sábado, 27 de abril de 2024

HOMENAJE A ROSALÍA DE CASTRO

Cuatro entidades de la emigración, en la ofrenda floral en honor a Rosalía de Castro

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Asistentes a la 50 ofrenda floral ante la tumba de Rosalía de Castro.

El conselleiro de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria, Román Rodríguez González, el secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, y su homólogo de Política Lingüística, Valentín García Gómez, y el delegado de la Xunta en Argentina y Uruguay, Alejandro López Dobarro, participaron en la ofrenda floral a Rosalía de Castro, con la que concluye cada año, desde hace medio siglo, a la misa en la honor a Rosalía de Castro. El acto está organizado por el Foro Galicia Milenio, que preside Marcelino Agís. El presidente y el vicepresidente presidieron la misa y las ofrendas

La trascendencia de este acto en el ámbito de la defensa del idioma autóctono viene dada por ser el primer oficio que se celebró oficialmente en gallego. En esta ocasión, y por la relevancia de la efeméride, cuatro fueron las entidades de la diáspora que se unieron a la celebración con su respectiva ofrenda: la Federación Unión de Asociaciones Gallegas de la República Argentina, la Federación de Sociedades Gallegas en Uruguay, el Centro Gallego de Buenos Aires, y el Centro Galicia capitalino argentina.

Representando a estas entidades participaron también en el depósito de flores dos residentes en Argentina y Uruguay, respectivamente, integrantes del programa “Escolas Abertas” de la Secretaría Xeral de Emigración. Este programa, por el que tienen ya pasado más de 700 alumnos, ayuda a la actualización del profesorado encargado de impartir cursos de cultura gallega por todo el mundo.

Ánimos para continuar

La misa en recuerdo de Rosalía de Castro se había celebrado por primera vez en el año 1932 de la mano de Xosé Mosquera Pérez (conocido como “el viejo de los cuentos”) y Manuel Beiras García y otros galeguistas. Cuando todas las eucaristías se hacían en latín.

En el año 1965, y aprovechando las nuevas disposiciones conciliares, una delegación del Patronato Rosalía de Castro se reunió con el cardenal Quiroga para pedirle que se celebrara en gallego la misa rosaliana de aquel 25 de julio. El cardenal accedió y le encargó al Padre Seixas que presidiera la dicha eucaristía siguiendo la liturgia renovada propugnada por el Vaticano II y cuidando la calidad del idioma. Se celebró, pues, la primera misa “oficial” en gallego, aunque seguramente había tenido lugar ya alguna otra con anterioridad sin autorización eclesiástica expresa.

La misa de Rosalía era uno de los pocos actos públicos de afirmación galleguista que resultaba posible celebrar en los años 60, razón por la que reunía alrededor de la figura de la autora de los Cantares Gallegos la personas de diferentes edades, zonas de Galicia e ideologías. Su celebración en gallego fue reconocida en la época como un acontecimiento histórico y es valorada hoy como paso fundamental en el proceso de normalización lingüística.