viernes, 03 de mayo de 2024

EN UNA DÉCADA LA ESCUELA HA FORMADO A MÁS DE 100 MONITORES

La Escuela de Asturianía se celebró con un nuevo éxito formando a nuevos monitores

Escuela-de-Asturianía-web
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Puesta en marcha en el año 2001, y con la única excepción del año 2012,, que no se desarrolló, la Escuela de Asturianía ha significado un auténtico ‘balón de oxígeno’ para los Centros y Asociaciones asturianas establecidas por el mundo, ya que no sólo han garantizado la formación de excelentes monitores para facilitar el mantenimiento de señas de identidad culturales, sino que, además, han permitido que los jóvenes que participan en la Escuela de Asturianía asuman nuevas responsabilidades en el movimiento asociativo, fortaleciendo las organizaciones y garantizando de ésta forma el relevo generacional.

Las Escuelas de Asturianía, que ya llevan más de una década celebrándose, con la única excepción del año 2013 es, tal y como han manifestado prácticamente todos los representantes de los Centros y Asociaciones asturianas presentes en el reciente Pleno del Consejo de Comunidades Asturianas celebrado en Gijón, la mayor y la mejor aportación del Gobierno del Principado a las entidades que, en los cinco continentes, mantienen vivos los lazos con Asturias y trasladan a los descendientes de las primeras generaciones de emigrantes los valores y la cultura de su tierra de origen.

En la edición del 2014 han participado 23 monitores, una cifra con lo que se llega al centenar de monitores formados en la última década, representantes de más de 10 países, en los que gracias a la formación recibida en la tierra natal de sus padres y sus abuelos, estos jóvenes pueden continuar con el mantenimiento de las tradiciones, con ello también con el de las entidades y, en cualquier caso, en el fortalecimiento de la relación de Asturias con los diferentes lugares del mundo en los que hay presencia de colectividades asturianas.

La razón de ser de la Escuela de Asturianía está taxativamente recogida en la Ley de Reconocimiento de la Asturianía, que, en su Artículo 7 dice: “El Principado de Asturias, fomentará a través de las Comunidades Asturianas, y con la colaboración, en su caso, de instituciones especializadas: la organización de servicios didácticos y audiovisuales dirigidos al conocimiento del bable, la cultura, la historia y las tradiciones asturianas, facilitando a dichas Comunidades la organización de cursos y actividades con la expresada finalidad”.

Los objetivos de la Escuela están claramente definidos en sus 4 bases fundamentales, que son 'extender el conocimiento de Asturias, de su historia, tradiciones, folclore, lengua y cultura a los descendientes de emigrantes asturianos, ver y comprender la evolución hasta la Asturias actual y su integración en el Estado español, mantener la pervivencia de la tradición asturiana y sus manifestaciones, y conseguir, a través del conocimiento de nuestra cultura, la implicación de las generaciones más jóvenes en el desarrollo de las actividades de los Centros asturianos, así como la convivencia y relación intercentros'.

Además de la formación que han recibido, muchos de los jóvenes monitores formados en las Escuelas de Asturianía están asumiendo responsabilidades directivas en sus Centros y Asociaciones, dando así un nuevo empuje al movimiento asociativo de los asturianos residentes en el exterior, ya que, si de algo adolecían las entidades era de la presencia de jóvenes en sus cuadros dirigentes, un situación que, además de preocupar por la falta de relevo generacional, sobrecargaba de trabajo a los directivos que desde siempre han asumido el reto de perpetuar los puntos de encuentro en los países de acogida.

Las Escuelas de Asturianía, aunque sin que ésa haya sido su pretensión inicial, no sólo están formando monitores en materia cultural, sino que, además, están sirviendo para que estos jóvenes garanticen el futuro de las entidades, rejuveneciendo sus estructuras, atrayendo a más jóvenes, y garantizando la transmisión de valores culturales y sociales que, de no haberse ‘inventado’ éste formato, corrían serio riesgo de desaparecer.