lunes, 29 de abril de 2024

"Exportando picaresca: precios desorbitados y el caos del sistema de citas para visados a España"

Celso López
Celso F. López - consejero CRE de Londres

Entre los vericuetos burocráticos de los visados, hay quien podría encontrarse debatiendo si aprender a pronunciar "Azerbaiyán" es más sencillo que conseguir una cita para sacar un visado y viajar a Torremolinos para pasar el fin de semana.

¿Quién diría que la elección entre la exuberancia azerbaiyana y las soleadas playas andaluzas se basaría en el nivel de paciencia del interesado? ¡Bienvenidos al mundo de los visados para viajar a España, donde el destino puede depender tanto de tu aguante como de tus preferencias turísticas!

Para adentrarnos en este contexto, es esencial entender las gestiones que realiza BLS, la empresa privada, externa, encargada de administrar los visados de entrada a España a nivel global. BLS, bajo contrato del Ministerio de Asuntos Exteriores, se encarga de coordinar citas, gestionar documentos y facilitar el proceso para aquellos que buscan visitar España. Sin embargo, lo que debería ser una tarea sencilla se convierte en un proceso extraño que puede dejar la cuenta bancaria tiritando y la tensión arterial en máximos no recomendados.

Según los medios, el Ministerio de Asuntos Exteriores confió la gestión de estos visados a BLS a nivel mundial bajo el mandato del ministro Margallo en el año 2016 y renovó el contrato bajo el mandato del ministro Albares en 2023. Según las propias fuentes consultadas de La Moncloa, la renovación del servicio se realizó “in extremis” para evitar el colapso total del mismo. Una rápida búsqueda de los comentarios en Google o Trustpilot son muy indicativos de la experiencia de los usuarios de algo más de cien países que utilizan el servicio de BSL. Aun así, el respaldo gubernamental a una empresa con tan mala percepción, plantea interrogantes sobre la falta de planificación y el desinterés en remediar una carencia administrativa bochornosa.

El mayor problema actual es que la cita, que permite acudir en persona a gestionar una visa por un precio de unas 80 libras esterlinas, son reservadas por organizaciones privadas que “revenden” las mismas citas sin ninguna garantía adicional y a unos precios que rondan entre 350 y 500 libras. Personas como Juan, de nacionalidad India y estudiante de arte en una prestigiosa universidad británica, nos cuentan su frustración al intentar obtener un visado para visitar Madrid y el Museo del Prado, desistiendo del intento y viajando en su lugar a Túnez ante la imposibilidad de encontrar una cita en el sistema de BLS. O Coral, una enfermera filipina que es pareja de Germán, de San Lucar de Barrameda, no pudo asistir a una boda familiar debido a la inoperancia del sistema.

La reputación de España como destino turístico y lugar de inversión puede verse amenazada por la asociación con estas prácticas que parecen más propias de una organización clandestina que de un gobierno transparente, preocupado y eficiente.

Tras contactar con varias instituciones gubernamentales, nos surge la pregunta crucial: ¿Qué medidas están tomando nuestro consulado a nivel local, otros consulados en sus respectivas demarcaciones y también la red consular global del Ministerio de Asuntos Exteriores para abordar este problema persistente? La falta de acciones concretas conocidas plantea dudas sobre la determinación de nuestro Ministerio y red consular para rectificar una situación que perjudica tanto la experiencia individual como la imagen de España en el escenario internacional.

Además, no podemos pasar por alto como estos obstáculos impactan directamente a los ciudadanos españoles que queremos viajar con nuestros seres queridos a España, creando una barrera innecesaria que afecta a las conexiones personales. Es necesario un plan de acción concreto para poner fin a prácticas que no se corresponden con un país organizado, transparente y avanzado.

Esta situación es un indicador más de la falta de inversión en nuestra red consular, que a pesar de contar con profesionales excelentes, sufre las consecuencias de una desinversión que ya parece perpetua. Somos un país que nos queremos promocionar como país digitalizado y avanzado. Desafortunadamente, el sistema de visados da una imagen de nuestra administración anticuada, ineficiente y fuera de control. 

Parece haber esperanza, ya que Francia, tendrá este año un programa piloto para expedir visas a participantes en juegos olímpicos de manera totalmente digital.

Por favor, instemos a nuestras instituciones a trabajar en un plan para remediar estas situaciones tan vergonzantes para España y para los ciudadanos españoles que queremos presentar a nuestro país como un lugar desarrollado y atractivo para viajar, invertir y trabajar. Y animarles a adoptar medidas urgentes y un sistema digital como el que Francia está poniendo en marcha para los visados olímpicos y que ya utilizan muchos otros países del mundo para gestionar visados.