejaba fuera del cálculo a los anfitriones: los retornados de Ourense y de las comarcas cercanas, quienes prefirieron acercarse en coche a la ciudad.

“Somos emigrantes. No defraudadores”, “Queremos justicia”, “Nos sentimos estafados”. Pancartas, fotos de Franco y maletas de cartón… Las 19 Plataformas participantes en la marcha recorrieron las calles del centro de la ciudad coreando incansablemente himnos en los que reivindicaban su inocencia del crimen del que se sienten acusados. Están enfadados y se nota en los lemas que corean. “Si esto no se arregla, leña. Si esto no se asume, lume (fuego)”.

"Nos están robando"

“Están robando a todos los que salieron del país entre los años 50, 60 y 70”, señalan los portavoces de una de las plataformas, micrófono en mano. Todos los participantes quieren hablar, todos tienen historias similares. Las conversaciones y los lemas se van haciendo más duros al ritmo de cacerolas y –la de vueltas que da la vida- vuvuzelas, desempolvadas de la fiesta de la Copa del Mundo para  convertirse en armas reivindicativas. De pronto, estalla la indignación en las primeras filas. La marcha ha llegado a la sede provincial del Partido Popular al grito de “aquí está la cueva de Alí Babá”. Se produce ahí la primera estación de este vía crucis.

Y con las cruces a vueltas, las que nunca aparecieron en los formularios de Hacienda, continúa la procesión de camino hacia la Plaza Mayor, donde esperan las intervenciones de la presidenta de la Plataforma de Emigrantes retornados de Ourense, Carmen Dobaño; de Manuel Domínguez, presidente de la Plataforma de Emigrantes Retornados de Compostela y de Jose Luis Leirós, de la Plataforma do Salnés. Antes los tres se han acercado hasta el Ayuntamiento de la ciudad, donde el BNG presentaba una moción solicitando “una modificación fiscal que no perjudique a las personas que reciben pensiones de estados extranjeros”.

A las puertas del Ayuntamiento buenas noticias, los retornados reciben la información de que ha sido aprobada la propuesta presentada a favor del colectivo, con los votos a favor de toda la Corporación (PP, PSOE, BNG) y la abstención de un grupo político local (Democracia Ourensana).

Después la lectura de los comunicados oficiales. Una dosis de denuncia sobre la situación de criminalización del colectivo, una nueva petición de apoyo a las fuerzas políticas para  evitar el pago de las pensiones con efectos retroactivos y la promesa de  los representantes de las plataformas para “seguir en la lucha”. De momento, la próxima cita será en Madrid, el miércoles 10 de diciembre. Están llamadas todas las asociaciones y federaciones de retornados de España.

Tres horas después de haber llegado a casa, recogida de bártulos. “Aún queda un largo camino”, asegura Maruxa, pero está contenta. “Salimos de aquí un poco más fuertes. Además, no tengo más que calentar la comida”.