El conjunto de la población nacida en el extranjero y empadronada en Navarra alcanzó, a fecha 1 de enero de 2019, las 99.013 personas, siendo un 4’6% superior a las 94.647 registradas en la misma fecha de 2018. De esas 99.013 personas nacidas en otros países, un 51’5% son mujeres y un 48’5% hombres. Las personas provenientes de Honduras, Nicaragua y Venezuela empadronadas en Navarra en 2019 han crecido entre un 30% y un 40% respecto al año anterior, aunque las comunidades marroquí y ecuatoriana continúan siendo las más numerosas en nuestra Comunidad Foral. Son datos que se desprenden del estudio del Padrón Continuo del Instituto Nacional de Estadística (INE), que han sido analizados por el Departamento de Políticas Migratorias y Justicia del Gobierno de Navarra.
De esas 99.013 personas empadronadas en Navarra nacidas en el extranjero, como se señalaba, las provenientes de Marruecos son las más numerosas, con un total de 14.227 personas (14’3%), una cifra muy similar a la de las nacidas en Ecuador (14.142). Sin embargo, es el crecimiento de la comunidad marroquí en este último año (un 12% respecto a las cifras que tenía en 2018) lo que le hace superar a Ecuador en este ranking, y colocarse como el país extranjero que más nativos aporta a los padrones en Navarra.
Incremento notable de personas centroamericanas
Estudiados los 33 países con mayor cifra de población empadronada en Navarra, según el INE, se puede observar sin embargo que ese crecimiento del 12% de la comunidad marroquí está muy lejos de las mayores cifras. Las crisis políticas vividas en Centroamérica tienen su reflejo en el crecimiento de las personas que se empadronan en Navarra provenientes de aquellos países: el mayor aumento porcentual en un año lo tienen, como se señalaba, Honduras (39’5% más que en 2018), Nicaragua (con un aumento del 37%) y Venezuela, cuya comunidad en Navarra asciende un 33%.
También por encima del incremento porcentual de Marruecos se encuentran las personas provenientes de Pakistán, cuyo número ha crecido casi un 18% entre 2018 y 2019; y Colombia, cuya población residente y empadronada en Navarra sube un 13%, hasta las 8.791 personas. Colombia se mantiene así como el tercer país extranjero que más empadronados aporta a Navarra, por detrás de Marruecos y Ecuador.
Incremento de la mayor parte de nacionalidades de origen
En general, Navarra confirma el crecimiento de las comunidades extranjeras que se ha producido en el conjunto de las comunidades autónomas, y 30 de las 33 nacionalidades con más personas empadronadas aquí ven subir sus cifras. Las comunidades con un crecimiento negativo (descenso) de personas empadronadas son Portugal, Suiza y Polonia, aunque la diferencia no es excesivamente significativa ni en números absolutos ni porcentualmente.
Lejos de las grandes cifras de Honduras, Nicaragua y Venezuela, aunque con aumentos significativos, se encuentran países como los mencionados Pakistán, Colombia y Marruecos, así como Brasil (10’3% de incremento), Perú, México, Nigeria o Moldavia (todos ellos superando el 9’3% de aumento de la población empadronada en Navarra).
Ruiz de Irízar: “La inmigración es una realidad y una oportunidad”
Al respecto de estos datos, la Directora General de Políticas Migratorias del Gobierno de Navarra, Patricia Ruiz de Irízar, ha resaltado “la realidad y la oportunidad” que suponen las cifras para nuestra comunidad. “La migración es una realidad, porque ya está aquí y cada día lo comprobamos; y es una oportunidad porque este caudal human, es motivo de crecimiento económico y social, y la mejor manera de garantizar el Estado de Bienestar”, ha señalado.
Ruiz de Irízar ha considerado también “imprescindible” recordar los datos de lo que aportan estas personas a la Comunidad Foral: “Las personas nacidas en el extranjero son un 15% de la población, un 16% de las que cotizan a la Seguridad Social y un 32% de las que traen al mundo niñas y niños que garantizan el relevo generacional. ¿Qué pasaría en Navarra sin ellas?”, se ha preguntado.
Para la Directora General de Políticas Migratorias, “el único riesgo existente es la posible quiebra de la convivencia que provocan no estas personas, sino los miedos y los prejuicios de quienes ya vivimos aquí”. En palabras de Ruiz de Irízar, “todas las Administraciones debemos luchar contra esos miedos y prejuicios con la herramienta más potente que existe: la información”. “En una época de fake news y bulos, contar quiénes son estas personas, qué hacen para intentar labrarse un futuro, y cuánto nos dan como sociedad es la mejor vacuna contra la intolerancia”, ha señalado, para concluir que “como señalábamos el pasado 18 de diciembre, Día Internacional de la Persona migrante, conocerse es convivir”.