Después de varios años trabajando en Gijón, Angélica Suárez cambió el verde de Asturias por el de Escocia. Ahora mismo, esta ingeniera de sistemas y licenciada en Ciencias Matemáticas desarrolla su actividad profesional en el pequeño pueblo de Prestwick, a apenas 45 minutos de Glasgow. Un lugar tranquilo y apacible en el que no hay mucho contacto con españoles.

Angélica, ¿cómo es la vida en Prestwick?
La verdad es que este pueblo es muy tranquilo. Y, en general, Escocia es un país con mucho encanto, tanto por su naturaleza como por su cultura. En cuanto a mi trabajo, estoy trabajando en la sede del ciente, por lo que se trata de una ubicación pequeña.

Escocia se parece bastante a Asturias, al menos en el paisaje y el clima, pero supongo que echarás muchas cosas de menos…
Sobre todo las cosas que se hacen en el día a día, desde quedar a tomar una cerveza o una sidra con los amigos a ir a comer a casa de mi madre o mis tíos. Y cuando llegue el verano, las fiestas de “prao”, claro…. Y en muchas ocasiones el idioma, porque poder relacionarte en tu idioma materno es mucho más sencillo. Pero venir aquí fue una decisión muy meditada y todo el mundo me ayudó y me apoyó mucho al decidir venir.

¿Has conocido a más españoles en tu destino? ¿Cuál es su situación general?
El grupo al que pertenece la compañía para la que trabajo tiene varias compañías en España y aquí estamos trabajando varios españoles. Al vivir en un pueblo no muy grande no hay muchos extranjeros residiendo en la zona y, de hecho, es bastante común que cuando voy a comprar me pregunten si estoy de vacaciones… (risas). Curiosamente hace menos de un mes conocimos a unos cuantos chicos españoles en un gimnasio y, por lo que me han contado, no hay muchos en esta zona. Si sé que en Glasgow hay bastantes españoles viviendo, estudiantes universitarios o de postgrado, algunos investigadores contratados por la universidad y, de vez en cuando, te encuentras gente trabajando en el sector hostelero. Si te mueves hacia la capital, Edimburgo, hay muchos españoles trabajando como camareros o dependientes, porque es un destino mucho más turístico.

¿Has encontrado alguna dificultad especial en Escocia?
Mi mayor reto no era profesional, porque en cierta manera tengo bastante experiencia en el sector y en el puesto… Mi mayor reto era el idioma, así que cada día me encuentro dificultades en ese sentido… Llegué aquí unos meses después que mi novio, también español, así que realmente la adaptación fue bastante sencilla porque él me ayudo en todo. Quizás lo que más me costó al principio fue adaptarme al clima (mucho más frío, lluvioso y con mucho viento), a la falta de luz en invierno (cuando llegué comenzaba el otoño y se empezaba a notar que los días eran más cortos) y el horario y la calidad de las comidas (aquí tenemos muy buenas materias primas, pero si comes fuera de casa no se parece nada a la dieta mediterránea a la que estaba acostumbrada. Con respecto a la integración. los escoceses en general son gente muy afable y amigable y no he tenido ningún problema hasta ahora.

Ahora que eres emigrante, ¿recomendarías la experiencia?
Por supuesto, personalmente es un reto pero culturalmente es muy enriquecedor.

¿Viajas a España a menudo?
No tanto como pensaba al principio, porque en invierno las conexiones no son tan frecuentes. También es verdad que llevo poco tiempo aquí, pero intento ir en fechas importantes.