Anna y su familia llegaron a Nueva York gracias a una oferta de trabajo y lo que iba camino de ser una estancia de ocho meses ya va para cinco años. Desde hace unos días es la presidenta del CRE de Nueva York y Consejera por Estados Unidos en el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior. Hablamos con ella para conocer su punto de vista sobre el último Pleno y las inquietudes de los españoles a los que representa en Estados Unidos.
Anna, ¿cómo has visto el último Pleno del CGCEE?
Fue el primero para mi y no tuve tiempo de prepararlo, ya que fui elegida 20 días antes de su celebración. Desde mi inexperiencia me ha parecido que no hay un interés real por la emigración y sus problemas, o al menos por este foro, como muestra la ausencia de medios de comunicación de ámbito nacional o la poca presencia de partidos políticas y de departamentos ministeriales afectados. O que todavía no se hayan solucionado los problemas ocasionados por el cambio de la Ley Electoral de 2011 que han reducido en un 30% la participación electoral del voto en el exterior. Entiendo también que la representatividad de muchos de nosotros puede estar muy cuestionada, puesto que muy pocos españoles en el exterior han participado en las elecciones de los CRE o saben sobre las funciones del CGCEE. Creo que uno de los retos de los Consejeros es dar más difusión a lo que hace el CGCEE y solicitar a los españoles en el exterior que participen en la elaboración de propuestas.
¿Qué necesidades detectas entre los españoles que se relacionan con vuestro CRE?
En general creo que se precisa más información. Existe si se busca, pero creo que no está de más que se haga pedagogía, más difusión de los derechos y obligaciones como español en el exterior. En este sentido, como CRE de Nueva York queremos ayudar a difundir esa información y hacer campañas. Entre otras cosas, nos interesa mucho a dar a conocer el programa ALCE para la educación en español de hijos de españoles, los derechos sanitarios que tenemos, las gestiones que hay que hacer si se adquiere la nacionalidad americana y se quiere conservar la española, así como también las obligaciones que existen.
¿Qué crees que hay que cambiar más rápidamente en relación a la emigración española?
Por supuesto, lo primero es garantizar y facilitar el voto en las elecciones a los casi dos millones de españoles que vivimos en el exterior. La modernización de la administración en el exterior, para que sea más ágil y accesible, sería sin duda un avance, puesto que en Estados Unidos muchas personas viven muy alejados de los consulados o con horarios laborales incompatibles con los de apertura consular. A quienes vivimos aquí nos preocupa el trato fiscal que recibimos, distinto al del resto de españoles residentes en la Unión Europea. Me refiero a las desigualdades entre españoles por lugar de residencia respecto a los impuestos sobre la Renta, el Patrimonio o Sucesiones y Donaciones. Esto afecta también a Australia, Canadá y ahora con el Brexit puede afectar también a los españoles residentes en el Reino Unido. Por supuesto, estamos de acuerdo en pagar impuestos pero iguales a los del resto de españoles.
En cuanto a otros temas, considero que también se podría hacer un estudio comparado con países del entorno europeo, para ver en qué podemos mejorar y también para reconocer lo que se ha hecho bien en materia de emigración. Por ejemplo, los franceses tienen parlamentarios en la Asamblea General que representan a los franceses en el exterior… Este es sin duda un debate que habría que tener a nivel nacional: la conveniencia o no de que los españoles en el exterior tengan esta representación. Por otra parte, solo los españoles tienen programas educativos como las ALCE y debería ser un objetivo el mantenerlos y reforzarlos y, por supuesto, ponerse las medallas. Por ejemplo, para reforzar estos programas se podría explorar la apertura del programa a hispanoparlantes aunque ellos no tuvieran las clases subvencionadas.
¿Quiénes formáis el CRE de Nueva York y cuál es vuestra motivación?
Somos siete personas de dos candidaturas diferentes. Las motivaciones de todos son diferentes, pero en general hay mucho de vocación de servicio público y curiosidad. Personalmente, en estos cuatro años me gustaría que fuéramos capaces de generar una comunidad española mejor informada y reunirla virtualmente y en algunos eventos lúdicos e informativos. El CRE de Nueva York es una pieza más de las muchas que existen en la zona por y para españoles y nuestra función es principalmente informativa y consultiva.