martes, 23 de abril de 2024

Venezuela: Hermandad Gallega, refugio frente a la crisis de Venezuela

José A. Alejandro-Roberto González
José Antonio Alejandro y Roberto González en Celanova

En tiempos de adversidad, la Hermandad Gallega de Venezuela, está realizando más que nunca esa labor de 'hermandad' que ha venido desarrollando desde su fundación en los años 60. En tiempos de bonanza y tranquilidad, toda la parte cultural se convirtió en bandera del colectivo emigrante que deseaba mantener los vínculos con la tradición del país que habían dejado atrás. Ahora, cuando la inestabilidad política se ha trasladado a la vida cotidiana de los venezolanos, es la vertiente social la que más están reclamando los socios. Así lo explica José Antonio Alejandro, cuya familia es natural de Ramirás y que opta a la presidencia del centro en las elecciones que se celebrarán el próximo día 28. En ello coincide el presidente saliente, el también ourensano Roberto González, que lo dirige desde 2015. 

"Para muchos fue una salvación" el papel de la Hermandad en estos tiempos en los que los cortes de agua y luz se han vuelto una constante en el día a día de Venezuela. Este papel social que ahora destacan se materializa también en programas como el de reparto de medicinas de forma gratuita, desarrollado con la Secretaría Xeral de Emigración de la Xunta. "Los socios tienen a su disposición una gama de 180 productos", explica Alejandro, mostrando su agradecimiento al gobierno gallego, una entidad con la que siempre se han sentido amparados. "Los gobiernos gallego y canario siempre han sido los más preocupados" por la situación venezolana, recuerda Roberto González, asegurando que muchos de los programas que hoy promueve el Gobierno central "están basados en iniciativas de la Xunta".

La historia repetida

En la actualidad, la comarca de Celanova es una de las zonas de Galicia que más emigrantes retornados recibe. "Estamos reviviendo la historia de nuestros padres y abuelos", dice Roberto, al tiempo que José Antonio asegura que "en caso de encontrar estabilidad, dudo que regresen" a Venezuela. 

Mientras, los que permanecen en el país caribeño, siguen contando con el amparo de un centro que se ha ido adaptando a los tiempos. Durante su mandato, Roberto González, que se inició con "una Venezuela ya difícil", ha centrado sus esfuerzos en "mantener los trabajos realizados en la parte social" y en "cubrir las necesidades de los socios". De cara al futuro que puede tocarle a José Antonio Alejandro, la línea de gobierno "será la misma" porque este proyecto "arrancó hace muchos años". El mayor reto al que se enfrenta la Hermandad es el de mantener esa parte social porque "la gente lo está pasando mal y tenemos que seguir siendo la casa que le echa una mano".