sábado, 20 de abril de 2024

LA ENTREVISTA

'Los centros tienen que innovar y deben mostrar iniciativa'

La directora de la Agencia Madrileña para la Emigración (AME), Victoria Cristóbal, prepara las vacaciones con la sensación del trabajo cumplido. En las últimas semanas ha celebrado el I Consejo de los Madrileños en el Exterior, y poco después presentaba el I Plan de Ayuda a la Emigración de la Comunidad de Madrid 2010-2011. Pese a todo, continúa conectada al ordenador programando el mes de septiembre con cuatro viajes pendientes y la inauguración de las primeras casas regionales en Venezuela, Nueva York y Sao Paulo.
En el último mes ha celebrado el pleno del Consejo de Madrileños en el Exterior y ha presentado el Plan de Ayuda a la Emigración. ¿Significa esto que la AME ha alcanzado ya la mayoría de edad?
Definitivamente sí. Teníamos que cumplir con un calendario marcado, aunque hemos sufrido algunas demoras porque a la administración le cuesta cumplir los plazos y porque abrir caminos siempre es difícil. Creo que una de las cosas importantes es que nos hemos puesto en valor dentro de nuestra Comunidad Autónoma, pero también como interlocutores con otras comunidades y con la administración central. Nuestra mayoría de edad la da el hecho de haber encontrado nuestro hueco, haber adquirido personalidad propia y disponer de recursos suficientes para realizar nuestro trabajo.

El trabajo de la Agencia no termina ni tras la celebración del Consejo, ni después de presentar el Plan de Ayudas. El proyecto de la AME es mucho más ambicioso, y eso a pesar de la crisis y de que los presupuestos sean muy austeros. La expansión de la Agencia es muy buena, pero tenemos que seguir nuestro trabajo en otros países y llegar a nuevas colectividades. Tenemos un reto muy importante con los madrileños que están dispersos por el mundo y es cumplir el Plan de Ayudas, un documento que recoge nuestras prioridades en materia social, sanitaria y cultural.

Es verdad que estamos sufriendo un recorte económico y no nos podemos plantear objetivos más ambiciosos. Pero también es cierto que a día de hoy nuestra labor tiene que ser más micro que macro. Para construir una casa hay que empezar por los cimientos, y para nuestro trabajo lo importante es ir desde lo pequeño a lo grande, como puede ser el impulso de asociaciones, buscar las colectividades de madrileños e implicarlos con la Comunidad. A día de hoy ese trabajo es más importante que, por ejemplo, hacer una macro-inversión en nuevas tecnologías. Soy partidaria de comenzar desde abajo. Me parece mucho más sólido el resultado.

En la primera legislatura yo estaba trabajando con la presidenta. Nos llegaban muchas cartas de madrileños en el exterior que pedían información, ayudas, querían retornar o simplemente querían una foto de la presidenta para un centro. Nos dimos cuenta de que había un vacío y que este colectivo no tenía un interlocutor en la administración. Vimos que otras comunidades este problema ya lo tenían resuelto y apostamos entonces por la Agencia Madrileña para la Emigración. Es verdad que nosotros recibimos muchos inmigrantes y a la hora de valorar las necesidades, apostamos por una Consejería para atender la inmigración y una Agencia para la emigración. Creo que son modelos compatibles y que atienden perfectamente las necesidades de cada colectivo.

Hablar de cifras es uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos. Los datos del INE que sacamos por Internet indican que son 220.000 madrileños los que viven en el exterior. Pero no sabemos dónde están exactamente. Por eso trabajar así es tremendamente difícil, es un reto muy complicado. Sin la ayuda del Gobierno central es muy complicado conocer cifras. Nosotros hemos solicitado el PERE de forma reiterada en todos los ámbitos a donde hemos acudido y hemos presentado una Proposición no de Ley en la Comunidad de Madrid, para que el Gobierno regional inste al Gobierno central a que nos ayude a conocer esos datos. Es muy frustrante saber que tienes gente a la que quieres ayudar y no puedes llegar a ella.

Por decirlo a grandes rasgos, en los países de Latinoamérica hay una mayor necesidad asistencial por parte de nuestra colonia. En el caso de Europa reclama atención cultural, quieren que lleguen hasta allí exposiciones y que en general la cultura madrileña pueda ser accesible para ellos. En Latinoamérica lo que hemos recibido son solicitudes de seguros médicos y plazas en residencias para mayores. También les interesa la cultura, pero claro cuando las necesidades son otra, eso queda en un segundo plano.