Una alta calidad de vida, muchas oportunidades laborales, un poderoso sistema de protección social, disciplina u orden son algunas de las cosas que se le vienen a la cabeza a Beatriz González cuando habla de su nuevo hogar: Alemania.

¿Cómo surgió la oportunidad de ir a Alemania?
La empresa para la que trabajaba en Asturias me ofreció la oportunidad de moverme a una posición más global. Me pareció una ocasión perfecta para conocer otra cultura, otras formas de trabajar y, además, conocer también nuevas actividades de mi propia empresa. Este cambio no solo ha supuesto venir a Alemania, sino que tengo que estar disponible para viajar por todo el mundo.

¿Cómo es Alemania? ¿Es lo que te esperabas?
Lo que más valoro de Alemania es la alta calidad de vida. Y, además, es un país con un sistema de protección social muy fuerte. Aquí se valora mucho el orden, la disciplina y, desde luego, hay que tener en cuenta el hándicap de un idioma que es bastante difícil de aprender, al menos para nosotros… Entre los detalles que me han llamado la atención es la atracción que hay en general por la cultura española, el amor por la naturaleza, la pasión por las tartas o lo mucho que les gustan aquí los productos “bio”…. Son muchas cosas, desde luego, es difícil resumir una cultura como esta en pocas palabras, pero desde luego es un destino acogedor para los españoles, siempre y cuando superes la barrera del idioma.

¿Qué es lo que más te ha sorprendido al vivir aquí?
Creo que es importante mencionar la disciplina y la honestidad, que hace que el sistema funcione. Y, por supuesto, las buenas condiciones sociales y laborales, síntoma de un alto nivel de vida.

Ahora que te has convertido en emigrante… ¿Es una experiencia que recomiendas?
Sí, desde luego. Creo que emigrar es una manera de crecer. Te obliga a salir de tu zona de confort y, aunque conlleva momentos difíciles, se aprende mucho. Lo importante es tener una actitud positiva e intentar integrarse, en lugar de centrarse únicamente en todo lo que echamos de menos. En el caso alemán, además, es muy importante aprender el idioma lo antes posible para poder comunicarse e integrarse mejor.

A nadie escapa que en Alemania hay una importante colonia de españoles. Las buenas oportunidades laborales y la relativa cercanía hacen que, hoy en día, el país teutón acoja a todo tipo de profesionales nacidos en España.

 ¿Qué trabajo estás desempañando en Alemania ahora mismo?
Trabajo como responsable de Procesos de I+D en ThyssenKrupp Elevator AG. El trabajo es muy interesante porque exige la colaboración dentro de un equipo global, lo cual me permite seguir desarrollando mis habilidades técnicas, pero también mejorar en mis habilidades para el trabajo en entornos internacionales: comunicación, empatía, conciencia de las diferencias culturales, horarias e idiomáticas, gestión del cambio. Es un reto muy grande, pero estoy muy contenta. Sobre todo porque me siento rodeada de grandes profesionales alrededor del mundo, de los que puedo aprender muchísimo todos los días. Además, moverme a esta posición global me ha permitido llegar a conocer mejor el negocio y nuestra propia organización.

¿Crees que podrías hacer lo mismo en España?
A largo plazo, seguramente sí, ya que el trabajo requiere la coordinación de un equipo global. Cuando me ofrecieron la posición tenía mucho sentido el desplazamiento, ya que el departamento estaba en un proceso de cambio organizativo y se estaba constituyendo un pequeño equipo diverso e internacional en Essen. Claramente, para la formación inicial del equipo y el cambio organizativo, es mejor el contacto directo con los compañeros. Además, el desplazamiento hace más sencilla la transición a una nueva función. Una vez establecida la nueva organización y el equipo, seguramente sería posible seguir llevando a cabo la tarea desde cualquier lugar del mundo.

¿Has encontrado a muchos españoles aquí?
La verdad es que sí. En general creo que están contentos, pero muchos echan mucho de menos su tierra. Casi todos los españoles que conozco tienen una muy buena preparación y, por ello, unas buenas condiciones laborales en España.

¿Vas a España a menudo?
Sí, intento ir cada tres meses como máximo para ver a la familia y los amigos. En verano, con los vuelos baratos, es bastante fácil. Y, además, gracias a Internet se puede mantener el contacto de manera más sencilla cada día.

¿Y qué es lo que más echas de menos?
La familia, los amigos, 10 grados más de temperatura (aunque sea de Asturias), el carácter alegre y despreocupado de los españoles, la vida en la calle, la creatividad, la empatía... Y, en mi caso, porque ahora vivo en la ciudad de Essen (por lo tanto, lejos del mar), los paseos por la playa, los baños en verano y el pescado fresco.