El presidente de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Luis Ángel de las Heras, ha invitado a los religiosos y religiosas de España a no quedarse en su "compromiso de frontera" sino a "ir a otras orillas" durante la inauguración de la XXI Asamblea de CONFER.

"Los religiosos y religiosas debemos tomar conciencia de la misión a la que se nos llama en la actualidad. En las periferias atisbadas o por atisbar, nuestra presencia es ideal para levantar tiendas del hospital de campaña que pide el Papa. No nos conformemos con nuestro compromiso de frontera, porque siempre podemos ir a otras orillas", ha subrayado.

Así lo ha indicado en su discurso de apertura de la Asamblea, que se celebró bajo el lema 'Vayamos a la otra orilla'. En su intervención, también ha destacado la importancia de la convocatoria del Año de la Vida Consagrada para toda la Iglesia y especialmente para los consagrados y consagradas. También ha mencionado el trabajo por la comunión eclesial, por la intercongregacionalidad y por la misión compartida que ha realizado la CONFER en los últimos años.

El Nuncio apostólico en España, monseñor Renzo Fratini, ha sido el encargado de celebrar la misa previa a la asamblea y ha mostrado el cariño de la Iglesia a la vida religiosa. El presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, monseñor Vicente Jiménez, ha saludado a los más de 300 superiores y superioras de las congregaciones religiosas que conforman CONFER.

La mañana finalizó con la ponencia del sacerdote jesuita Patxi Álvarez, titulada 'Servir al Dios de la compasión y la esperanza', en la que ha expuesto una visión de la realidad de exclusión y pobreza en la que muchas personas viven actualmente. "La crisis ha desenmascarado muchas realidades: se ha relegado a los últimos en función de los mercados, la corrupción, la torpeza de los políticos", ha apuntado.

Álvarez ha indicado que los cuatro grandes retos que la sociedad está planteando actualmente son: la diversidad y la inmigración, el aumento de la desigualdad y la exclusión, los valores en los que se basan las sociedades y el reto ecológico. Estos desafíos, según ha precisado, requieren "una esperanza realista y comprometida, necesitada de mucha oración".