La delegación de la Xunta, Casa de Galicia acogió  la presentación en Madrid del libro “Testigo y parte de la historia reciente de Galicia”, de Víctor M. Vázquez Portomeñe, publicado por  Hércules de Ediciones y en el que a modo de biografía, el autor hace un repaso por los momentos, los sucesos y las personas que marcaron su vida, familia, amigos y compañeros de política, tanto aliados como adversarios.

En el acto, –al que asistieron diferentes personalidades como Juan José Laborda-, intervinieron el delegado de la Xunta en Madrid y director de la Casa de Galicia José Ramón Ónega López; el editor Francisco Rodríguez Iglesias; el catedrático de Sociología de la universidad Rey Juan Carlos, Octavio Uña Juárez; el presidente del Consejo de Estado José Manuel Romay Beccaría; y el propio autor, Víctor M. Vázquez Portomeñe.

Tras sus palabras de salutación y bienvenida, Ónega destacó que Portomeñe es “más que un historiador”, ya que  fue “intérprete y actor” de la etapa que le tocó vivir. “Es el mago que transformó una realidad social y política. Fue testigo y parte, promocionó el Xacobeo, volvió a inventar el Camino de Santiago e hizo políticas que todavía hoy perviven”, dijo.

Por su parte, el editor Francisco Rodríguez Iglesias señaló que se sentía muy satisfecho con el libro y evocó a la familia del autor, una madre coraje, que siendo viuda fue capaz de dar estudios a sus cuatro hijos y dedefinió a Portomeñe como “el Suárez gallego”, además de "el mejor conselleiro que tuvo Galicia".

Octavio Uña, -de origen zamorano que recordó su amor por Galicia, en cuya universidad de Compostela fue profesor y ganó su cátedra-, calificó el libro de “imprescindible para entender la transición gallega” y agradeció al autor su “personal visión, honesta y desde dentro”. “La historia la han hecho individuos y este libro es prueba de ello”, señaló.

Beccaría, que llenó su exposición de vivencias y anécdotas llenas de retranca comentó entre otras cosas que “para muchos, Portomeñe es el otro Pío Cabanillas, pero hay una diferencia. Portomeñe amaba los púlpitos y Pío las sacristías”.

Mientras, Portomeñe señaló que después de seis años de abandonar la política quería “dejar constancia de los hechos, los nombres, los lugares y los porqués” de los últimos cuarenta años de la Historia de Galicia, “una forma de cerrar una larga etapa de mi vida, mis recuerdos plasmados negro sobre blanco, con la sinceridad que me dictó la consciencia”.

Tras unas pinceladas sobre la Transición, el libro analiza el proceso preautonómico y las primeras elecciones autonómicas. Después se detiene en los avatares de los diferentes gobiernos (de Fernández Albor a Núñez Feijóo), con especial hincapié en la "Era Fraga", en las entrañas de la política gallega y “en el desarrollo de los acontecimientos que todos conocemos, aunque no tengamos toda la información sobre los mismos”.

La realización de esta obra obedece a la necesidad que sentía el autor de "contar la historia de la que fui testigo y que escribimos todos los gallegos, desde que me asomé a las responsabilidades públicas”.