viernes, 19 de abril de 2024

ENTREVISTA: LAURA GARCÍA

"Queremos brindar ayuda a todas las madres que se enfrentan a la expatriación"

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Detrás de Mamás por el Mundo están Laura García (en la foto) y la argentina Erica Mirochnik.

Laura García es una de las dos socias fundadoras de "Mamás por el mundo", una idea nacida para ayudar a las madres que crían a sus hijos lejos de su país. Junto a Erika Mirochnik, una argentina que vive en Nueva York, Laura ayuda cada día a madres que, como ella, viven lejos de su país. Una experiencia enriquecedora que esta psicóloga, quien actualmente reside en Miami, ha conseguido convertir en su profesión.

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Laura, ¿cómo surgió la idea de "Mamás por el mundo"?
Detrás de Mamás por el Mundo estamos Laura y Erica, española y argentina respectivamente, que tuvimos un flechazo 2.0. Con diferentes orígenes, diferentes lugares de expatriación y diferentes motivos creamos Mamás por el Mundo para compartir experiencias y brindar apoyo a todas las mamás que van a enfrentarse a la expatriación. 

¿Qué clase de personas reclama vuestra ayuda?
Sobre todo madres que van a iniciar el proceso de irse a vivir fuera. Están perdidas y superadas por la situación porque no saben por donde empezar. La búsqueda de un nuevo hogar, elegir escuela o negociar las condiciones de expatriación son temas muy recurrentes en nuestras sesiones. También nos contactan madres que están en su primera etapa de la expatriación y no saben afrontar sentimientos tan comunes como la soledad y la falta de proyecto personal o profesional. Nosotras somos sus aliadas en estas situaciones porque aunque en un primer momento no seamos conscientes, cuando nos alejamos de lo conocido es cuando descubrimos de lo que somos capaces. La emigración muchas veces actúa como catalizador de habilidades que no conocíamos que teníamos.

¿Crees que los emigrantes, en general, sufren problemas psicológicos por su condición?
Creo que debemos diferenciar la palabra "emigrante" de "expatriado". El expatriado siempre es emigrante y lo hace como consecuencia de un cambio de lugar de trabajo, pero se va a su destino con su nueva vida económica resuelta. La emocional es en la que hay que prepararse porque las diferencias culturales e idiomáticas juegan un papel fundamental en estos procesos. Pero el emigrante normalmente sale de su país como consecuencia de otros factores y no tiene por qué tener su nueva vida económica resuelta, por lo que las dificultades sin duda pueden ser mucho mayores. En cualquiera de los dos casos no creo que podamos hablar de problemas psicológicos en rasgos generales como condición del emigrante.

¿Qué significa ser madre expatriada? ¿Qué cambia respecto a una madre que viva en su país de origen?
Una mujer expatriada se encuentra viviendo en un lugar alejado de su ciudad de origen por diferentes circunstancias. Se ha ido siguiendo una oportunidad profesional interesante para su pareja, ha decidido junto a su familia que el futuro es prometedor en otra latitud o necesitaba un cambio de vida porque la que llevaba no la hacía feliz. En resumen: cambia su zona de confort por empezar desde cero en otro lugar totalmente desconocido. Y eso cuando eres madre es difícil de asimilar. Una madre que vive en su país de origen sabe dónde puede encontrar leche para su bebé, que si va a la farmacia le darán "Apiretal" o "Dalsy" sin receta y sobre todo tendrá a su familia ejerciendo el apoyo que cuando eres madre necesitas. Parecen tonterías pero estos son los pequeños detalles que cambian cuando eres expatriada.

Tu sabes bien lo que es estar lejos de España... Has vivido en Dublín, en Lisboa, en Miami... ¿Qué recuerdas de cada lugar?
En cada uno he encontrado cosas diferentes dependiendo mucho de mis situaciones personales y necesidades. Por ejemplo a Dublín me fuí soltera, con necesidad de reencontrar mi camino y fue un destino genial porque los irlandeses son vida en estado puro, siempre divertidos y generosos. A Lisboa me fui tras dejar mi trabajo con un bebé de un año y fue un shock total. Mi situación personal no me dejo disfrutar tanto de esa experiencia y es algo de lo que siempre me arrepentiré. Allí se engendró el proyecto de "Mamás por el Mundo" porque salir expatriada con familia tras dejar tu vida y tu profesión es algo para lo que tienes que prepararte. No es tan sencillo. A Miami me fui con un niño de tres años y un bebé de tres meses... ¡Todo un reto! Pero la experiencia ha sido muy satisfactoria. Sabía que es lo que me iba a encontrar, que iba a disfrutar de mis hijos, de la playa y que durante los primeros dos o tres meses esas serían mis prioridades. Después de este tiempo de adaptación he podido volver a recuperar mi proyecto profesional y todo ha ido muy bien.

¿Cómo es Miami? ¿Hay más españoles?
Miami y concretamente la isla donde vivimos, Key Biscayne, es un destino estupendo para criar hijos. Hay playa, muchos parques y actividades al aire libre. En cuanto a los españoles... ¡A Key Biscayne le llaman "Keybispain"! Y la mayoría están en mi misma situación, es decir, expatriados a través de empresas españolas.

¿Recomendarías la experiencia de la emigración?
Sin lugar a dudas, me parece una experiencia enriquecedora a todos los niveles. Pero siempre hay que tener en cuenta las circunstancias personales de cada uno. No es lo mismo emigrar en familia que solo. Hacer una evaluación de tus necesidades y de lo que esperas de la experiencia es el primer paso en este proceso.

 

Más información en la web www.mamasporelmundo.com