viernes, 29 de marzo de 2024

Militantes de la Querella contra los crímenes del franquismo se reunieron en la FAGRA

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Familiares de las víctimas, agrupaciones y particulares que apoyan y participan exhaustivamente en la conocida como "querella argentina" contra los crímenes del franquismo se reunieron este martes en la Federación de Asociaciones Gallegas de la República Argentina (FAGRA) para conocer las novedades en torno a la causa que dirige la jueza María Servini de Cubría.

La comitiva española se encuentra en Buenos Aires para sumar una nueva querella al expediente argentino por la brutal agresión policial que sufrió el pueblo de Iruñea (Pamplona), Nafarroa (Navarra), en las fiestas de San Fermín de 1978 y en la que falleció el joven Germán Rodríguez.  Fermín, su hermano, viajó ahora hasta la capital argentina para prestar declaración ante Servini de Cubría y sumar esta acción a la iniciada el pasado mes de enero, cuando víctimas de este suceso presentaron una querella criminal en los juzgados de la capital navarra.  La magistrada argentina recogerá por primera vez el testimonio de afectados por los crímenes del régimen durante la Transición española y cuyo aporte puede suponer un impulso para la causa, con nuevas órdenes internacionales de detención, pedidos de extradición de represores, etc.

Además, durante la reunión en la Federación se puso de manifiesto la intención de impulsar diferentes acciones en el mes de septiembre, cuando está previsto que viaje a Buenos Aires uno de los principales artífices de la violencia sistemática orquestada durante la Transición, Rodolfo Martín Villa. Quien fuera procurador en las Cortes franquistas (1964-77), jefe del Sindicato Español Universitario (1962-64), y posteriormente ministro de Relaciones Sindicales (1975-76), del Interior (1976-1979), de Administración Territorial (1980-81) y vicepresidente del Gobierno (1981-82), está citado a declarar ante Servini de Cubría por su responsabilidad en los conocidos como "sucesos de Vitoria" de 1976, que dejó cinco fallecidos durante un operativo policial.

Este emotivo encuentro contó con la presencia de referentes como la cofundadora de Madres de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, el integrante de La Comuna, asociación de presos y represaliados del franquismo, Chato Galante, la eurodiputada del Bloque Nacionalista Galego Ana Miranda, la diputada de Podemos Victoria Rosell, integrantes de la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina (CeAQUA)  contra los crímenes del franquismo y  víctimas del terrorismo de Estado en el país austral, entre otros.

Todos dejaron constancia de su compromiso con la causa y Chato Galante agradeció además a los argentinos por iniciar el único proceso judicial que sigue abierto en el mundo contra los crímenes del franquismo.  "Sin él no hubiésemos podido salir adelante", aseveró sobre un expediente que se encuentra en "una fase decisiva" para lograr Justicia.

Por su parte, Nora Cortiñas señaló que la querella argentina es una retribución al apoyo español ante los atroces crímenes de la dictadura argentina.  "Estamos juntos y vamos a lograr saber toda la verdad", aseguró.

La jornada dejó un recuerdo especial también para figuras clave de la querella, como el fiscal argentino Hugo Cañón, un activo defensor de los derechos humanos que se opuso a la Ley de Obediencia Debida y Punto Final; también para el abogado Carlos Slepoy y Darío Rivas como partes imprescindibles de la causa argentina contra los crímenes del franquismo, así como para Francisco 'Paco' Lores, quien también apoyó este proceso desde la presidencia de la Federación como querellante.

Ana Miranda, por su parte, dijo que "el franquismo post Franco continúa en las instituciones que no han tenido la osadía de dar un paso adelante", por lo que es fundamental verbalizar sus crímenes para que organismos internacionales se den cuenta y se movilicen para ilegalizar entidades como la Fundación Franco, que sigue haciendo "apología del fascismo".

Por último, el presidente de la FAGRA, Diego Martínez Duro, recordó que el silencio y la obstaculización de España ante los crímenes de lesa humanidad ha sido constante, también en Argentina, donde el Estado español es el único que no presentó, a través de su sede diplomática, una querella por sus ciudadanos víctimas de la última dictadura del país sudamericano, sino que es la institución que él dirige la que se hizo cargo.