miércoles, 24 de abril de 2024

LAS EUSKAL ETXEAK SIGUEN VIVAS Y TIENEN EL RETO DE AVANZAR CON LA SOCIEDAD

País Vasco: encuentro de los directores para las relaciones entre el Gobierno Vasco y la Diáspora

País Vasco Euskal Etxeas web

La práctica totalidad de los responsables de las relaciones de Euskadi con las Euskal Etxeak y Colectividades Vascas del exterior (faltó a la cita Asier Vallejo Itsaso, que excusó su presencia) se han reunido en el campus de la UPV/EHU en Vitoria-Gasteiz.

El motivo de este encuentro entre directores ha sido la última sesión académica del postgrado sobre Diáspora Vasca y el tema para el que han sido requeridos ofrecer su visión, cada uno desde la perspectiva de su respectivo periodo de mandato, de 40 años (1982-2022) de relaciones del Gobierno Vasco con el conjunto de la Comunidad Vasca en el exterior (que comprende a las Euskal Etxeak y las Colectividades Vascas).

Páis Vasco reunión de Euskal Etxeas web
De izquierda a derecha en la segunda foto, que coincide con el orden cronológico de sus mandatos y de intervención en el foro, los antiguos directores Josu Legarreta, Iñaki Agirre (con el periodista Joseba Etxarri, que ejerció de moderador, en el centro de la imagen), Julián Celaya y el actual director para la Comunidad Vasca en el exterior Gorka Álvarez Aranburu. Los cuatro repasaron los logros alcanzados y retos pendientes en estos 40 años de relaciones institucionales entre el Gobierno Vasco y la Comunidades Vascas extendidas por el mundo

Entre los logros, el principal la pervivencia de las Euskal Etxeak, el que sigan vivas a pesar de las dificultades; cuando las colectividades organizadas de otras comunidades con identidad nacional han desaparecido del mapa o reducido considerablemente su presencia. Entre los retos pendientes, el poder asegurar a futuro esa supervivencia, a pesar de las dificultades para perpetuarse en un mundo cada vez más globalizado y uniformizador en muchos aspectos.

Los cuatro directores coincidieron en que las euskal etxeak tienen que avanzar como lo hace la sociedad, que hay que buscar entre euskal etxeak (que son entidades privadas e independientes) y Gobierno Vasco nuevas fórmulas en un mundo nuevo.

 Poner las bases para coordinar las relaciones con una red de presencia vasca organizada en más de veinte países

Abrió la sesión el primero de los directores, Josu Legarreta, que fué perfilando las diferentes etapas en  las relaciones entre el Gobierno Vasco y la Diáspora:

- Hay una Diáspora histórica, proveniente del exilio (político o económico) de los siglos XIX y XX y una nueva movilidad internacional mucho más reciente, de bien entrado el siglo XXI, constituida por jóvenes profesionales sobre todo y producto de la internacionalización del tejido económico y la sociedad vasca en general en los últimos doce años.

- Entre mediados de los años 70 y principios de los años 80, que es cuando se gesta y se comienza a poner en marcha una estructura de relación para atender a la Comunidad Vasca del exterior, la mirada de las instituciones vascas se dirige exclusivamente hacia Euskadi y no hacia el exterior.

- Pero desde el inicio de su mandato Legarreta es consciente de dos cosas: Que Euskadi no es una isla y lo que ocurra en el exterior va a tener influencia en lo que vaya a pasar aquí y que en ese ámbito de la relaciones exteriores estaba todo por hacer desde Euskadi; que prácticamente desde cero había que articular una estrategia internacional de relación con la Diáspora y una oficina para implementarla.

- Así nace la Dirección que él lideró y en la que su primera preocupación fué trabajar con la mayor eficiencia posible en un mundo abierto de más de veinte países con presencia vasca organizada y convertir las euskal etxeak de esas ciudades del extranjero donde existe población de origen vasco en centros de referencia en su área de influencia: Lograr que en esos lugares no haya ninguna colectividad más importante que la vasca y que esté dotada de los medios técnicos suficientes para afrontar el futuro, ese era mi principal objetivo, resumió Josu Legarreta.

- Añadiendo la siguiente conclusión: Porque en la medida en que las Euskal Etxeak crezcan y sean poderosas en sus respectivos entornos de relación, servirán desde el exterior mejor a Euskadi.

 Dar a conocer a los vascos y vascas del exterior la “Euskadi real”: Ciertamente un país milenario, pero sobre todo europeo y moderno

Josu Legarreta sembró el terreno para los que vinieron luego. Iñaki Agirre tomó el relevo directamente de Legarreta, de modo que en principio él y su secretaria Aintzane Agirre (ya fallecida) lanzaron al mundo exterior entre ellos dos solos las iniciativas que durante años Josu Legarreta había estado preparando:

- Sobre todo, y especialmente, el despliegue de la Ley 8/94 de Centros Vascos y Colectividades Vascas en el exterior, ideada por Legarreta y que ha sido la piedra angular de las relaciones con la Comunidad Vasca en el Exterior prácticamente en los últimos 30 años. Está previsto que pronto sea sustituida por una nueva Ley, que permita abordar las relaciones con la Diáspora histórica y la nueva movilidad del siglo XXI para los próximos veinte o veinticinco años.

- Y el programa de enseñanza del euskera en el exterior "Argentinan Euskaraz" (tengamos presente que Argentina alberga, con diferencia sobre otros lugares del planeta, incluida la propia Euskal Herria, a la mayor comunidad de descendientes de vascos del mundo).

Iñaki Agirre estima que el principal valor añadido de su gestión fue dar a conocer a la Comunidad Vasca del exterior la "Euskadi real": Ciertamente un país milenario, celoso de sus tradiciones, poseedor de bellos y bucólicos paisajes, pero sobre todo un país equiparable en modernidad, tejido industrial y nivel de vida al conocido como "primer mundo europeo". Un mundo que Iñaki conocía bien, pues hijo él también del exilio había llegado a Euskadi desde la muy europea Bruselas.

Para poder transmitir a los vascos y vascas del exterior la imagen de "la Euskadi real", una de sus preocupaciones fue organizar la comunicación y dotar a las euskal etxeak de las nuevas tecnologías que hicieran posible hacer llegar en tiempo real esos flujos de comunicación entre uno y otro lado del Atlántico. Para eso equipó con ordenadores a todas las euskal etxeak y les puso acceso a Internet, en una maniobra en la que fueron pioneros en Sudamérica. En paralelo, puso en marcha la emisiones de ETB SAT para el continente americano. 

Y con esa misma perspectiva de hacer participar al mundo vasco del exterior de la "Euskadi real" organizó en 1995 el Primer Congreso de Colectividades Vascas y lanzó la primera edición del Programa Gaztemundu, una estancia formativa de 15 días en Euskadi para jóvenes de las euskal etxeak.

Otros de los hitos de su mandato son la inclusión de la federación de euskal etxeak de los EE.UU. (N.A.B.O.) en el Registro del Gobierno Vasco, el lanzamiento del Premio Andrés de Irujo (iniciativa en la que Josu Legarreta tuvo también bastante que ver) y la consecución de créditos hipotecarios (con el aval del Gobierno Vasco) para las euskal etxeak sudamericanas y con las condiciones financieras de estabilidad monetaria existentes en Euskadi.

 Enfatizar el poder relacional de las euskal etxeak e indicar la necesidad de una "ventanilla única" de atención al retorno

En contraste con el resto de los directores (que han ejercido todos bajo la disciplina de EAJ/PNV) el socialista vasco Julián Celaya ha sido hasta el momento el primer y único alto cargo del PSE-Euskadiko Ezkerra en asumir el mando de la que entonces, junio de 2009, se denominó "Dirección para los Ciudadanos y Colectividades Vascas en el exterior".

Según ha revelado en este encuentro el propio Celaya, al principio fué recibido con recelo por parte de algún sector de la Diáspora vasca en Argentina. Desconfianza que pronto se desvaneció. Proveniente del ámbito comercial en la empresa privada, jugador de mus y con habilidad para tejer relaciones y compromisos desde el tú a tú, Julián Celaya puso de manifiesto el formidable potencial relacional que tienen las euskal etxeak (por ejemplo: gracias a la de la ciudad de México mantuvo una cordial relación con el vascodescendiente y expresidente de la República mexicana, Vicente Fox), así como la conveniencia de poner en marcha algún día una "ventanilla única" para atender al retorno.   

Durante su mandato se realizó un estudio de las necesidades del conjunto de la Comunidad Vasca en el exterior y el tema del retorno, con la perspectiva de articular un espacio de colaboración interdepartamental (la “ventanilla única”) para ayudar a las personas retornadas en su incorporación a la sociedad vasca.

El retorno es un complejo fenómeno, con una amplia casuística que abarca tanto la vuelta a Euskadi de vascas y vascos expatriados, como la acogida a vascodescendientes que nunca antes han vivido aquí.

El director que ha de pilotar el cambio

Gorka Álvarez Aranburu asumió la responsabilidad de liderar la Dirección para la Comunidad Vasca en el exterior en enero de 2017, con la idea en la cabeza de vertebrar y poner en valor al conjunto de la presencia vasca en el exterior en el siglo XXI (tanto la presencia vasca organizada a través de las euskal etxeak, como los vascos y vascas individuales que viven en el exterior, o los propios grupos de Internet y otros agentes vascos que actuan fuera de Euskadi…).

Con él se ha conseguido poner definitivamente en marcha el proceso de reflexión para sacar adelante el borrador de la nueva Ley para la Comunidad Vasca en el exterior, que tomará el relevo de la actual ley de Colectividades Vascas, vigente desde 1994. Nueva Ley que está llamada a "regular el tráfico" de las relaciones mutuas y multipolares entre el Gobierno Vasco y los distintos agentes de la Comunidad Vasca en el exterior que actúan en el mundo. Un mundo que ha cambiado mucho en los últimos años. Con él se creó en 2018 el Diasporaren Eguna, que se celebra cada 8 de Septiembre, y que lleva cuatro ediciones seguidas; incluso durante la pandemia, bajo estrictas condiciones de seguridad sanitaria. Y con él se ha llevado a cabo asimismo la iniciativa innovadora de este Postgrado sobre Diáspora vasca en el que ha tenido cabida la presente reunión de directores.

Gorka Álvarez Aranburu ha señalado que cuando llegó a la Dirección en 2017 ya sabía que tenía que responder a las nuevas exigencias (llevar los procesos de gestión desde el espacio analógico al virtual, reforzar la comunicación y extenderla a las redes, relanzar el tema del retorno en la futura Ley...) de un mundo y una Diáspora del siglo XXI que han cambiado mucho respecto a los de los años 80 y 90.

Pero tres años después de llegar a la Dirección, a partir del fatídico 13 de marzo de 2020 con la Declaración del Lehendakari del Estado de Emergencia en Euskadi por la crisis sanitaria del covid 19 (al igual que estaba ocurriendo en aquellos momentos en el resto del mundo) nada volvería a ser exactamente igual que antes. La presión de la pandemia ─ha señalado Gorka─ nos ha forzado a cambiar más rápido si cabe, para poder responder a las variadas demandas de la realidad exterior y a acelerar los procesos de gestión del cambio.

Un mundo que se va y otro que viene

Tras las intervenciones de los directores se abrió un tiempo de debate entre éstos y el alumnado del Postgrado. Josu Legarreta señaló que con la Ley 8/94 quiso hacer un texto de consenso y que lo consiguió y que en el tema de la recuperación de la memoria histórica de la emigración vasca todavía hay cosas por hacer, porque aquí a él le hubiera gustado ir mucho más lejos (aunque puso en marcha la referencial colección de libros de investigación histórica “Urazandi” y llevó a cabo el proyecto “Vascos en la prensa americana”).

Iñaki Agirre opinó que ante la globalización las euskal etxeak tienen que reflexionar y buscar nuevas fórmulas para crecer. En su opinión ni los pintxos ni las euskal dantzak son la “varita mágica” para revertir los procesos de estancamiento y falta de relevo generacional.

En algunas euskal etxeak los jóvenes no quieren dar el salto y entrar en las directivas… cabe preguntarse el porqué, indicó Julián Celaya.

Desde el Gobierno Vasco hay que propiciar un marco general de acompañamiento ―explicó en otro momento Iñaki Agirre― pero unas euskal etxeak tienen unas necesidades y otras tienen otras distintas, y la reflexión sobre esas necesidades sólamente puede hacerla la euskal etxea, dijo Iñaki Agirre.

El nuevo rol del Gobierno Vasco: Facilitar, en vez de implementar directamente

Gorka Álvarez Aranburu indicó que en 5 años que lleva de mandato nunca se han agotado los 782.000 euros de presupuesto que se dedican a subvencionar las actividades de las euskal etxeak… Por lo tanto, hay margen para crecer y el Gobierno Vasco está decidido a colaborar con las euskal etxeak, pero como agente facilitador y reduciendo su papel implementador, indicó.

Y concluyó diciendo que el Gobierno Vasco puede facilitar el proceso de transición al nuevo mundo que llega, pero son las euskal etxeak las que tienen que “pensar qué quieren ser” en este nuevo mundo