jueves, 28 de marzo de 2024

Bolivia mantiene el cierre de fronteras y de vuelos por COVID-19 pero abre templos

La enfermedad del COVID-19, que se detectó en Bolivia a principios de marzo pasado, formó una combinación letal cuando se juntó con la desesperación y la falta de información de la población boliviana sobre cómo enfrentarla. EFE/Martín Alipaz
La enfermedad del COVID-19 se detectó en Bolivia a principios de marzo pasado. EFE/Martín Alipaz
El cierre de fronteras y del espacio aéreo para vuelos internacionales se mantiene en Bolivia a partir del 1 de junio, aunque se flexibiliza la cuarentena con medidas como la apertura de templos si no superan un tercio del aforo.

El Gobierno interino del país mantuvo este jueves una larga reunión en la que determinó que sean a partir del próximo lunes las alcaldías y gobernaciones los encargados de las medidas en función del riesgo de coronavirus que se estime en cada municipio y región, aunque se mantienen algunas restricciones de ámbito nacional.

Entre ellas el cierre de fronteras vigente desde que el pasado 22 de marzo se declaró el estado de emergencia sanitaria en el país, salvo para nacionales y residentes que quieran retornar cumpliendo protocolos de prevención de la COVID-19, explicó a los medios la ministra interina de Comunicación, Isabel Fernández.

Los vuelos internacionales seguirán por ello sin operar, salvo que se permitan algunos excepcionales para repatriación, al igual que continúan en suspenso las clases en todos los niveles educativos y los eventos públicos de cualquier tipo.

No obstante, los de carácter religioso se autorizan siempre que no superen el 30 por ciento del aforo donde se celebren y lo hagan con medidas preventivas como el uso de barbijos y el distanciamiento entre personas.

El salir a la calle y el circular con vehículos se permiten desde las cinco de la mañana hasta las seis de la tarde, pero los sábados y domingos solo se puede salir a pie o en bici en un radio de quinientos metros alrededor del lugar de residencia, señaló Fernández.

El Ejecutivo transitorio de Jeanine Áñez pretende que el país vaya retomando la actividad, en especial los sectores productivos, aunque sigue el aumento de casos de la enfermedad, con 280 muertos y 7.768 contagiados según el último reporte.

Los municipios y regiones podrán decidir sobre cuestiones como el comercio y el transporte en función del nivel de riesgo que se determine en cada uno de ellos, pero está previsto que ciudades como la amazónica de Trinidad queden por un tiempo en aislamiento en un intento de frenar el incremento de casos.