Un cambio de aires es lo que muchas veces buscamos. A veces para desconectar y recargar energía, otras tantas para evolucionar como personas. Pero lo que no cabe duda es lo siguiente: cambiar de hábitos te cambiará la perspectiva de lo que te rodea.

Este último año y ocho meses han sido extraordinarios, tanto en lo personal como en la vida profesional. Puedo sentirme orgulloso de haber viajado sin nada de inglés a Irlanda y haber conseguido trabajo y amigos aquí. Todo gracias como siempre a la perseverancia y el vivir la vida paso a paso, hace que consigas cumplir tus objetivos. Pero todo llega a su fin y esta etapa pasa a la siguiente. Decir adiós a tanto esfuerzo y trabajo no es fácil. Dejo detrás a muchos amigos y una vida cómoda con un trabajo estable arreglando bicicletas. Pero estancarse no es un estilo de vida que me haya atraído nunca ¡así que a cambiar de perspectiva otra vez!

Puedo decir que a falta de dos semanas se huele ese cambio tan deseado. Esta semana ha sido la última en el trabajo y desde que la vuelta al mundo es oficial todo a mí alrededor se ha movido a la velocidad de la luz. Los compañeros me sonríen y animan por el taller, los amigos me apoyan y se interesan por el proyecto e incluso he conocido personas que se han querido hacer una foto conmigo por si algún día llego a ser famoso… sin duda la vuelta al mundo te cambia incluso antes de haber empezado.

Pero el mayor cambio que he notado en mí ha sido la felicidad infinita que siento. No existe descripción ni precedentes. Solo felicidad pura. Y todo gracias a una decisión que ni tan siquiera sé si es la acertada. Pero es el camino del corazón lo que nos debería de mover. Desde que estoy trabajando en lo de la vuelta al mundo he conseguido ser feliz y es por eso que desde entonces, no he parado de intentar convencer a la gente que me rodea que nunca hagan algo que no les de satisfacción. Obviamente no todo el mundo tendrá como objetivo la vuelta al mundo, pero debemos aprender a escucharnos a nosotros y tomar decisiones desde el corazón. Es el mejor consejo que puedo dar. Porque si no buscamos la felicidad ¿para que vivimos?

Por eso no paro, a pesar de haber terminado de trabajar se puede decir que el proyecto around.blue es un trabajo también. Porque en el momento que tenemos tiempo libre necesitamos ocuparlo con algo, esto nos hace sentirnos útiles y aumentar la felicidad. Así el proyecto crece y crece. En mi viaje personal en busca de la felicidad aparecen nuevas ramas, proyectos medioambientales y de caridad a dentro del proyecto principal. Por eso hoy explico mi nueva campaña “rescate al planeta tierra”.

Rescate al planeta Tierra.

Todo comenzó un buen día practicando con la bici y la cámara. Salía en busca de una cascada artificial que tenemos en Dublín. Entonces me di cuenta de una cosa que siempre paso por alto en mis entradas del blog, la suciedad del lugar. Siempre, con mi positivismo habitual a la hora de explicar lo que estoy haciendo o el lugar que he visitado ignoro el lado oscuro. Todo este daño que le hacemos a la tierra impedirá al final ver la belleza del lugar, si no lo hacemos por nuestra madre tierra y todos los seres que viven en ella, por lo menos hagámoslo por el egoísmo de querer vivir sin estar rodeados de basura.

Ver la marca de la humanidad en forma de botellas, cajas o bicicletas tiradas en el río se podría evitar fácilmente, solo tenemos que dejar de hacerlo pero ¿qué pasa con los residuos que actualmente están en las orillas de caminos y ríos? Si no hacemos nada quedaran allí varados para toda la eternidad.

La idea es sencilla. Al día, millones de personas por no decir todos salimos una o varias veces de casa. Vamos al trabajo, a pasear al perro o correr por la montaña. Podemos salir acompañados o solos pero salimos de todos modos y eso se convierte al final del año en trillones de viajecitos de personas hiendo y viniendo de un punto a otro. ¿Qué pasaría si en cada salida que hacemos recogiéramos una botella? ¿O cualquier resto de basura que nos encontremos por el camino y lo tirásemos en su lugar de reciclaje? No tiene por qué ser todas las salidas que hagamos ni cargarnos de basura. El objetivo no es salir a limpiar, es salir a divertirse o simplemente hacer tus obligaciones y de paso hacer una buena acción al día.

Además, estoy convencido que si todos nos ponemos manos a la obra, los desconsiderados que tiran mierda literalmente, se sentirán avergonzados de sus actos. Hay personas que puede que les den igual el medioambiente, pero les jode que les miren mal y ensuciar su imagen. Es triste pero es la realidad, aún existe el colectivo que simplemente se dedican a moverse según la sociedad. Por ese motivo debemos crear una sociedad sana y responsable.

Así que la campaña es sencilla:

- No ensucies.
- Mantén tu vida normal.
- Recoge una pieza de basura del camino y tírala en su lugar de reciclaje (botellas, latas, ropa, etc…)
- ¡Se feliz!

Yo ya lo práctico y me siento mucho más feliz desde el momento que me siento que estoy ayudando a una causa mayor.

Si haces alguna acción para el medioambiente y quieres compartirla con todos nosotros puedes dejar un comentario explicándonos lo que haces.

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¡Muchas gracias a todos por leerme!