viernes, 29 de marzo de 2024

POR MARCO ANTONIO DE LERA ES CONSEJERO POR BÉLGICA EN EL CGCEE

Carta abierta a Juan Duarte, director general de Españoles en el Exterior

A la izquierda, Marco Antonio de Lera, consejero por Bélgica, así lado del de Bolivia y Brasil en un Pleno del CGCEE

SITUACIÓN SANITARIA EN ESPAÑA - DEMOCRACIA y DIÁSPORA

Carta abierta al Señor DUARTE - director general de Españoles en el Exterior

Pasado el momento de la consternación pasada llega el de la indignación y el análisis. Una vez más la administración española actúa de la forma más vil posible con los ciudadanos españoles residentes en el extranjero. Esta es la historia de un perturbador abuso de poder por parte de un alto funcionario de la Cancillería llamado Juan DUARTE.

El desprecio, la soberbia y el rechazo a este colectivo de +/- 2,2 millones de ciudadanos españoles son las señas de identidad de este llamado “Estado democrático”, donde la tradición franquista es pertinaz.

El Señor DUARTE y su equipo tomaron una decisión, aunque legal, pero que vale la pena recordar por la historia política de este país. Seguirle significaría ponerse "serio" y obedecer los ucases dictados por su oficina, a pesar de la difícil situación sanitaria en nuestros respectivos países anfitriones.

¿Por qué aumentar el acoso? ¡Toda la pregunta está ahí! Esta determinación de persistir en la negación de la diáspora no puede explicarse más que por razones inconfesables, que sugieren que este caballero encontró algún beneficio en ello ... Ya sea porque se sintió investido con una misión especial, en cuyo caso debe estar completamente satisfecho con sus esfuerzos, o que alguien le haya hecho comprender los beneficios de brindar este servicio VIP. La conclusión obvia es que habrán sido lo suficientemente persuasivos para que él haga suyos estos gestos inapropiados, irracionales e intencionales. Especialmente cuando argumenta la Ley, con razón, pero entonces, ¿por qué no la aplicamos sistemáticamente? En 2019 la administración española fue muy casual en relación a la Ley, y esto de forma deliberada, a pesar del recordatorio hecho por algunos Concejeros, entre los que me incluyo. Peor aún, la falta de asistencia del Defensor del Pueblo, quien declinó cualquier implicación. ¿Para qué sirve? En una sociedad libre y democrática, los hechos descritos y criticados anteriormente son inaceptables.

En la sociedad española "moderna" está de moda despreciar a quienes dejaron la tierra donde nacieron para buscar protección política, para unos, y medios de subsistencia para otros. Con su trabajo, su sacrificio y los medios económicos resultantes de su trabajo, elevaron económicamente a España durante y después de la feroz dictadura de más de cuarenta años del golpista Franco y sus acólitos. A la vista de lo que está pasando y por lo que estamos pasando, está claro que no representamos nada, absolutamente nada a los ojos de esta sociedad cerrada sobre sí misma.

El tecnócrata ambicioso estaría bien inspirado para entrar en contacto con los que están fuera del territorio en lugar de encerrarse en la "burbuja ministerial" y llegar a perder el contacto con la realidad cotidiana concreta del terreno y la ciudadanía en el exterior.

Estoy destrozado, y puedo decir que no soy el único, por el acto de vandalismo constitucional perpetrado en 2010 por una banda de políticos irrespetuosos donde IZQUIERDA UNIDA y COALICION CANARIA se opusieron al texto que modificaría la Ley Electoral, la LOREG, y de paso, con el Estatuto de la Ciudadanía Española en el Exterior.

El Gobierno de España estaría mejor inspirado en aplicar las mismas disposiciones tomadas en su territorio y aplicarlas a sus compatriotas que residen fuera del territorio nacional. Mejor aún, instar a los compatriotas a respetar las reglas promulgadas en el país de residencia se consideraría respetuoso con el país y no una injerencia en los asuntos internos del país anfitrión.

El Señor DUARTE ha olvidado que ya no hay el Imperio Español. Estoy harto de este doble rasero que envía mensajes contradictorios. No creo equivocarme si digo bien alto y claro que mis compañeros Consejeros y yo todavía estamos conmocionados por la falta de respuesta a nuestra solicitud.

De usted, Señor DUARTE, procedente de un Gobierno progresista, podíamos esperar más escucha y amabilidad. Debería darle vergüenza.

Terminaré recordando algunos principios de filosofía política.

Para analizar la cuestión de la política, primero debemos cuestionar la cuestión del análisis de la sociedad. El Hombre es un ser social, esto significa que la cuestión fundamental es comprender las relaciones entre los individuos dentro de la sociedad. Nuestras sociedades modernas nos confrontan con otra paradoja, que es la de una sociedad formada por individuos.

Al estar interesados en ser sociales, nos interesa cómo manejamos nuestras relaciones con los demás. Ya no podemos separar las condiciones sociales de las políticas en las que se gestiona. La dimensión política de la sociedad es omnipresente. Para hacer sociedad y producir significado colectivo, debemos estar interesados en cómo se construye el poder, así como en la noción de democracia.

Quién dice sociedad, dice organización política. Cuando miramos antes de las sociedades tradicionales, solo podíamos ver individuos sin hechos políticos. Hoy sabemos que toda sociedad tiene una dimensión política, sea cual sea la naturaleza de la sociedad. Por lo tanto, podemos admitir que la política organiza las sociedades.

El sistema político de organización surge de una interacción entre lo social y lo político. Sin embargo, hay sociedades donde la esencia de la política desaparece, esto sucede en beneficio de otro poder al pasar de un sistema de regulación a un sistema de relaciones basado en la fuerza y la violencia. Por lo tanto, nos lleva a preguntarnos sobre los fundamentos políticos de una sociedad cuya vocación es establecer relaciones en una lógica coercitiva.

Marco Antonio de LERA GARCIA Consejero General por Bélgica del CGCEE

Miembro de la Comisión Permanente y de la Comisión de Derechos Civiles y Participación