La Base Antártica Española (BAE) Juan Carlos I, está gestionada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Está situada en la costa sureste de la Bahía Sur, en la Península Hurd de la isla Livingston. La base, inaugurada en el año 1986, tiene como objetivo apoyar las actividades científicas españolas en la Antártida. Entre noviembre y marzo, en el verano austral, es cuando los científicos se desplazan allí para realizar sus actividades, aunque muchos registros se automatizan para poder controlarlos todo el año. Hablamos con Jordi Felipe, máximo responsable de la base, para que nos cuente la experiencia de estos emigrantes tan peculiares en la vigésimo octava campaña en la Antártida.

Jordi, ¿qué hace un grupo de españoles en un lugar tan remoto?
Ahora mismo somos 20 los españoles que estamos en la base. Nuestra misión principal es hacer ciencia: algunos son científicos y otros, como es mi caso, nos encargamos de que los científicos puedan trabajar en las mejores condiciones posibles. La base solo está abierta durante el verano austral y, este año, hemos llegado aquí el 30 de noviembre. Estaremos hasta finales de febrero.

¿Cuál es tu trabajo, Jordi?
Yo soy el gestor de la base. Me encargo durante todo el año de gestionar los proyectos científicos, conocer sus necesidades y comprobar cómo podemos ayudar a los científicos durante su estancia. Tengo que definir el equipo técnico, las medicinas, los alimentos y, en definitiva, coordinar toda la parte logística. Y durante la campaña, ya en la Antártida, me encargo de coordinar las actividades y, en definitiva, del buen funcionamiento de la base.

¿Cómo es el día a día en la Antártida?
Por seguridad, marcamos un horario muy estricto. Hay que tener en cuenta que en algunas épocas del año, como ahora en diciembre, hay luz durante las 24 horas. El desayuno es a las ocho de la mañana, a partir de las dos de la tarde se sirve la comida y la cena a las ocho. Por norma general, se trabaja de lunes a sábado, aunque algunos domingos se programan actividades si no se han podido hacer otro día.

¿Qué tipo de trabajos realizan los científicos?
La verdad es que se llevan a cabo todo tipo de actividades… Desde subir a un glaciar a hacer catas de nieve hasta salir con la zodiac para tomar muestras, hacer maniobras con el barco o quizás reparar un motor… Aquí trabajan muchas personas con diferentes profesiones: médico, electrónico, informático, cocinero, etc. Los trabajos son diferentes, pero para todo ello hace falta una coordinación total.

¿Cuántos españoles estáis en la base? ¿Hay más en la Antártida?
Ahora mismo, en la base estamos 20. Por aquí, esta campaña, pasarán un total de 50 personas. El pico máximo será de 30 personas y en otro campamento paralelo, a unas tres horas en barco, habrá otras 10 personas. Además de la BAE Juan Carlos I, que es la más antigua, España tiene otra base más, en Isla Decepción, a unas tres horas de aquí. De su gestión se encarga el Ejército de Tierra. Allí también hay españoles durante el verano austral. Con ellos tenemos relación porque ambos bajamos con el mismo buque, pero solo nos vemos al llegar y al irnos… El resto del tiempo nos hablamos por radio. Aún así, saber que están cerca te aporta cierta tranquilidad. A no ser que se trate de algún buque turístico o de algún otro español que esté en otra base de otro país, no hay más compatriotas cerca. Eso sí, a media hora de zodiac hay una base búlgara con la que sí que tenemos relación…. ¡Durante esta época todos somos un poco búlgaros!

Tener esta base ahí es una gran oportunidad para los científicos españoles….
Hoy en día es difícil concebir proyectos, pero hacerlos en la Antártida mucho más…. Aquí hay personas trabajando en todo tipo de proyectos, como comunicación por la ionosfera, magnetismo, líquenes… La Agencia Estatal de Meteorología también tiene varios proyectos en curso durante todo el año, aunque durante el invierno se monitorizan únicamente de manera remota. Creo que es un orgullo para España poder tener esta base aquí. Y haberla instalado hace casi 30 años tiene muchísimo mérito…

Aunque vuestra estancia es temporal y pronto estáis de vuelta a casa, supongo que, como el resto de los emigrantes, echáis de menos a vuestras familias.
La verdad es que sí. Todos tenemos algún pequeño recuerdo en algún sitio: yo, por ejemplo, tengo un dibujo de mis hijas que veo todos los días… En este tipo de trabajo, se entra en una dinámica en la que es necesario cambiar el chip para intentar no entrar en depresión… Además de la familia o los amigos, también se echan de menos otras cosas, como la comida de casa o las cenas navideñas, por ejemplo, ahora que se acercan estas fechas…

¿Existe la posibilidad de ir a la Antártida como turista?
Puede parecer sorprendente, pero el turismo antártico está muy desarrollado. Aunque en los últimos años se ha reducido un poco, sí que suele haber barcos que parten de Punta Arenas (Chile) o Ushuaia (Argentina). Cuando hemos estado aquí varios meses agradecemos tener alguna visita. Eso sí, todas estas actividades están controladas y reguladas para que el impacto en el ecosistema antártico sea el menor posible.