martes, 23 de abril de 2024

MARÍA JESÚS GARCÍA DIRIGE LA SEDE DESDE 2012

"Toulouse es la más española de las ciudades francesas", afirma la directora del Cervantes

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Entrada a la sede del Instituto Cervantes enToulouse.

El Instituto Cervantes de Toulouse no sólo se encarga de enseñar el castellano y difundir la cultura española, aquí entre los franceses, sino que debe "satisfacer a una comunidad hispana muy grande", tanto como que un tercio de los vecinos de la Ciudad Rosa tiene apellido español.

"Hablamos de una población que ha llegado hace más de un siglo y que tiene la necesidad de seguir vinculada a su tierra. Toulouse es la más española de las ciudades francesas", asegura María Jesús García, desde hace poco más de dos años directora del Cervantes de Toulouse, en una entrevista  hecha en el marco del festival Cinespaña, en el que colabora el Instituto.

Situada a noventa kilómetros de los Pirineos españoles, Toulouse ha sido una ciudad de acogida de inmigrantes durante más de un siglo, "primero como receptora de exiliados republicanos y ahora, de jóvenes profesionales que buscan trabajo a causa de la crisis económica", señala García.

Por eso, explica, "este es un centro donde, además de aprender el idioma, hemos intentado buscar la conexión con esta población mixta, porque un español, o un descendiente de españoles, que ya habla castellano necesita el Cervantes para algo más".

Un vínculo, reconoce la directora, que "complica la actividad", por la necesidad de diversificación, pero a la vez da alegrías como, por ejemplo, que en un acto como el que ayer se celebró, para presentar la última novela de Almudena Grandes, donde se reunieron más de 200 personas, "sólo 15 pidieron traducción, algo muy poco común en los Cervantes", indica García.

El centro cuenta con más de setecientos alumnos, tanto en el propio edificio de calle Des Chalets como en los colegios franceses donde el Instituto se ocupa de la enseñanza del castellano y organiza más de un centenar de actividades culturales de todo tipo, desde proyecciones de cine a conferencias, exposiciones, conciertos o coloquios.

Su implicación con la ciudad es "enorme", de modo que la institución está presente en todos los eventos importantes de la ciudad; del festival Cinespaña, que se celebra estos días, al Cinelatino, en marzo; el festival flamenco de Toulouse o el Piano Jacobins, el cual se celebra en el claustro de los Jacobinos, una de las muestras arquitectónicas emblemáticas de la ciudad.

De hecho, el perfil del alumno es un francés de clase media-alta, profesional de formación universitaria, además de muchos jubilados, apunta García, "que quieren aprender castellano por placer, no por razones de trabajo o currículum, ya que aquí la enseñanza básica del idioma está garantizada por el sistema educativo francés, que lo ofrece en Primaria y en la universidad".

Un perfil, agrega, que poco a poco se completa con nuevos profesionales que buscan un título que acredite su conocimiento del idioma, un certificado que "les abre puertas laborales".

Es el DELE, el Diploma de Español en Lengua Española, que el Instituto facilita sobre todo a los estudiantes de las cuatro universidades de la ciudad.

"Acabamos de firmar un convenio con la Universidad de Lenguas y Humanidades de Toulouse II-Jean Jaurés -conocida como Le Mirail- para motivar a sus alumnos a obtener este título", explica García.

El Instituto Cervantes de Toulouse se autofinancia en un 46 %, gracias al patrocinio del Ayuntamiento de Toulouse y, por primera vez, de Airbus, un consorcio que "tiene una presencia enorme en la ciudad" y que sufraga una parte del programa cultural.

"Esto nos ha permitido ampliar la oferta con actividades muy demandadas, como el taller de cocina -añade la directora-, donde no solo se cocinan platos que explican parte de la cultura castellana, gallega o vasca, por ejemplo, sino que se también se habla mientras se come, y así se aprenden palabras que de otro modo no aprenderían nunca", sonríe la madrileña.