jueves, 28 de marzo de 2024

Los países de la UE adoptan criterios comunes para restringir la movilidad por COVID-19

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El Consejo de la Unión Europea adoptó este martes una "recomendación" para que los Estados miembros basen sus restricciones a los viajes dentro de la UE en función de la situación epidemiológica que incluye un código de colores por zonas.

"Esta recomendación tiene como objetivo evitar la fragmentación y la disrupción y aumentar la transparencia y la previsibilidad para los ciudadanos y las empresas", indicó el Consejo en un comunicado.

La recomendación, que no obligación, es la continuación formal del acuerdo político alcanzado el pasado viernes por los ministros de Interior de los Estados miembros y se basa en la propuesta de la Comisión Europea, que lleva semanas pidiendo armonización y que ha celebrado el paso adelante de las capitales.

Así, los Estados miembros han acordado aportar una serie de datos al Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), que actualizará semanalmente un mapa europeo del coronavirus según la incidencia por regiones, en función de esa información.

Las capitales informarán al ECDE de la incidencia acumulada (IA) sobre 100.000 habitantes en 14 días, así como del número de pruebas de diagnóstico por 100.000 habitantes y del porcentaje de positivos por Sars-CoV-2 en función de los test realizados la semana anterior.

El mapa del ECDE dividirá las regiones europeas en cuatro colores, en función de la incidencia de la pandemia.

En verde aparecerán los países que tengan una incidencia acumulada menor a 25 y una tasa de positividad que no llegue al 4 %.

En naranja se situarán las regiones en las que la incidencia media sea menor de 50 casos sobre 100.000 habitantes en 14 días y donde el ratio de positivos supere el 4 % o aquellas donde la IA se sitúe entre 25 y 150 casos pero los positivos no llegue al 4 %.

En rojo entrarán las zonas donde la incidencia supere los 50 casos y la positividad se eleve por encima del 4 % o donde la IA media sea superior a 150 contagios por cada 100.000 habitantes en 14 días.

En gris, por último, se colocarán las regiones de las que el ECDC no disponga de información suficiente o si el ratio de testeo es inferior a 300 pruebas por 100.000 personas.

"Los Estados miembros no deberían restringir la libre circulación de personas que viajan hacia o desde las zonas verdes", indica el Consejo.

Agrega que, en caso de plantearse la posibilidad de restringir la movilidad dentro del espacio Schengen de libre circulación, las capitales deben "respetar las diferencias en la situación epidemiológica entre las zonas naranja y roja y actuar de forma proporcionada", así como "tener en cuenta la situación en su propio territorio".

"Los Estados miembros, en principio, no deberían denegar la entrada a personas que viajen desde otros Estados miembros" y los que introduzcan restricciones a quienes provengan de áreas "no verdes" podrán exigir cuarentenas y pruebas de diagnóstico a los viajeros antes de su entrada en el país o una vez en el destino.

Se podrá exigir también que los viajeros rellenen formularios locales para poder ser rastreados, mientras se elabora un formulario tipo europeo.

Además, el Consejo agrega que los Estados miembros que apliquen restricciones a la movilidad deben de informar 48 horas antes al país afectado, al resto de países de la UE y a la Comisión Europea.

"Los Estados miembros también deben proporcionar al público información clara, completa y oportuna sobre cualquier restricción y requisito. Como regla general, esta información debe publicarse 24 horas antes de la entrada en vigor de las medidas", agrega la institución que representa a los países de la UE.

En cualquier caso, cualquier tipo de medidas que restrinjan la movilidad para proteger la salud pública debe de ser "proporcionada y no discriminatoria y debe de retirarse en cuanto la situación epidemiológica lo permita", subraya el Consejo.

"Damos la bienvenida a este acuerdo para traer más orden a una situación actualmente confusa", señaló por su parte la Comisión Europea, que celebró un acuerdo basado en la propuesta del Ejecutivo del pasado 4 de septiembre y aseguró que la UE ha aprendido de la primera oleada y no superará la crisis "cerrando fronteras unilateralmente, sino trabajando juntos".