martes, 30 de abril de 2024

Laura Aguilera: Cara y cruz de la experiencia de una nieta de gallegos que volvió a Galicia con una Beca BEME

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Laura Aguilera Pereira con su esposa en la Ribeira Sacra

El 30 de abril del 2020 cumplimos un año de haber firmado los papeles para la compra de la casa. El mismo día, hace un año "embarazados" de una bebé que le faltaban 26 días para nacer, sentíamos una gran ilusión por ver realizado nuestro sueño. Nuestra casita en Galicia, en España, el lugar donde nació mi abuelito y por el cuál pudimos venir mediante una BEME, una Beca de Excelencia para la Juventud Exterior a realizar un post grado. 

A pesar de estar tan alejados de nuestra tierra, de nuestro país, Costa Rica, desde que llegamos hace 2 años y 7 meses hemos sentido a Galicia como nuestro hogar, tanto así que como comentaba, decidimos quedarnos y formar nuestra familia. 

Eso sentíamos diariamente hasta hace poco y es la razón de que escriba esto.

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Laura Aguilera Pereira en el Máster de Nutrición que cursó en Ourense gracias a una beca BEME

El COVID-19 aparece en nuestra familia

Jueves 12 de marzo 2020. Fuimos a recoger a Dani, mi esposo, a Lugo; me llama diciendo que debo ir rápido a un super mercado, que la comida se está agotando y que ya en los estands no hay papel higiénico. Nos dió mucha risa porque no entendíamos el porqué de la preocupación de él por el papel. Lo tomamos en broma.

Viernes 13 de marzo 2020. Fuimos a hacer compras, a vista de lo que se contaba estaba pasando en España de los números de contagiados y muertes a causa del Covid-19 y un posible estado de alarma. Más tarde esto nos llevaría a estar en casa viviendo una cuarentena que en realidad eran en ese entonces por 15 días.

Por lo tanto, la compra que hicimos fue para que durara eso, 15 días. Fuimos Dani, mis padres, Sofía (mi bebé) y yo. El supermercado estaba lleno de gente; recuerdo que Dani me decía que tratáramos de hacer las compras lo más rápido posible, no tanto porque se agotara la comida, si no por como podía reaccionar la gente ante esta situación. 

Los estantes de frutas, vegetales, lácteos, botellas de agua, carnes, así como enlatados y productos no perecederos estaban vacíos o habían pero en muy pocas cantidades. Algo que nos llamó sumamente la atención y nos parecía extraño era el hecho de que se acabara el papel higiénico, no entendíamos el porqué, pensábamos que tal vez era algo que se daba en España por alguna situación histórica vivida. Luego nos dimos cuenta de que este fenómeno fue a nivel mundial y que de hecho en Costa Rica lo primero que se agotó fue el papel higiénico.

Sábado 14 de marzo 2020. Fuimos a dejar a mi papá al aeropuerto; de hecho, adelantó su vuelo que tenía programado hacer para el 22 de marzo, por la preocupación de que cerraran fronteras. En la tarde el presidente anuncia el estado de alarma por 15 días. 

Jueves 19 de marzo 2020. Dani empieza a presentar síntomas: tos, fatiga y falta de aire.

Viernes 20 de marzo 2020. Llamamos al Centro de Salud y al teléfono de asistencia para el Coronavirus Covid 19 Galicia 900 400 116. Nos dicen que él se debe comportar como positivo y que van a solicitarle la prueba. Que controlaramos la temperatura y que si tiene fiebre superior a 39º llamáramos al 061 para que lo llevaran al hospital.

Lunes 23 de marzo 2020. Mi mamá viaja a Costa Rica. Dani sigue con síntomas, con la temperatura alta pero no llegaba a los 39°, que era lo que nos habían indicado.

Martes 24 de marzo 2020. Dani alcanza las temperaturas más altas pasando los 38°.

Jueves 26 de marzo 2020. Sofía cumple 10 meses, Dani ya se siente mejor, disminuyen los síntomas y la fiebre.

Viernes 27 de marzo 2020. En la madrugada empieza Dani con una sudoración excesiva. Se cambió de pijamas unas 4 veces, empapando las sábanas y las mantas. Ese día no quiso desayunar, le dije que iba a llamar al médico, para ver si le enviaba algo más que paracetamol y para preguntarle si sabía algo de la prueba del Covid 19 ya que no habían llegado aún a hacérsela. 

Llamé al doctor y él muy amable me dijo: “cómo es posible que aún no le hayan ido a hacer la prueba si yo la solicité desde el lunes; es urgente que lo vean y le hagan placas, por que parecía un cuadro de neumonía”. En 30 minutos llegó la ambulancia por Dani y se lo llevaron al hospital. Fue uno de los momentos más aterradores de mi vida. No sabía si ese iba a ser nuestro último día juntos, si ese iba a ser la última vez que lo iba a ver con vida. Tenía que ser fuerte y valiente por Sofía; no me podía derrumbar y trataba de entretenerme, no ver más noticias y no pensar en que algo malo podía suceder. 

A las 19 horas le confirman a Daniel que tiene un cuadro de neumonía que lo tienen que dejar ingresado; le habían hecho la prueba del Covid 19 pero teníamos que esperar puesto que el resultado iba a estar listo al día siguiente.

Sábado 28 de marzo 2020. Confirman el resultado, Dani dió positivo al Covid 19. Otro momento angustiante, lleno de impotencia, y dolor, pero sobre todo miedo. El hecho de saber que se estaban haciendo realidad nuestros temores nos hacía sentir más vulnerables.

La cara buena y mala de la humanidad

Lunes 30 de marzo 2020. Se nos acaba la comida…. A las nueve de la mañana llamo al teléfono de asistencia 900 400 116, para consultar en mi caso cómo hago para poder hacer la compra ya que no tengo a nadie que me la haga, porque no tengo familia acá, mi esposo está hospitalizado por Covid 19 y no puedo salir.

Cabe resaltar que vivimos en un pueblo a 30 kms de Ourense por lo que ningún supermercado de cadena grande tiene servicio a domicilio para hacer entregas aquí. La persona que me atiende me indica que, por mi situación, puedo ir a hacer la compra sólo por ese día y debía ir con guantes y mascarilla; la compra tenía que hacerla para 15 días y no salir más. 

A eso de las 18:30 subo al súper del pueblo y empiezo a hacer la compra, dentro del supermercado había como 5 personas, más los 3 encargados. En un momento dado se me acerca una señora que yo nunca había visto, y me dice “Mira, ven acá”. La acompaño y en un pasillo me pregunta: ¿“Tu eres la mujer del positivo”? Yo no podía creer lo que estaba oyendo, (usar la condición de mi esposo como sustituto de su identidad ); le contesto “¿Por qué?” y me dice “Dime ¿tú eres la mujer de Jesús Ramírez”? Le vuelvo a contestar: “¿Por qué la pregunta?”. Ella me dice en un tono alto esta vez “Contéstame ¿tú eres la mujer de Jesús Ramírez?, "Mira yo soy la enfermera y tu no puedes estar aquí”. Le indico que yo tengo permiso por las autoridades del 900 400 116 y me grita “¡¡¡Que te vayas de aquí, que nos vas a infectar, que nos vas a infectar!!!”. 

Pese al bochorno e indignación que sentía, le explico que no estoy ahí por gusto y que fui a hacer la compra porque no tenía comida en casa y que tenía una bebé de 10 meses, que tenía que alimentar. Entonces ella me amenaza con llamar a la Guardia Civil; yo estaba asustada, pero a la vez indignada, me sentía sola, pero sobre todo humillada, la gente se dio cuenta que mi esposo presentaba el Covid 19 y todo expuesto por una persona de Sanidad.

Para rematar como si esto no fuera lo más humillante ella le dice y grita a la encargada del supermercado “A ella no le puedes vender ningún alimento, te prohíbo venderle”. No pude más y salí del supermercado llorando, quería despertarme de esa pesadilla. 

Cuando salgo del supermercado me doy cuenta de que venía el coche del alcalde; lo detengo en media calle, y le digo llorando lo que me acababa de suceder: “No me dejaron comprar y no tengo comida en mi casa”. Él me dice que yo no podía estar ahí, que yo debía de haberle pedido a alguien que me hiciera la compra. Otra decepción, el sabía mi situación, el tenía mi teléfono, y él pudo haberme llamado antes de que sufriera esta humillación para decirme que ellos se podían hacer cargo de hacerme la compra. Como procedió luego. 

Cuando llego a casa destrozada, humillada, super triste y desesperada recibo a las 2 horas la llamada de una vecina que se había enterado de la situación, ofreciéndome que si quería podía traerme leche, huevos y unas cositas para hacerme un caldo para pasar esta noche y poder desayunar mañana. En este momento viví la lección más grande de humanidad, caridad, amor y solidaridad por parte de personas que apenas conocía, personas que, si acaso me topé con ellas 2 veces, personas que se convirtieron para mi y para mi bebé en verdaderos héroes.

Martes 31 de marzo 2020. Nos vienen a fumigar la casa, un momento muy impresionante, sentíamos que estábamos viviendo como una película apocalíptica. El dueño del supermercado nos trae la primera compra de muchas tantas, gracias a ellos por ese servicio que fue indispensable para tener comida en la casa. El alcalde se comportó como alcalde y nos ayudó en todo lo que pudo.

Miércoles 1 abril 2020. Publican la canción resistiré con varios artistas españoles. Canción que removió todos los sentimientos que tenía en ese momento. Me sentí super identificada con esa canción, todo lo que decía era lo que estaba viviendo. “Cuando duerma con la soledad, cuando se me cierren las salidas, y la noche no me deje en paz, cuando sienta miedo del silencio, cuando cueste mantenerme en pie, cuando se rebelen los recuerdos, Y me pongan contra la pared, resistiré, erguido frente a todo, Me volveré de hierro para endurecer la piel, Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte, Soy como el junco que se dobla, Pero siempre sigue en pie, Resistiré, para seguir viviendo, Soportaré los golpes y jamás me rendiré, Y aunque los sueños se me rompan en pedazos, Resistiré, resistiré”.

Jueves 2 de abril 2020. A Dani le dan el alta en el hospital. Ese día fue tan hermoso, la bebé no paraba de darle besos. Super agradecidos con Dios por permitirnos vencer a ese bicho tan horrible. Por darnos la oportunidad de volvernos a reunir.

Viernes 3 de abril 2020. A Dani le empieza un brote debido a los medicamentos con que lo estaban tratando.

22 de abril 2020. La bebé empieza con tos y falta de aire, llamamos a la pediatra y nos dice que tenemos que llevarla a urgencias materno infantil. Como no podíamos salir, nos dice que llamemos al número 900 400 116 a solicitar la prueba y así lo hicimos.

25 de abril 2020.  Llamé a ver si sabían qué día le iban a hacer la prueba a la bebé y entonces me enviaron una ambulancia para llevar a Sofía urgencias al hospital. Nos ingresan por un lado diferente al de siempre y nos hacen entrar a un cuarto aislado completamente. La examinan y le hacen la prueba. Como no teníamos como devolvernos a casa nos llevan nuevamente en ambulancia. El trato de las personas que nos llevaron en la ambulancia fue excelente, sin asco y sin discriminación. 

29 de abril 2020. Nos dan el resultado de la prueba de Sofía, también negativo gracias a Dios. Este día nos dan el alta y nos permiten salir nuevamente luego de 28 días confinados, sin salir ni siquiera para lo esencial, para lo más básico.

30 de abril 2020. Escribo estas memorias como recuerdo de lo vivido a causa de un virus desconocido, un virus que paralizó al mundo en el 2020. Un microorganismo tan pequeño que no es visible al ojo humano, pero tan grande para causar tanto daño, tantas muertes, tanto sufrimiento, tanta incertidumbre. 

Un virus que nos tomó por sorpresa, que nos enseñó el valor de lo más sencillo, de lo más básico y de lo más esencial. Un virus que nos quebrantó, que nos puso en jaque, que paralizó al mundo, que nos hizo ver lo que realmente importa. Un virus que se combate con algo tan sencillo como el lavado de manos, pero que ha matado a tanta gente.

Un virus que marca un antes y un después en mi vida, donde descubrí que puedo perderlo todo, que puedo estar sola, pero Dios siempre me acompaña. Que mi familia es un regalo y una bendición de Dios. Que tengo amigos que puedo llamar familia porque sin tener nada que ver con nosotros, se comportaron en las malas realmente como hermanos.  

Que, aunque esté lejos de mi familia, de mi país, Dios pone ángeles en tu vida, personas extraordinarias, fuera de serie que lo dan todo sin importar si eres de otra nacionalidad, sin importar si te conocen poco o mucho, sin importar si se pueden infectar o no, estas personas son realmente héroes que están ahí para tenderte una mano cuando lo necesitas, su super poder es el amor.

Aprendí que puedo tener todo el dinero del mundo y sin embargo no tener para comer ni un gramo de arroz y depender así en cualquier momento de la caridad de los otros.

Que de la persona que más se espera comprensión, empatía y amabilidad, puede recibirse la cara más oscura y fea del ser humano.

Que uno no busca contagiarse, que esto es una lotería que le puede pasar a cualquier persona, independientemente de su condición económica. Pero el como se trata a los demás eso sí es decisión de cada uno.

NOTA DE LA REDACCIÓN: Laura ya fue protagonista en La región Internacional:

https://www.laregioninternacional.com/articulo/galicia/reportaje-becas-excelencia-juventud-exterior/20171205075742254675.html

https://www.laregioninternacional.com/articulo/galicia/nietos-emigrantes-dia-tuvieron-partir-regresan-galicia/20180302145227255649.html